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A Yukki le sale todo mal, esto se convirtió en un fanfic.

En el próximo capítulo mostraré los aclaraciones, sino se me alargará mucho la nota final.

Por cierto, TsukiHina porque se me da la gana :v

¡L@s amo!

Su fuerte nunca fue consolar ni dar palabras de aliento, y, sin embargo, ahora se veía detrás de un árbol en la parte trasera de su instituto, consolando al chico más energético que pudo conocer: Hinata Shōyō

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Su fuerte nunca fue consolar ni dar palabras de aliento, y, sin embargo, ahora se veía detrás de un árbol en la parte trasera de su instituto, consolando al chico más energético que pudo conocer: Hinata Shōyō.


Acariciaba de manera suave y reconfortante al chico pegado a su pecho, llorando desconsoladamente. El río de lágrimas no paraban y los sollozos e hipos a causa de ello no tardaron en mostrarse.

Aunque no lo pareciese, Tsukishima estaba muy preocupado por el chico. Hinata no había mencionado ninguna palabra, tan solo sus caminos se habían cruzado cuando el bajo no paraba de llorar en posición de cuclillas. De ahí no dijeron nada, tan solo uno lloraba y abrazaba fuerte a Kei en busca de consuelo, mientras éste le daba la atención que tanto estaba buscando en ese instante.

La luz del Sol empezaba a esconderse tímidamente detrás de las montañas, ya era tarde y ambos habían faltado a la práctica. Tampoco les sorprendió que tuvieran tantas llamadas perdidas en sus celulares por parte del equipo de voleibol.

Tsukishima sería alguien frío y directo, hostil y sincero. Sin embargo, él mismo se encargo de que Shōyō llegará a su casa sano y salvo.

—Sea lo que te haya pasado —inició antes de que el bajo ingresará a su casa —, deberías de superarlo rápidamente —metió sus manos en los bolsillos de su pantalón de uniforme escolar —Como jalar la palanca del retrete, sin remordimiento. —y dió media vuelta para seguir su camino y así tener la esperanza de que el chico Sol volviese a brillar tanto como si no hubiese un mañana.

 —y dió media vuelta para seguir su camino y así tener la esperanza de que el chico Sol volviese a brillar tanto como si no hubiese un mañana

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—¿Entonces por eso lloraste? —miraba tranquilo el cielo de la mañana, sentado en el suelo junto a Hinata.

—Sí... —notó por el rabillo del ojo cómo Shōyō bajaba la mirada.

JALA LA PALANCA [TsukiHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora