Mi amante es...

...Quedarse Dormido

"¿Qué pasa, Baekho?" Minhyun respondió a la llamada con una pregunta después de que logró disculparse de la reunión.

"Tu madre envió escoltas a nuestra casa para llevarme de vuelta a tu casa. No sé si debería seguirlos", Baekho rápidamente transmitió su problema a Minhyun, quien frunció el ceño.

"¿Mamá lo hizo?"

"Sí. Están afuera esperándome ahora".

"No te vayas, Baekho".

"Pero ella me dijo que también te llamará más tarde. Incluso personalmente me habló por teléfono, Minhyun".

"Ella no tiene ninguna razón para verte. Sin embargo, es mejor si no vas".

"¿No puedes venir a casa? No sé cómo pedirles que se vayan".

"Baek ... está bien. Volveré tan pronto como pueda. Si intentan recurrir a la violencia, solo síguelos entonces. No te lastimes".

"Entiendo." Minhyun cerró su teléfono y apretó los dientes. ¿Qué quería su madre con Baekho? Regresó a la reunión para tratar de terminar las cosas lo más rápido que pudo. Por suerte ya casi había terminado. Una vez que se decidieron por los documentos, Minhyun salió corriendo del lugar. Condujo a casa, aliviado de que el restaurante no estuviera tan lejos de su casa. Él notó el automóvil, reconociéndolo como uno de los automóviles de su familia debido a la placa de matrícula personalizada. Aparcó dentro y bajó del auto, acercándose a los dos hombres que todavía estaban esperando a Baekho. Parecían nerviosos al ver a Minhyun detenerse frente a ellos.

"Hola. ¿Puedo preguntar qué tipo de negocio tiene mi madre con mi esposo?" Minhyun preguntó con una ligera mirada. Tragaron saliva.

"No tenemos información sobre eso, joven maestro Minhyun. Solo se nos ordenó escoltarlo de regreso a casa".

"¿Es así? ¿Sin mi permiso o conocimiento?"

"Tu madre no cree que invitar a tu esposo a casa requiera permiso".

"Lo llevaré a casa yo mismo. Los dos pueden irse".

"No podemos hacer eso, joven maestro. Es su orden directa".

Minhyun gruñó un poco pero se dio la vuelta. Abrió la puerta de su casa para encontrar a Baekho parado nerviosamente detrás. "Minhyun, has vuelto".

"Lo estoy y esto es preocupante. Mi madre les ordenó directamente que te escoltaran de regreso".

"¿Realmente tengo que irme?"

"Iré contigo, por supuesto. Vamos."

"Bueno." Baekho se puso el abrigo mientras Minhyun cerró la puerta. Siguieron a los dos hombres hasta el automóvil y se dirigieron a la casa de la familia de Minhyun. Baekho estaba nervioso, inseguro de lo que la madre de Minhyun quería con él, pero parecía que incluso Minhyun no lo sabía, por lo que solo podía sentarse en silencio. Esperaba no haber hecho nada para enfurecer a sus suegros.

O al menos, cualquier cosa para enfurecer a la madre de Minhyun.

La señora misma estaba sentada en su jardín exterior, bebiendo té y comiendo galletas de la tarde mientras los dos hombres se acercaban a ella. Baekho estaba aún más confundido ahora. ¿Ella acaba de invitarlo a tomar el té de la tarde? Cuando los vio, sonrió brillantemente.

"Estamos aquí. Dinos qué quieres", exigió Minhyun y Baekho chilló.

"Siéntense, siéntense, mis queridos". Minhyun suspiró y Baekho simplemente se sentó, temeroso de ir en contra de sus palabras. Minhyun se sentó después de acariciar la silla. "¿Te gustaría algo de té?"

"Claro", respondió Baekho en un intento de parecer agradable. Minhyun sacudió la cabeza. Le sirvió a Baekho una taza de té y la deslizó. Baekho lo tomó y lo bebió. "Um ... ¿Por qué me estaba buscando, señora?"

"Oh ... ¿No puedo pasar algo de tiempo contigo? Es realmente aburrido estar solo en casa sin un esposo, ¿no crees?"

"Bueno ... espero ansiosamente a Minhyun, así que realmente no creo que sea tan aburrido", respondió Baekho tímidamente. Ella se rió y asintió.

"Siempre es un niño tan agradable".

"Mamá, solo sigue adelante," Minhyun suspiró y se frotó las sienes, sintiendo un dolor en la cabeza.

"¿No crees que las lavandas se ven maravillosas en esta época del año?" Preguntó mientras golpeaba su taza. Baekho miró a su alrededor para encontrar un arbusto de lavandas cerca de ellos. Justo antes de que Baekho pudiera responder, escuchó un ruido sordo y se giró para encontrar a Minhyun recostando su cabeza sobre la mesa con los ojos cerrados.

"¿Minhyun?"

"Oh, Dios mío. Pensé que serías más susceptible a eso, pero supongo que mi hijo debe haber estado realmente cansado".

"¿Qué?" Baekho parpadeó, sintiendo sus párpados pesarse.

"Es bueno que el té te haga sentir tan relajado, ¿no?"

"El té ..." Baekho bostezó e intentó no quedarse dormido, pero su mente se sentía pesada. Cada vez más pesado hasta que apenas podia pensar. Se desmayó, cayendo de su asiento y al suelo. La madre de Minhyun sonrió y se levantó.

"Que duerman bien, mis muchachos".

Cuando Minhyun abrió los ojos, se sintió extrañamente despierto y alarmado. Parpadeó antes de levantarse de su posición acostada. Se dio cuenta de que estaba solo en su habitación, escondido. Miró a su alrededor antes de levantarse rápidamente de su cama. Todavía llevaba su propia ropa cuando salió de su habitación.

"¿Baekho?" gritó mientras trataba de olfatear al otro. "¡Baekho!" Se apresuró a bajar las escaleras y comenzó a correr para buscar al otro, sorprendiendo a un par de mayordomos y sirvientas mientras los pasaba corriendo. Encontró a su madre sentada en la sala mientras miraba televisión y se acercó a ella con furia.

"¿Dónde está mi esposo? ¿Qué le hiciste otra vez?" Minhyun siseó.

"¿Has dormido bien, Minhyun?"

"Mamá, no estoy bromeando. ¿Dónde está Baekho?"

"Ven y siéntate conmigo. Hablemos. Solo nosotros dos, ¿de acuerdo?"

"Juro que si le hiciste algo otra vez como la última vez"

"Oh, Minhyun. Deja de ser una verruga de preocupación y siéntate". Los ojos de Minhyun brillaron mientras se sentaba. Lástima que sus poderes no funcionaran en su propia madre o él ya la habría hecho decirle el paradero de Baekho. Estaba tan preocupado por él.

"¿Qué deseas?"

"Dejé muy claro el otro día que quiero que asistas a la boda de Daniel, ¿no?"