🎭Capítulo1: ¿Hacía la libertad?

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Ese 15 de junio la cafetería Butterfly; una de las más elegantes en Bangkok se encontraba solitaria, como si la hubiese alquilado para ver y escuchar esas dos chicas hablar.

Rossana todavía no llegaba, yo sinceramente me estaba hartando de escuchar como Xian sorbía su bebida. Su presencia me revolvía las entrañas en un sentimiento asqueroso de desconfianza.

«¡El cuero cabelludo, arrancacelo!»

Desde aquel 1 de mayo aquella voz se había obsesionado con ese tema; hacía un esfuerzo por no gritar de frustración cada que miraba a Xian tenía imágenes intrusivas con unas escenas dignas de «Mil maneras de morir».

La otra, mantenía sin quererlo el equilibrio:

«Asclepio, debes desconfiar».

Se cumplirá ya un mes desde que pasó el accidente, que casi acaba con la vida de mi Epione. Por eso y otras razones; siempre tengo que estar ahí.

La campana en el marco de la puerta tintinea en cuanto entra Rossana, es ahí cuando me doy cuenta que de tanto aferrarme al mantel estuve a punto de desnudar la mesa. La peliazul se ve agitada; seguro se le escapó a Tianjin, las pequeñas gotas del líquido salado bajan por su piel blanquecina dándole una apariencia brillosa.

— Carolina... tienes cinco, minutos — Ella pasa su peso de un pie a otro, está fastidiada por el inquietante silencio de la rubia —. A menos que estés a punto de decir el ganador de los Oscars, algo que es imposible, no veo motivo para tu misterio

— Siéntate mujer, no muerdo — la rubia pide y Ross gruñe como respuesta, algo parecido a una sonrisa se dibujó en mi rostro por debajo de la máscara negra, mi Epione tiene tanto carácter, Xian habla por fin —, vendrás conmigo a Seúl, se que tienes ahorros suficientes para el boleto, no podemos huir de la prensa por siempre

Pensé que Rossana se quedaría petrificada por la noticia, olvidaba que ella nunca se cansaría de ser sorprendente.

— Volaré hacía mi libertad, seré feliz sin aquellos que jamás me quisieron — Ross se cruzó de piernas con una elegancia fascinante, no pude ni me interesaba ver la reacción de Xian —. Chispitas, tampoco es para que reacciones así, ¿me regalarás un veneno bien frío o seguirás viéndome como si quisieras besarme? 

Rossana colocó sus brazos cruzados sobre sus piernas y alzó las cejas divertida por algo que yo no podía ver, elegí una mesa atrás de Xian que me permitiera solo observar a Epione.

— Dos cosas — la ardilla peliteñida elevó su dedo índice a manera de conteo —. La primera: ¿qué es veneno? Y la segunda — levantó el dedo corazón para dar peso a su punto —, ¿quién es ésta perra egocéntrica y qué haz hecho con mi amiga?

Epione sonrío.

— La respuesta a tu primera pregunta es: así le digo a la Coca-Cola, y lo segundo, estuve hablando demasiado con SeokJin oppa y tal vez la perraza que llevo dentro volvió a ladrar

— Me gusta este cambio, te daré tu veneno, luego te irás a hablar con tu madre alistarás las maletas llegaremos a Seúl y ahí, hablaremos sobre lo traicionera que me saliste gugu — dramatiza Xian, Epione finge inspeccionar el lugar con la mirada mientras silba, al parecer está ignorando los celos de su amiga.

Xian llama al moso con un ademán, el hombre toma la orden y se retira tan rápido como llegó.

— He recordado algo de lo que pasó aquella noche, había una cuarta persona con nosotras pero aun es borrosa en mi memoria, también fui a la casa de ese vecino que nunca sale, él me dijo que-... — el moso interrumpe su retahíla colocando la bebida delante de ella, Rossana la ignora.

Parece que la peli azul está observando algo que le disgusta en el rostro de su amiga porque tuerce el gesto, la molestia tiñe cada uno de sus músculos fáciales.

— Te dije que dejaras de creer que eres Sherlock Holmes — ¿quién se cree Xian para regañar a mi Epione?, Ross da un golpe en la mesa con la mano abierta, las bebidas se tambalean amenazando con derramarse.

— Y yo te dije que no iba a dejarlo estar, Shenýang me está acusando de algo que no hice y tengo que saber el porqué, además estoy segura que escuché algo antes de perder por completo el conocimiento, no voy a descansar hasta llegar al fondo de todo esto.


«Touché».

Eso fue lo último que dijo Rossana antes de regresar a su casa. Ya no había razón para que yo siguiera en aquel lugar; salí del citio arrastrando una pequeña maleta conmigo.

͎Antes de irme al aeropuerto abrí KakaoTalk y envíe el siguiente texto:

Estoy más cerca de ti de lo que crees Chung-Lee.

🎭 Atte: El pintor de la muerte, Asclepio”.




















Xian Carolina en multimedia.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2021 ⏰

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