En la sangre

Introducción

Sentía mi cuerpo pesado, sentía que algo estaba encima de mi, que me aplastaba, quería moverme, quería saber si Enrique estaba bien, quería voltear a verlo y saber que estaba bien.
No sabía que estaba pasando, realmente solo escuchaba cosas a lo lejos, gritos, y algunas ambulancias, no sabía por qué me sentía tan pesada, tan falta de aire, me dolía todo el cuerpo, me sentía asfixiada sin embargo por más que luchaba por abrir mis ojos, me era imposible. A lo lejos, y fuera de mis 5 sentidos , sentí como alguien agarraba mi mano, como alguien dejaba un pequeño beso en ella, podia sentir el temblor de esa mano que tomaba la mía.

-Te amo- Escuche a lo lejos una voz baja, no sabía que provenía de mi cabeza o de una persona, no podía distinguir, pero al escuchar esas palabras sentí tranquilidad, sentí que todo iba a estar bien, que todo esto iba a pasar y que como lo teníamos planeado nos iríamos lejos de aquí, lejos de mi familia.
No se cuantos segundos pasaron, o tal vez minutos, quería contestar pero las palabras no cedian y mis ojos tampoco, en algún momento deje de tener la poca consciencia que me quedaba, nomas me sentí desconectada, como si nada pasara.

Volví a sentir la pesades de mi cuerpo, pero esta vez, el olor a sangre no inundaba mis sentidos, solo olía bien, olía rico, intente abrir mis ojos, y comenzar a tomar conciencia de lo que pasaba a mi alrededor, así que poco a poco comencé a recobrar mis sentidos, hasta que me fue posible abrir los ojos, en ese momento sentí una luz cegadora, algo que no me dejaba en paz y hasta me ocasionaba un poco de malestar en la cabeza. Como pude me fui adaptando a la inmensa luz que se filtraba por la ventana, hasta abrir los ojos, hasta darme cuenta que me encontraba conectada a una gran cantidad de cables, y en una gran cama que estaba en medio de una inmensa habitación.

Intente recobrar la compostura, me intente sentar pero el dolor en mi era insoportable, me pasaba todo el cuerpo, y me faltaba un poco el aire. En ese momento escuché como la puerta era abierta, dejando pasar a un médico seguido de unas 5 enfermeras, el médico al verme denoto sorpresa y ¿confusión?, rápidamente sin decirme nada, el grupo de enfermeras comenzó a revisarme, a tomar mis signos, mi respiración y alguna hasta comenzó a quitar cables.

-¿Que paso? - Mi voz no parecía mía, estaba muy ronca, y supuse que era por la falta de líquido a través de ella y por la falta de habla de estos días, el doctor se acercó respetando el espacio personal, y me miró sigilosamente, de una manera creo que era ¿pena?, ¿tristeza?, no se bien que era, pero sentía la incomodidad que este tenía.

-Tuviste un accidente- Dijo lo mas tranquilo posible, lo más calmado y lo mas normal.

- Accidente? -

No sabía que decir, intentaba atar cabos en mi cabeza, intentaba acordarme de algo pero no podía, hasta que en ese momento comenzado a venir imágenes a mi cabeza, Enrique y yo en un carro, con nuestras maletas, felices, contentos por que nos íbamos a librar de esta mierda, y en otro recuerdo eran carros persiguiendonos, fuera de control, intentando alcanzarnos para llevarme con ellos. En ese momento caí en cuenta, en el carro en el que venía, también estaba Enrique.

-¿ Donde está? - El tono demandante y afligido no pasó desapercibido del doctor ya que me solo me miró con pena - Donde demonios esta Enrique- Esta vez subí más mi todo de voz, era una combinación entre dolor y confusión.

- Lo siento- Al escuchar que el doctor dijo eso, sentí como me moría, estaba muriendo por dentro, estaba sintiendo como que el mundo se me venía encima, sentía dolor, me sentía afligida, y el hoyo que se me hizo en el estómago no paraba de hacerse más grande.

- Que pasó, lo siento ¿porque?- Sabía la respuesta realmente, lo sentía en mi pecho, que el no estaba bien que estaba pasando algo grande, sin embargo con el nudo en la garganta me atreví a contestar