VIII

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29 de septiembre de 1968, Distrito Federal México.

—Por lo cual, hemos decidido aceptar sus propuestas de diálogo público, siempre y cuando, se realicen antes y después de los Juegos Olímpicos. Les envío un cordial saludo, Gerardo Delfín Ortega—terminó de leer Mateo ante todo el CNH, todos estaban boquiabiertos, sorprendidos de que al fin se había logrado el cometido inicial. El presidente estaba dispuesto a dialogar, no más actos de violencia, no más represión, ya no serían atacados—De acuerdo, se le enviará una respuesta, tal vez si hacemos otro mitin y esta vez lo invitamos, podamos dialogar frente a todos.

—Sí, está perfecto. En la plaza de las tres culturas, hemos estado ahí sin ningún problema y el lugar es muy espacioso—Carmela se levantó alegre, al fin su hermano estaría orgulloso del logro que tuvieron.

—Hay que avisar al rector que la carta también informa que el ejército abandonará mañana las instalaciones de C.U. y podrán retomar sus actividades—dijo Mateo, sería una buena noticia para la mayor autoridad de la UNAM después de todo lo que pasó en los últimos días. Presentar su renuncia fue lo más difícil para él, pues amaba su trabajo, pero gracias al apoyo de los estudiantes y del Consejo Universitario, su renuncia fue denegada.

—Informaré sobre el mitin y pasado mañana los veo en la explanada de rectoría para afinar detalles y la respuesta al presidente—anunció Víctor—Se logró un escalón más, compañeros.

Los aplausos de victoria no se hicieron esperar, estaban seguros que todo estaba valiendo la pena.

Y justo como se dijo en la carta, al día siguiente el ejército abandonó las instalaciones de UNAM, pero la Vocacional 7 seguía invadida por la policía.

—¿Y qué pasará después, Temo?—Ari y el estaban en la habitación del nombrado, pasaban de las 3 de la madrugada, pero ninguno tenía sueño—¿Crees que se cumplan todas las peticiones?

—Es una esperanza que no se pierde, Ari. Han sido tres meses de diferentes acontecimientos; marchas, mítines, asaltos, choques violentos, la unión de otras escuelas, de trabajadores... De muertes y arrestos.—un pequeño suspiro salió de sus labios—Aunque no te voy a mentir, aún hay algo que no me cuadra.

—¿Por qué lo dices?—estaban frente a frente, la fría madrugada los hacia estar abrazados, era su momento favorito

—Tal vez solo estoy siendo paranoico, pero... Respondió más pronto de lo que se esperaba. Seamos honestos, el presidente es muy terco, así ha sido desde que empezó el movimiento ¿Por qué cambiaría tan fácil?—Ari le regaló un tierno beso

—Puede ser la presión por la llegada de los países extranjeros, el 12 empiezan los Juegos Olímpicos, entonces todos los que lleguen, pensarán que no tiene control en su país, su imagen está de por medio... Necesitaba hacer algo y que mejor que ceder—Temo estaba sorprendido por lo analizado por Ari, él ya tenía cierta noción en ello, pero sabía que el rizado no era de fijarse a detalle dentro de la política.

—Creo que tienes razón, pero bueno, cambiando de tema... ¿Conseguiste la guitarra que querías?—los ojos del castaño se iluminaron, hace tiempo, antes del conflicto estudiantil, ellos habían tenido una plática donde los verdaderos sueños de Aristóteles salieron: la música. La manera en que su rizado hablaba de ella, su sonrisa y sus ojos destellantes ante su verdadera pasión.

Lamentablemente su familia estaba en contra total y cada vez su sueño se apagó, renunciar fue muy difícil, pero Temo sabía que nunca es tarde para hacer lo que amas, así que ayudó a su amado a conseguir algunas clases algo económicas de música y aprendería varios instrumentos, entre ellos la guitarra y el saxofón. Y aunque el movimiento había detenido sus clases, pronto las retomaría.

—Ya, Bruno me ayudara con los otros, pero te debo a ti mucho—le sonrió, sus miradas estaban más que conectadas—Te quiero, Temo.

—Serás un gran músico, el mejor—se apegó más a él y lo besó, lo besó como cada noche que podían escaparse del mundo y volverse adictos uno al otro.

Aunque esta vez estaban tan perdidos en su mundo que olvidaron cerrar la puerta con llave y detrás de esta Diego escuchaba todo.

No le sorprendía, conocía a Temo desde niños y sabía que él siempre había sido distinto en muchos sentidos, aunque estaba molesto porque no se lo dijo, pero estaba feliz por él.

(***)

1ero de octubre de 1968, Ciudad Universitaria, DF México.

Estaban reunidos, la noticia de la propuesta del presidente para el diálogo fue tomada de la mejor manera, el rector estaba feliz por sus alumnos.

—Mañana los esperamos en la Plaza de las Tres Culturas, la invitación está extendida para toda la republica y para el Licenciado Gerardo Delfín Ortega, nuestro presidente—todos aplaudieron alegres

«Sí se pudo, sí se pudo»coreaban los estudiantes, estaban más que alegres.

Fueron dos asambleas, una en la mañana y una en la tarde, para anunciar el mitin que se llevaría a cabo el siguiente día, sin intervención.

Todo estaba yendo a la perfección...

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Capitulo corto

Muchas gracias por el apoyo!!

Nos vemos el viernes para el gran final 🤗❤️

Los amo mucho

Vaby RM

Luz Roja [Aristemo/Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora