Capitulo Único

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EL RENACIMIENTO DEL AMOR

Después de la maravillosa escena que habían compartido hacia tan solo unos instantes en aquel salón ambos abrazados y besándose con toda la pasión y el amor contenido durante 20 años, el rechazo de María le había dolido mucho a Esteban… si bien era cierto que el merecía en parte eso, su corazón no se resignaba a el hecho de que María no lo perdonaría jamás.
Ella subió decidida a su habitación, una vez allí la cerro con llave y se dispuso a pensar seriamente en lo que sucedió, su mente no dejaba de pensar en cada beso y cada caricia que Esteban le había dado, después de todo ella seguía amándolo profundamente aunque se negara a reconocerlo abiertamente, imaginaba que habría sucedido de no haber sido porque su herido corazón reacciono a tiempo y la hizo recapacitar de que aquello (aunque lo deseara con toda su alma) no era lo correcto, sin embargo no podía alejar de su mente esos instantes tan pasionales que había compartido con el amor de su vida.
Esteban por su parte, sostenía en sus manos una copa de vino, él también recordaba lo que aconteció allí mismo donde se encontraba, pero ahora solo…. sabía que amaba a María, de eso ya no tenía la menor duda, sin embargo, lo que lo atormentaba era el hecho de no saber si su amada correspondía a sus sentimientos, después de todo 20 años eran 20 años y el sufrimiento y dolor que ella había padecido no se comparaba con nada.
Ambos siguieron por algún tiempo más vagando en sus mentes y rememorando cada roce de labios que los había hecho vibrar, cada contacto piel a piel que los transportaba al borde de la locura, cada uno por su lado pensando en el ser amado…. Esa noche algo cambiaria, una revelación llegaría, lo que por tantos años para muchos quedo enterrado renacería como fuego de entre las cenizas….

Después de tanto pensar e imaginar, Esteban tomo una decisión: conquistar de nuevo a su María… sabía que no sería fácil pero por ella estaba dispuesto a todo, fue entonces que decidió una vez más pero ahora con el corazón y un ramo de tulipanes rojos en sus manos, pedirle perdón, confesarle su amor y poner en sus manos la oportunidad de poder ser felices de nuevo, fue así como salió de la mansión rumbo a una florería donde compraría el detalle que más le gustaba a su amada….
Pasada media hora Estaban regreso a su casa (no se encontraba alguna persona más allí, solo él y María)… lenta y decididamente subió las escaleras y llego a ese pasillo que lo llevaría hasta la habitación donde se encontraba su amor, una vez ahí frente a esa puerta que lo separaba de la mujer de su vida, tomo valor y toco:

M: ¿Qué quieres Esteban? (ella sabía que solo él podía tocar, ya que no había nadie más)

E: Necesito hablar contigo María, ¿me puedes abrir la puerta? Seré breve lo prometo…

María no sabía qué hacer, no podía caer de nuevo, sin embargo el tono de voz con que esteban le hablo le decía que algo sucedía, así que con dudas y el corazón acelerado, avanzo hasta la puerta, la abrió y allí frente a ella estaba parado su amado Esteban….
El corazón se le acelero más de lo que ya lo tenía hasta ese momento, sin embargo trato de no hacer evidente su nerviosismo, se hizo a un lado y dio espacio para que Esteban entrara a la habitación….
Como ella miraba hacia afuera no vio lo que él tenía entre sus manos, así que con eso a su favor, Esteban giro y puso sus manos detrás en su espalda sosteniendo el ramo….
María volteo a verlo y por instinto cerró la puerta (no con llave), ambos se miraban, en sus ojos se podía ver reflejado el amor que sentían el uno por el otro….

M: ¿Qué sucede esteban? ¿De qué quieres hablar conmigo?

Ella como siempre a la defensiva, él lo entendía perfectamente, pero haría todo lo posible por cambiar eso….

E: Primero que nada déjame decirte que vengo en paz y con tranquilidad a hablar contigo, sé que las cosas son difíciles entre nosotros pero aun así aquí estoy para tratar de arreglar un poco lo que destruí hace 20 años…

María no entendió muy bien esas palabras, ¿“Arreglar”?, acaso Esteban pretendía enmendar con unas cuantas palabras y frases bonitas el dolor y sufrimiento que ella padeció tantos años, lejos de sus hijos y de él mismo…pues si esas eran sus intenciones ella no se lo pondría nada pero nada fácil….

M: ¿Escuche bien?, ¿dijiste arreglar? ¿Arreglar qué Esteban?, acaso tienes una máquina del tiempo para regresarme los 20 años que pase encerrada en esa cárcel, tras esas malditas rejas….

E: Tranquilízate María, no te alteres…

Ella lo miro y vio que en sus ojos había un brillo especial, que no supo como pero logro tranquilizarla un poco…. Esteban sintió que ella se relajó y siguió hablando, era ahora o nunca…

E: María, si estoy aquí es para decirte algo muy importante, sé qué quizá no me creas y merezco que dudes de mí, aún así, estoy frente a ti una vez más, porque lo que tengo guardado ya no puedo callarlo por más tiempo (María lo miraba dudosa y confusa, decidió interrumpirlo pero Esteban no la dejo) Shh no preciosa, déjame hablar a mi…. Hace 20 años te amaba más que a mi vida, me habías regalado los dos tesoros más preciados que tengo, en aquellos años a pesar de nuestra edad, de lo jóvenes que éramos, nos amábamos tanto, y yo me sentía el hombre más afortunado del mundo….

María sentía que los ojos se le llenaban de lágrimas, por qué ahora Esteban venía a remover el pasado, por qué le decía todo eso, ¿qué pretendía?

M: Esteban no creo que sea el mejor momento para hablar del pasado, si eso es lo que tienes que decirme, te voy a pedir que te retires y me dejes descansar, he tenido un día muy pesado….

Esteban se sintió dolido, pero comprendía lo que ella sentía, así que decidió no andar con rodeos e ir al grano de una buena vez…

E: Espera, espera María por favor…. No quise hacerte sentir mal, ni mucho menos que recordaras ese terrible pasado por el que ambos pasamos, porque sí, aunque tú no lo creas, yo también sufrí no tanto como tú, lo sé, pero lloré y pase noches en vela pensando que sería de ti (todo esto lo decía Esteban con los ojos llenos de lágrimas), si estarías bien o mal… yo sé que no merecías eso que te sucedió, eres un ángel mi María mi ángel, y no tenías que haber padecido todo eso, y yo un maldito cobarde que no supo defenderte, que se dejó influenciar por personas que lo único que pretendían era mejorar su posición social y te arrebato a tus hijos, sé que merezco el peor de los castigos y que no me alcanzara lo que me resta de vida para pagar por todo el mal que te hice, por eso en este momento estoy aquí frente a ti, para pedirte, no pedirte no, suplicarte que me perdones… (Al decir esto se arrodillo delante de ella,  como mago saco el ramo de tulipanes que ocultaba detrás de él e inclino su cabeza)

María no sabía qué hacer ni que decir, se llevó las manos a su boca, la impresión de ver a Esteban frente a ella humillado e implorándole que lo perdonara era demasiado y sumado a eso el ramo de tulipanes que le ofrecía, era algo que no podía soportar….

M: Levántate Esteban por favor, no hagas esto más difícil… (Las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas, a pesar de todo no soportaba verlo así, destrozado frente a ella…)

E: No María, no hasta escuchar de tus labios decir que me perdonas…. (Él seguía sin levantar la cabeza)

M: (Sabía que lo que diría le destrozaría el alma a ella y más aún a él)... Levántate Esteban yo jamás te voy a perdonar…

Esteban no daba crédito a lo que escucho, le dijo que jamás lo perdonaría, esto lo destrozo completamente, los tulipanes que hasta ahora sostenía en sus manos cayeron al piso, y el como si fuera un niño pequeño no pudo contener el llanto, se llevó las manos a la cara y comenzó a desahogar todo el dolor que tenía guardado tras 20 largos años de esperar al amor de su vida y ahora saber que ella jamás le daría ese perdón que él tanto anhelaba.

Por su parte María no estaba mejor que él, su corazón herido lloraba más y más por haber dicho esas palabras que si bien no sentía, el resentimiento que tenía la hizo que las pronunciara…
El tiempo parecía eterno, solo sollozos se escuchaban en aquella habitación… Esteban no sabía que decir, si volver a pedirle perdón a su María o dejar las cosas así, en esta ocasión y para su propio asombro opto por la segunda opción, lentamente se levantó y sin mirarla a la cara para evitar que ella lo viera, giro y se dirigió a su habitación, una vez allí encerrado en esas cuatro paredes, dejo que las lágrimas fluyeran, aun no creía lo que había sucedido, él con toda la ilusión del mundo le había pedido perdón a María incluso estaba dispuesto a confesarle su amor una vez más, sin embargo y ante el rechazo tan definitivo que había escuchado de ella decidió que no se lo diría, una cosa era que no lo perdonara, pero que rechazara ese amor que por tanto años sobrevivió y espero por ella, eso no lo soportaría…
Mientras tanto en la habitación de al lado, María seguía en el mismo lugar donde había mencionado esas palabras tan hirientes para ambos, miraba los tulipanes que ahora se encontraban en el piso y se preguntaba una y otra vez ¿Por qué había rechazado a Esteban?, o más bien, ¿Por qué le dijo que jamás lo perdonaría?... ella en el fondo sabía que eso no era verdad, aún después de todo lo ocurrido el pasado era eso pasado y si solo les causaba daño ¿Por qué no hacerlo a un lado?, siguió pensando durante unos minutos más y después de ese tiempo, decidió algo que daría un giro radical a su vida y a la de Esteban…
Se inclinó a tomar el ramo de tulipanes, y al hacerlo descubrió que en medio de este se ocultaba una pequeña cajita en forma de corazón, sin pensarlo la tomo y abrió, al hacerlo descubrió lo que guardaba, el anillo con el que Esteban le había propuesto matrimonio por primera vez…. No podía creer lo que sus ojos veían, ese anillo era una gran prueba del amor que Esteban y ella se tenían, ese anillo era el sello de una promesa que ellos juraron jamás romper, el tiempo pareció retroceder en cámara lenta para María, recordó 20 años de su vida en tan solo segundos, si bien el pasado resultaba demasiado doloroso, el presente y todo lo que esteban había hecho por ella desde que regreso la hicieron entrar en razón… era cierto que Esteban no la defendió 20 años atrás, pero ahora había desafiado a todos incluso a sus hijos para que ella entrara a la mansión San Román, la había defendido delante de todos sus supuestos amigos, había estado a punto de perder la vida cuando recibió el balazo que era para ella el día de su boda, le había dicho que aun la amaba y le pidió perdón arrodillado delante de ella…. No lo dudo más y pidió al cielo para que lo que ahora haría resultara bien y sobre todo que Esteban no la rechazara como ella lo había hecho momentos antes… (Esteban, Esteban mi amor, suspiraba)…

María dejo el ramo sobre su cama, tomo un tulipán y el anillo y se dirigió hacia la habitación donde ahora se encontraba su amado… cruzo la puerta sin tocar, y lo vio sentado en el piso a un lado de la cama abrazando una foto de ellos dos juntos, el dolor que tenía Esteban y llorar tanto lo llevaron a quedarse dormido tal y como ella lo encontró…. María se acercó lenta y sigilosamente hasta él, lo miro detenidamente y vio como en sus mejillas aún había restos de lágrimas (esto le dolió pues sabía que fue por lo que ella le dijo), sin dudarlo seco las lágrimas del rostro de él, y acaricio con ternura su cara… Esteban al sentir el contacto de las cálidas manos, despertó asustado y se encontró con el amor de su vida frente a él, no podía creerlo, sin embargo recordó lo que hace solo minutos sucedió en la otra habitación y sin quererlo volvió a llorar… María le seco las lágrimas una vez más, él seguía sin creer lo que estaba sucediendo…

M: No llores más Esteban, tu dolor es el mío, tu tristeza me pertenece a mí también, por favor tranquilízate, necesito decirte algo muy importante…

E: ¿Qué me vas a decir? Acaso que me odias o que soy un malnacido por lo que te hice a ti y a nuestros hijos…

M: No, no Esteban (dejo el tulipán y el anillo a un lado en el piso), sé que lo que hice hace unos momentos te hirió y a mí también, pero ahora soy yo la que viene a tratar de enmendar su error, ¿me escucharas? Por favor hermoso dame esta oportunidad te lo ruego…

E: (¿hermoso? Le dijo hermoso, no lo creía y menos por las circunstancias) Está bien, dime te escucho…

M: (sabía que ahora no podía dar marcha atrás así que sin más ni más comenzó a decirle todo) Solo no interrumpas hermoso (le guiño el ojo), hace más de 20 años llegaste a mi vida, sabemos que no fue fácil el inicio de esta historia, pero no nos dejamos vencer y nos casamos, tuvimos dos maravillosos hijos que son el fruto de el gran amor que nació entre tú y yo, sé que si esa tragedia que nos separó no hubiese ocurrido, todos estos años que transcurrieron habríamos sido inmensamente felices y hasta tendríamos más hijos (ambos sonrieron tímidamente), muchos me han dicho y otros más pensaran que no debería perdonarte lo que me hiciste (él bajo su cabeza y abrazo más la foto), pero yo María soy quien debe decidir eso, hace un momento te dije que jamás te perdonaría, pero sabes eso no es verdad (Esteban levanto la cara y la miro), créeme hermoso, no sé por qué lo dije, quizá el resentimiento por tantos años lejos de ti y mis hijos me hizo decirlo, pero te juro que no siento eso, es más te puedo decir que desde el instante que vi a mis hijos por primera vez te perdoné (él no lo creía, parecía en shock), si Esteban te perdoné cuando vi a mis hijos bien, cuando vi que a ellos nos les falto nada, cuando vi que fuiste un excelente padre, cuando vi que habías hecho de mis niños lo que yo siempre quise….

E: (solo la miraba y no daba crédito a lo que oía, lo había perdonado, si eso había dicho lo perdono)…. Yo no merezco ese perdón María, fui un desgraciado contigo, ni siquiera deberías hablarme (bajo la cabeza de nuevo)

M: (no aguanto más el dolor de las palabras de él y tomo su cara entre sus manos), No Esteban no digas eso, tu mereces mi perdón, jamás vuelvas a decirte cosas hirientes no eres nada de eso al contrario eres un gran hombre, un hombre cariñoso, amoroso, entregado, amable, un hombre que conquisto hace 20 años a su secretaria y que hoy en día aún la tiene perdidamente enamorada de él (le sonrió dulcemente)…

E: Tú… tú… tú ¿sigues enamorada de mí?....

M: Si mi amor, sigo enamorada de ti como hace 20 años y te juro por lo más sagrado que tengo en la vida que son mis hijos y tú mismo, que te amo, te amo con toda mi alma y mi corazón…

En ese momento María soltó la cara, se arrojó a los brazos de Esteban y lo abrazo como no queriendo soltarlo jamás, él por su parte la recibió gustoso (soltó la foto), y la apretó contra su pecho tan fuertemente como podía… ambos estaban ahí, en el piso abrazados, con los ojos cerrados y agradeciendo en silencio por ese momento en que todo el pasado, el odio y el rencor quedaban atrás…
Esteban pasaba sus manos por la espalda de María en forma de caricia, le daba besos en la cabeza y uno que otro en la mejilla… ella por su parte, lo sostenía fuertemente de la espalda también y sonreía recostada contra el pecho de él… así paso un hermoso momento entre los enamorados…

E: preciosa ¿estas segura de lo que me dijiste? (él no quería más dudas entre ellos)

M: Si hermoso, estoy totalmente segura, te perdoné y te amo!!! Mi cielo te amo!!!

E: yo también te amo mi preciosa, mi ángel, mi amor, eres lo más importante para mí y te juro que de ahora en adelante solo te hare feliz… (Aún seguían abrazados)

M: (se separó un poco y lo miro a los ojos) Sé que seré absolutamente feliz contigo Esteban, no tengo duda de que eres el amor de mi vida y la persona con la cual quiero estar el resto de mis días…

Al decir esto Esteban lentamente se fue acercando a su rostro, y con total seguridad y amor, la beso…. Era un beso sincero, con mucha ternura pero a la vez pasión, un beso de esos que se dan en el momento perfecto y quedan grabados en la mente siempre… Esteban acerco a María más a su cuerpo y ella se pegó más a él, ambos se daban caricias en la espalda y sus labios estaban unidos, saboreándose, sintiéndose, amándose… y lo que a continuación pasaría seria el reencuentro y renacimiento de un amor que para muchos estaba acabado pero que para María y Esteban seguía intacto y más fuerte que nunca…

Poco a poco fueron deteniendo el beso, se separaron dándose algunos besitos pequeños, eso sí, sin dejar de abrazarse, en ese momento se miraron a los ojos y lo único que esas dos miradas reflejaban, era amor, pasión, deseo, dos enamorados que ahí sentados en el piso de esa habitación habían decidido continuar una historia que por años estuvo en pausa pero que ahora seguiría escribiéndose…

Esteban tomo una mano de su amada y la ayudo a levantarse, una vez de pie entrelazaron sus manos, y de nuevo conectaron sus miradas…

E: Gracias amor (beso sus manos) gracias por regresar, por tu perdón, por tu amor, gracias mi amor de todo corazón gracias (se le estaban llenando de lágrimas sus ojos otra vez)

M: No amor (soltó una de sus manos y acaricio le mejilla de él), no tienes por qué darme las gracias, mi perdón como ya te dije lo tienes desde hace mucho, solo que ya ves soy un poco terca a veces y no acepto tan fácil las cosas (ambos sonrieron)…

E: Pues si amor a veces eres así, (María se hizo la enojada), pero aun y con eso te amo, te amo mucho!!!!....

M: Yo también te amo, te adoro corazón, eres mi vida entera… y ahora quiero que me digas ¿Qué significa esto? (mostrándole el anillo que encontró en los tulipanes)…

E: (no recordaba el anillo, era una sorpresa para María pero con lo sucedido lo había olvidado) Esto preciosa (tomo el anillo en sus manos y lo puso frente a ambos), personifica el gran amor que nació entre tú y yo hace tantos años, es el sello de la promesa que hicimos y juramos nunca romper y no rompimos… (Suspiro y de nuevo como momentos antes lo hizo se arrodillo delante de ella) por eso de rodillas y como hace más de 20 años te pregunto: ¿Te quieres casar conmigo, y hacerme el hombre más afortunado y feliz del mundo?

M: (no podía creer lo que veía, la declaración de amor más bella que un hombre puede hacer a una mujer, sinceramente no se lo esperaba, y eso hacía que las emociones que en aquel momento sentía fueran indescriptibles)… Si amor, claro que acepto ser tu esposa (en su rostro se dibujó la más hermosa sonrisa)…

Esteban al recibir la respuesta de su amada, deslizo el anillo por el dedo de ella y una vez que lo coloco perfectamente, tiernamente deposito un beso en su mano, se puso de pie y abrazo con todo su amor a María…ella le correspondió de la misma manera y fundidos en ese abrazo parecían un solo ser…

No tardaron mucho en separarse ligeramente para sellar con un beso, la ahora nueva promesa hecha por ambos… Esteban tomo entre sus labios los de ella, los saboreo y disfruto como nunca antes, sus bocas hacían la unión perfecta, definitivamente ellos estaban hechos el uno para el otro…

Ese beso estaba tomando rumbos de pasión, conforme pasaban los segundos, por sus venas comenzaba a correr el deseo de estar juntos de la manera más íntima que dos personas enamoradas pueden hacerlo, sin embargo, él no quería presionarla y como siempre dejaría que la decisión de amarse ahora íntimamente la tomara ella…

E: María, mi vida (detuvo el beso y la vio a los ojos)… te deseo con toda mi alma, pero necesito que estés totalmente segura de esto, no quiero que después te arrepientas y volvamos como antes, ya dijimos mucho pero esto sabes que va más allá de las palabras, sabes que es una de las muchas formas en la que nos demostraremos el gran amor que sentimos… ¿Estas segura?

M: Si mi amor, claro que si… no hay nada que en estos momentos desee más que estar contigo, nos amamos y quiero que lo demostremos piel a piel… si nuestros corazones ya se reencontraron es hora de que nuestros cuerpos y almas se vuelvan a unir para siempre…

No faltaron más palabras, Esteban tomo su boca de nuevo pero ahora con la completa seguridad de que lo que sucedería seria la culminación de lo que esa noche les había preparado…

La pasión invadió el espacio, el beso se tornó totalmente pasional… Esteban despego sus labios de los de ella pero únicamente pasa bajar a su cuello el cual recorrió completamente de izquierda a derecha, haciendo hacia atrás su cabello para tener la libertad de saborear cada espacio de piel que tenía a su alcance… María por su parte solo abrazaba más fuerte a Esteban y su cara lo decía todo, abría la boca pero solo para exclamar el placer que estaba sintiendo…
Él se dio la vuelta con ella entre sus brazos para acercarla a la cama, dejo de acariciar su cintura y paso las manos hacia adelante, para desprender poco a poco los botones del saco que ella vestía, una vez que consiguió su objetivo lo deslizo por sus hombros hasta que termino en el piso, volvió sus manos hacia el cuerpo de ella pero ahora para acariciar su espalda (debajo del saco ella solo tenía un top) que se encontraba desnuda hasta la mitad… ella no tenía sus manos quietas, al igual que él lo hizo, también deslizo su saco y este callo a sus pies, subió sus manos y fue dejando al descubierto lo que se ocultaba debajo de la camisa que hasta ese momento tenía puesta, lo hizo con lentitud, disfrutando de ver cada espacio que se descubría conforme desprendía los botones… una vez que lo hizo la prenda corrió la misma suerte que la anterior y termino junto con esta en el piso… comenzó a acariciar la piel de su amado, para ella era un deleite hacerlo, y para él la tortura más deliciosa que podía sentir en su vida…
Esteban quería retomar el control de la situación así que la fue recostando poco a poco en aquella cama que sería testigo de un reencuentro tan esperado, no dejaba de acariciar su espalda y María al sentir como su piel tocaba las sabanas paso sus manos hacia la espalda de él para corresponder de la misma manera… Los besos eran pasión pura, amor real, no había espacio de la cara de María que Esteban no besara, acariciara, pero cuando bajaba a su cuello se quedaba ahí un momento haciéndola disfrutar de esas caricias tan pasionales… las manos de él se trasladaron hacia el frente y tomo uno de los tirantes del top de ella y lo deslizo hacia abajo para poder tener a su merced más espacio de su cuerpo, ella paso su brazo hacia el frente también para que el top fuera retirado, lo mismo hizo con el otro tirante y al final una mano de él arrojo lejos de ahí esa prenda, al hacer esto se separó ligeramente de ella, pero solo para admirarla, ante sus ojos María era la mujer perfecta, con el cuerpo de una diosa que a él lo hacía delirar hasta transportarlo a los más altos niveles de éxtasis…
Unieron sus labios una vez más, aún quedaban obstáculos entre sus cuerpos para que se pudieran disfrutar totalmente, por eso Esteban recorrió con sus manos toda la cintura de María brindándole placer, pero a la vez acercándose a la parte donde abriría el pantalón que tenía para poder quitárselo, cuando encontró dicha parte, no lo dudo y con maestría absoluta lo abrió, y sin perder tiempo, deslizo hacia abajo eso que lo separaba de ver el resto del cuerpo de su mujer, se hizo un poco a un lado para que ella se moviera y lo ayudara con la tarea que él quería terminar lo antes posible… los zapatos de María no tardaron en caer y con ellos el pantalón que dejo al descubierto lo que él esperaba ver, tocar y saborear con ansias… Las manos de Esteban ahora recorrían el cuerpo de su amada, desde las rodillas, pasando por sus muslos y llegando casi a rozar su parte más íntima… ella solo se estremecía cada vez más y esto lo demostraba cerrando los ojos, abandonándose totalmente a sentir piel a piel… él aun tenía su pantalón y como ya sentía que no podía esperar más no tardo mucho quito el cinturón, desprendió el botón y la tela que hasta hace segundos lo cubría ahora era una más de las que yacían en el piso, miro hacia el lugar donde estaban las prendas esparcidas y vio el tulipán que María había llevado al entrar a la habitación, lo tomo en sus manos y regreso hacia la cama…
Volvió a posarse sobre María, besándola en el cuello, robándole el aliento con cada uno de esos besos cargados de pasión, ahora la mano izquierda de él estaba entrelazada con la de ella y con la mano derecha sostenía el tulipán y a la vez que miraba fijamente a María lo fue deslizando por su cara, pasando por sus parpados, su nariz, mejillas y delineando con total ternura el contorno de su boca, después de esto lo bajo a su cuello, siguió por su pecho, llego a su vientre y continuo hasta llegar a sus piernas y estas las recorrió totalmente con aquella flor haciendo que ella se sintiera como en las nubes…
Realizo ese recorrido una vez más, ahora de abajo hacia arriba, no llego hasta su boca porque cuando el tulipán tocaba una parte del cuello de ella lo deslizo hasta colocarlo en medio de las manos que estaban entrelazadas… 
Después de esto, beso su hombro izquierdo y dejo un recorrido de besos desde esa parte hasta llegar a su boca, esa boca que ahora le pertenecía y no dejaría de disfrutar jamás… el momento cumbre de aquel acto de amor se acercaba por eso esteban con la mano libre que tenía retiro la última prenda que María aun vestía y lo mismo hizo con la de él… al quedar completamente desnudos, sus pieles se reconocieron de inmediato y pidieron a gritos sentirse aún más cerca de lo que ya estaban…
Así que sin esperar más, un te amo se escuchó por parte de los dos, Esteban dio el beso más profundo de la noche a María y fue entonces cuando él se deslizo poco a poco hacia el interior del cuerpo de ella… María al sentir ese contacto tan íntimo dejo de besarlo pero solo para abrir su boca y hacer gestos que decían lo mucho que estaba disfrutando esa unión… Esteban se movía lentamente ya que quería que ella se acostumbrara a sentirlo de nuevo, cuando sus cuerpos se amoldaron a la perfección comenzó el movimiento que los haría vibrar y llegar a la estrellas… él entraba y salía de ella sutilmente, el roce de sus cuerpos los encendía a ambos, después de tantos años volvían a estar así, sintiéndose, amándose, culminando con ese acto el profundo amor que se tenían… María debajo de Esteban gozaba al máximo esa entrega, con la mano que tenía libre recorría la espalda de él y de vez en cuando clavaba las uñas en ella… así continuaron un rato más, moviéndose, sintiéndose, besándose, hasta que la cima del placer llego, las manos que tenían entrelazadas y sostenían el tulipán se apretaron más, sus cuerpos se tensaron y el éxtasis total los alcanzo a los dos a la misma vez…
Ambos cuerpos seguían unidos y ahora sudorosos entre las sabanas, Esteban con su cara en el cuello de su amada y ella tratando de recuperar la respiración normal… sin duda había sido una entrega total y lo sabían, ahora si todo quedaba atrás y solo tenían que ver por el futuro que les esperaba juntos y felices… él se hizo a un lado saliendo del cuerpo de ella y la acomodo sobre su pecho, separaron las manos que durante toda su entrega estuvieron entrelazadas, él se quedó con el tulipán y ahora con este mismo regalaba caricias a María por toda su espalda… no eran necesarias las palabras, sus caras lo decían todo, se notaba la satisfacción que ambos tenían…María le dio un besito a Esteban en el pecho y por fin después de tanto sin decir nada, hablo…

M: Amor, gracias por hacerme sentir mujer otra vez, por amarme como lo haces y por ser el hombre más amoroso del mundo, te amo…

E: Yo también te amo mi cielo, y no me des las gracias, que para mí es un verdadero placer hacerte sentir mujer y tener la dicha de recorrer tu cuerpo sin ningún impedimento…

M: Soy feliz mi amor, y sé que esta felicidad durara para siempre, contigo me siento segura, protegida, entre tus brazos no tengo miedo y tu amor me da las fuerzas que necesito para seguir luchando día a día…

E: Yo también soy feliz amor, y te juro que solo viviré para hacerte feliz y darte la seguridad que mereces para que no vuelvas a tener miedo nunca más….

M: No lo tendré amor estoy segura de eso… (Levanto un poco su cara y lo miro a los ojos) Eres el amor de vida Esteban, has hecho posible que el amor que yo creía ya no sentir por ti renaciera y con mucha fuerza, TE AMO hermoso, TE AMO…

E: Yo también TE AMO preciosa con todas mis fuerzas, eres mi luz, mi sueño, mi todo y esta noche solo descubrimos que nuestro amor jamás se fue, siempre estuvo ahí y ahora lo disfrutaremos plenamente sin dudas ni temores y unidos para siempre…

Entrelazaron sus manos de nuevo y a la misma vez sellaron esas palabras con un hermoso beso… Ellos descubrieron que el amor puede contra todo y todos, que puede sanar el dolor del corazón y dar la seguridad que las personas necesitan…
María y Esteban solo necesitaron una noche para hacer posible EL RENACIMIENTO DEL AMOR que creían perdido, pero que de ahora en adelante será la base para que siguieran  unidos y felices el resto de sus días…


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