Toda la casa ardía en altas y anaranjadas llamas, había sido uno de esos no anormales incendios por la noche, así que debían ser rescatados del segundo piso de su hogar
—USA dónde está Texas?—dijo México asustado tratando de buscar a su hijo con la mirada
—Calm down, he'll be fine [Tranquilo, estará bien]
Lo que pasaba realmente es que Texas había inhalado una cantidad excesiva de humo cuando ayudó a los demás a bajar por la ventana, por lo cual cayó inconsciente sin que se dieran cuenta, y el fuego lo estaba alcanzando
—Dónde está, yo no lo veo, y si le ocurrió algo malo? Tenemos que ir a buscarlo!—dijo ya muy inquieto el tricolor
—Mexico—el estadounidense le dio un fuerte abrazo, para reconfortarlo, un hombro en el cual llorar y a la vez para detenerlo por sí acaso quisiera hacer alguna imprudencia
—T-tenemos que salvarlo—musito el hispanohablante tratando de zafarse del abrazo, sin éxito alguno, ya que un montón de bomberos y personal de las ambulancias se lo impidieron—TEXAS!—gritó destrozado
No lo sabían, pero su hijo ya iba camino al hospital, en una ambulancia recibiendo primeros auxilios pues no parecía querer despertar
Por lo menos no pronto
Habían pasado al rededor de 2 meses desde aquel accidente, y su querido hijo no despertaba.
México iba a visitarlo todos los días, le hablaba, le contaba historias de cuando era más pequeño, le decía cuanto lo amaba.
Le tomaba de la mano, aquella mano que también lo tomaba cuando se sentía asustado, con colores brillantes ahora era mucho más pálida, y con una pequeño tuvo de plástico largo que lo conectaba con una bolsa que le daba los nutrientes más esenciales
Estaba tan delgado
Mientras tanto, América esperaba afuera, comiendo un poco de esa comida horrible de hospital... Era horrible? Ni si quiera recordaba lo que era la buena comida, dejó de comer hamburguesas cuando México se fue a vivir con el, pero desde el día del incendio el ya no había vuelto a cocinar realmente nada
El americano también estaba triste por su hijo, así que decidió entrar de una vez por todas a aquella blanquecina habitación...
Se quedó en recargado en el marco de la puerta escuchando las cosas que si pareja le decía a su niño.
—Cuando despiertes te aseguro que te compensaremos todo este tiempo, iremos a parques de diversiones, a centros tecnológicos, festivales gastronómicos o lo que quieras y volveremos a ser la familia que siempre hemos sido, yo y USA estamos muy orgullosos de ti Texas...
El estadounidense se acercó un poco, abrazando al mexicano por detrás y admirando el cuerpo de su hijo
—Debe estar muy emocionado, el siempre fue así—dijo con un leve tono de melancolía
México se volteó para abrazarse frente a frente con USA en un abrazo mucho más fuerte, mientras derramaba pequeñas lágrimas, muchos pensarían que le tendría rencor al estadounidense, pero después de reflexionarlo tanto se dio cuenta que lo había hecho por su bien, quien sabe que pasaría si además de texas también México o USA no despertara
Y no querían hacerse ese daño
—I love you—susurró el murica
—Yo te amo más—le respondió el latino
Tan-tan