Capítulo 2.

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Después de la charla con Cho y Harry regresé al comedor. No tenía mucha hambre, pero sabía que si no desayunaba me arrepentiría más tarde. Aunque a decir verdad ya no había mucha comida, y solo tome una taza de chocolate y una rebanada de pan con mantequilla.

Al terminar acompañe a Eva al sanitario, y me soborno con una rana de chocolate para que le contara lo que había pasado con Cho, así que lo hice.

-¿Crees que pueda ayudarles?- Preguntó mientras íbamos en camino a la salón de TIMO.

-No creo que Harry o Cho se opongan, pero igual sería mejor que hable primero con ellos-

Al llegar al salón todos habían ocupado su sitio, y para mi mala suerte nos tocó sentarnos en frente de Draco y Pansy. Pero bueno, mi misión desde hoy era cuidar cada palabra que saliera de la boca de Draco.

Harry me dedico una mirada cómplice mientras entrabamos al salón y rápidamente me dirigí hacia él.

-¿Podemos hablar a la hora de comida?- Le dije rápidamente, a lo cual me miro confuso.

-Claro, ¿todo bien?- Solo asentí y gire sobre mi misma para regresar a mi lugar-¿No te has arrepentido, o si?- Dijo haciendo que me girara de nuevo hacia él.

-No- Respondí entre risas y me dispuse a seguir mi camino no sin antes ver como Ron le daba un codazo a Harry y le preguntaba algo sobre mí que no alcance a escuchar.

Después de que un ave de papel me rozara el hombro, tomé mi lugar en seguida de Pansy. El lado bueno era que nos separaba un pasillo.

-D'Angelo- Dijo Pansy llamando mi atención. Me giré para verla no sin antes dar un largo suspiro. Hasta su voz me parecía irritante- ¿Tienes algo con Potter?-

Draco, quien había estado jugando con algo que parecía ser un palillo de dientes, levantó su mirada de inmediato al escuchar esas palabras.

-¿Y eso te importa?- Dije dedicándole a Pansy una mirada irritable, para después girarme hacia al frente.

Draco estallo a carcajadas apenas escuchar mi respuesta, pero un segundo después todo el salón quedo en completo silencio, mientras se veía en el aire como el ave de papel descendía ya un poco incendiada.

-Buenos días niños- Dijo una voz a nuestras espaldas.

La maestra rara que habíamos conocido el día anterior en la cena, cual nombre ya había olvidado, apareció justo en la esquina del salón. Al parecer había sido ella quien incendió el ave.

Camino por el salón mientras escribía el título de la clase en el pizarrón con su varita.

-¿No llevaba el mismo traje ayer?- Le pregunté a Eva en un tono bajo.

-No, es otro, solo parece amar el color rosa- Puse una cara de asco frente a su contestación. No odiaba ese color, pero ver a una persona usar un mismo color, tan infantil de pies a cabeza me daba nauseas.

-Estudien mucho y serán recompensados- Dijo al llegar al frente del salón- Fracasen en esto y las consecuencias pueden ser severas- Eva y yo nos dedicamos una mirada de confusión. Lo había dicho en un tono muy dulce pero ¿Por qué sonaba como amenaza?

Nos había brindado un libro a cada uno de nosotros, a lo que enseguida me puse a curiosear. "¿Qué es esto?" Fue lo primero que pensé.

-Aquí no hay nada sobre como usar hechizos de defensa- Dijo Granger.

-No sé para qué necesitarías hechizo de defensa- Inquirió Umbrige (ese era el nombre del betún rosa) en un tono burlesco- Van a aprender hechizos de defensa de una manera segura y sin riesgos-

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⏰ Última actualización: May 15, 2020 ⏰

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Bruma. Draco Malfoy y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora