02

3.1K 423 165
                                    

Actualidad...

JeonGguk se sentía como un acosador, se despertó hace quince minutos y no había podido despegar la vista del hermoso ángel que descansaba a su lado. Sintió que su corazón se apretaba dentro de su pecho cuando los pequeños ojos de YoonGi se conectaron con los suyos.

-Buenos días, ángel.-Rápidamente se colocó aún más cerca de su novio para depositar suaves y dulces besos en las mejillas del hombre.

-Nunca me cansaré de despertar contigo a mi lado.

Él sonrió al sentir el tono de YoonGi, sabía que aún estaba medio dormido, no lo culpaba, era temprano pero su cuerpo y el de él se habían acostumbrado a despertar a un horario temprano debido al trabajo del hombre más pálido. JeonGguk lo hacía por YoonGi, despertaban juntos para desayunar y cuando la hora de salir llegaba lo llevaba a su trabajo para después regresar a casa y dormir una hora más.

- Es sábado, puedes dormir un poco más si así lo deseas. - JeonGguk lo besó nuevamente para después observar como su pareja negaba lentamente.

- Me daré una ducha y volveré a la cama.

Una vez que el azabache dio unos perezosos pasos hacia su baño, JeonGguk hizo lo mismo, normalmente esa era su rutina en los fines de semanas, se duchaban, volvían a la cama para acurrucarse y después se levantaban a desayunar.

Ambos salieron de sus respectivos baños quince minutos después, no se molestaron en volver a colocarse los pijamas de nuevo, simplemente se recostaron con su ropa interior puesta.

JeonGguk instintivamente se acercó al cuerpo de su lado, él olía tan bien, era un aroma suave, le agradaba en demasía, normalmente era algo quisquilloso con los perfumes y demás productos aromáticos porque su olfato era muy sensible, así que cuando conoció a YoonGi supo que estaría muy a gusto con él.

Comenzó a depositar cortos y cálidos besos en el cuello de su amante, deleitandose con los suaves murmullos que salían de la boca de YoonGi. Trazó un camino de ellos hasta el pecho, allí se encargó de besar y morder los pequeños botones rosas que lo enloquecen.

JeonGguk besó y adoró cada pedazo de piel expuesta para él, acompañado por un sin fin de gemidos que salían de los rojizos labios del azabache.

El castaño se encargó de hacerle el amor placenteramente a su pareja, lento y dulce, tal como le gustaba a YoonGi.

- Te amo, Gguk. - Gimió al llegar a su orgasmo.

Él no respondió, lo sentía, por supuesto que lo hacía, pero los sentimientos eran demasiado desconocidos y decirlos en voz alta era algo para lo que no estaba preparado. YoonGi también sabía que lo amaba, nunca se molestó porque no lo haya dicho en voz alta, sus acciones lo demostraban, estaba seguro de eso.

- Prepararé el desayuno, ángel. - JeonGguk dijo después de depositar un suave beso en los belfos ajenos.

YoonGi asintió mientras estiraba su ahora relajado cuerpo, JeonGguk sonrió ante la imagen que tenía delante de él. En la habitación predominaba el color blanco y las sábanas tenían el mismo color, YoonGi se encontraba enredado en ellas, dejando solamente su pecho y piernas al descubierto, era imposible no querer retratarlo.

Sin que su novio se diera cuenta de sus intenciones, buscó la cámara profesional que usaba más que nada como un hobby y lo fotografió, de diferentes ángulos hasta conseguir la indicada.

- ¿Eres mi acosador, Gguk? - YoonGi preguntó, mirándolo a través de sus pestañas.

- Algo así. - Se acercó nuevamente a él y lo besó. - Me iré ahora, no desayunaremos a este paso.

Angel || KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora