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(***)

2 de octubre de 2018, Ciudad de México

Joaquín

La emoción me invadió una vez llegué a la plaza de las tres culturas, estaba emocionado porque era la primera vez que asistía a la marcha en honor a todos los que fueron asesinados el 2 de octubre de 1968.

La historia nunca había sido de mi interés hasta que escuche sobre la matanza de Tlatelolco, no podía creer lo que el gobierno de ese tiempo fue capaz de hacer para silenciar a quienes solo querían hacer valer sus derechos.

El día comenzó con un mitin a las 10 de la mañana, donde algunos sobrevivientes pasaban a dar sus testimonios de lo ocurrido ese día, la mayoría llegaba a sus 70 años y a decir verdad la opresión en mi pecho crecía mientras las historias se conectaban.

Nikolas, Ale y Eduardo igual tenían una expresión de dolor en su rostro, podría asegurar que era empatía por lo que pasó hace 50 años.

—Recuerdo cada momento de ese día, yo era profesor en la facultad de ciencias políticas, era mi primer año y por supuesto que apoyaba a mis alumnos... El 2 de octubre del 68 un grupo de ellos fueron mis héroes, me salvaron... Pero ellos no—comenzó a llorar, su voz se quebró al decir lo último. Parecía que la culpa lo atormentaba y eso me partía el alma.

La marcha dio inicio a las 4 de la tarde, observé cómo la gente se alejaba pero yo no podía avanzar. Mis pies se congelaron al momento de querer caminar, la presión de mi pecho incrementó cuando en mi visión un joven de cabello rizado se hizo presente.

Él estaba junto a sus amigos , al parecer tampoco tenía la intención de avanzar simplemente su mirada estaba directo al edificio Chihuahua, uno de los principales ejecutores de la balacera.

No se cuanto tiempo pasó, Ale y Eduardo continuaron el recorrido a petición mía, pero Nikolas se quedó a mi lado, pues él tampoco podía avanzar al contrario comenzó a temblar al mirar al mismo edificio que aquel desconocido.

El shock aún no se me pasaba pero aquel profesor que dio su testimonio me llamó con sus manos, yo caminé a su lado sin dudar. Su mirada estaba tranquila y me sonrió cálidamente.

—Hola, ¿Podrías decirme cuál es tu nombre?—El se encontraba sentado en una silla de ruedas y yo me incliné un poco para quedar a su altura.

—Joaquín Bondoni, profe... Aunque me gusta que me digan Joaco—le regalé una sonrisa

—¿Es la primera vez que asistes? Nunca te había visto por aquí—su voz desgastada era muy amable, sentía tanta confianza a su lado

—Sí, me acabo de mudar de Toluca. Acabo de ingresar a C.U. en Ciencias políticas—no le tomé importancia al contarle, en verdad me transmitía confianza. Su mirada tenía un toque de sorpresa y por un momento sus ojos se llenaron de lágrimas y su sonrisa cambió a una melancólica.

—Elegiste bien... Lucha por tus sueños—fue lo último que escuché de él pues una joven se acercó a interrumpir.

—Buenas tardes.—me saludó y yo le contesté de inmediato—Papá es hora de irnos, ya no estás en condiciones de estar mucho tiempo afuera. Una disculpa joven, nos tenemos que ir.

—¡Oh! No se preocupen... Espero verlos el próximo año, yo también me retiro—me alejé lentamente hasta llegar con Niko, quién tenía una botella de agua y ya parecía más tranquilo.—¿Quieres ir al departamento? Te vez cansado

—No, quiero ver el atardecer.— miró al cielo, el cual estaba despejado completamente, a decir verdad no tardaba en oscurecer.

Yo miré la luna, aún estaba poco visible y era opacada por la luz del sol, mire mi reloj y pasaban de las siete. Ale y Eduardo regresaron a nuestro lado, al parecer en la parte donde marchaban había un gran grupo que solo buscaba hacer desmadre y no respetaba el significado de la marcha.

Poco a poco se hacía presente un Rojo atardecer en toda la Plaza de las tres culturas . El intenso color cubrió completamente el lugar, se veía hermoso completamente.

Sentí el peso de una mirada a mis espaldas y una vez más vi a ese desconocido de hermosos rizos, pero esta vez conectamos completamente. El café de sus ojos me atraparon al momento que se toparon con los míos, tenía una sensación extraña en mi estómago por las diferentes emociones que surgían... Y como si fuera un flash unas voces se hicieron presentes cuando la noche cayó

«Aristóteles

Cuauhtémoc»

(***)

La conexión que tuvieron en ese instante fue percibida solo por una persona que aún permanecía en el lugar y en el mundo terrenal. Un adulto de más de 70 años que aún miraba a lo lejos la escena, melancólico de ver a esos jóvenes una vez más... Pero ahora más libres.

—Temo, no haz cambiado en nada, en verdad tú esencia sigue siendo la misma, estoy tan feliz de verte de nuevo... Aunque creí que debía alcanzarte después de 50 años... Ari, cumpliste tu promesa, me dijiste que si en esta vida no podías amarlo libremente... Lo buscarías en la siguiente—sonrió cansado, pero satisfecho. Su culpa se había disipado una vez reconoció a sus antiguos alumnos—Diego, Lota, Mateo... También están aquí, bueno... Ahora yo los estaré esperando en la otra vida, porque ustedes merecen una nueva...

Siendo las 8 en punto, dio su último suspiro en el mismo lugar donde se había librado de la muerte una vez. Su hija se acercó nuevamente a él para ayudarlo a subir a la camioneta que había llegado por ellos, pero en cambio las lágrimas la abordaron cuando sintió el cuerpo de su padre frío.

Sin embargo, la tranquilidad que mostraba era distinta a los últimos años en los que había vivido con él; en su rostro parecía dormir plácidamente y no como antes que mantenía su seño fruncido o con una expresión de miedo total; sus manos descansaban sobre su regazo y mantenía una leve sonrisa en su rostro.

—Hasta siempre, Papito—depositó un beso en la cabeza de su padre y procedió a llamar a su hermano que se encontraba en la camioneta para subir el cuerpo y comenzar con los deberes funerarios.

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Hey qué tal queridos lectores!!
Está historia llevo planeando la meses y gracias a unas amigas que me animaron a que la desarrollara fue que está aquí.

Para los de México, saben que este acontecimiento es muy importante en la historia de nuestro país

Para quienes desconocen el tema, los invito a que se acerquen y divaguen un poco sobre la historia de México. También aquí podrán saber mucho, ya que tiene hechos reales y obviamente con un poco de mi toque...

Espero que les guste y nos estaremos leyendo

Sin más, hasta el próximo cap.

VabyRM

Luz Roja [Aristemo/Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora