Vuela

"Uno mas"

El grito de un joven Hinata retumbo en sus oidos mientras realizaban los saludos correspondientes antes del inicio del partido, no sabía porqué ni para que, pero su mente lo llevo a sus años de preparatoria.

Cuando se quedó solo, cuando su abuelo murió y su equipo le dió la espalda, pensó que ya no había nada más, que solo le quedaba esforzarme para ser el mejor y quizá, en un futuro, encontrar a esa persona que su abuelo le prometió.

Entro a Karasuno por un rumor, y jamás pensó que esa decisión cambiaría su vida por siempre.

La primera vez que lo vio saltar le dio la impresión de que por un momento el chico podía volar, porque en lo alto era casi cegador verlo directamente.

Lo vio entrar al gimnasio y se sorprendió, claro que lo recordaba, el chico de cabellos color naranja que no se rendía. Y no iba a negar, si el chico tuviera más experiencia y técnica podría ser su compañero. Vaya locura y sorpresa el pensar que ahora estaban en el mismo equipo.

Un extraño calor en el pecho lo invadió la primera vez que lograron hacer un ataque, era la primera vez en mucho tiempo que alguien estaba ahí para el. Entonces pensó en las palabras de su abuelo, "alguien mejor vendrá a buscarte".

Ese día al llegar a su casa lloro, aunque no eran lágrimas de tristeza, Hinata Shouyo, quizá había llegado a salvarlo, lloro y agradeció en silencio a su abuelo por enviarle un compañero como lo era el de cabello naranja.

Después de un tiempo se prometió a si mismo que haría a ese chico alguien invencible, y dibujaría unas alas grandes solo para el.

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Ahora ya en sus posiciones volteo a verlo, brincando como siempre antes de un partido, sonrió porque se dio cuenta que no importaba los años que pasarán, Hinata era Hinata.

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— Fue mi culpa, no entrene lo suficiente, por eso me bloquearon

— Boke, no fue tu culpa, todos estábamos ahí, solo fue un recordatorio de que te no somos rivales para aoba johsai

— Kageyama, eso es muy pesimista

— Ja, lo dice el que se está hechando lo culpa de todo

Kageyama se levantó y frotó el cabello del mas bajo.

— La próxima vez, los derrotaremos

— ¿Lo prometes?

— No, pero lo intentaremos — ambos rieron a pesar de estar tristes por su derrota. Las cosas al lado del otro eran menos amargas.

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El sonido del silbato lo hizo levantar la mirada, el partido estaba comenzando, era extraño, estaba concentrado, lo podía sentir en todo lo que lo rodeaba y por supuesto en sus manos, sin embargo su mente no estaba en paz, y muchos flashback cortos llegaban a su mente.

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Ocurrió cierto día de su segundo año, estaban estudiando y claro hablando de voley, llevaban un año de amistad, de ser compañeros de equipo, se conocían ya muy bien. No se dieron cuenta o quizá fue la tensión del momento, pero había sucedido y no lo podían ignorar.

— ¿Eso fue?

— Beso

— Bakayama, eso, eso estuvo mal — Hinata estaba sonrojado hasta las orejas y aunque no quería, una sonrisa estaba en su rostro quitando toda la seriedad de su comentario