La fórmula perfecta

Tres

El siguiente Two-shot es una comisión Kiribakuraka hecha para Megami Iwanaba, quien me dio su autorización para publicar el fic. Si gustan alguna historia, pueden enviarme un mensaje para hablarlo y darles detalles de las tarifas (sí, tengo comisiones).

Canonverse. Situado durante su graduación de UA.

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Tres

"Si estamos juntos, ¿quién contra nosotros?"

Después de la implícita aprobación de Aizawa, los tres regresaron a los dormitorios en silencio. Tanto el pelirrojo como la castaña seguían pensando en sus palabras; existían diferencias entre los docentes y el público en general... y no sabían cómo sentirse al respecto.

—Paren —pidió Bakugo, antes de ingresar al dormitorio. El sol ya se había ocultado y el camino era iluminado por las lámparas de la escuela. Observó a Uraraka y Kirishima con detenimiento—. Son fuertes, maldita sea —gruñó, enfadado consigo mismo y con sus compañeros—. Que sus peculiaridades no sean "llamativa" —aludió haciendo comillas en el aire— no significa que no puedan patear traseros. —Una sonrisa burlona se plasmó en sus labios—. Corrijo; que no puedan seguir pateando traseros.

Ambos muchachos fruncieron el ceño. Uraraka estaba a punto de preguntarle si estaba bien cuando Kirishima se le adelantó.

—¿De qué hablas? —Cuestionó confundido. Usualmente el rubio era gritos, acciones y gestos de reconocimiento, el hecho de que trate de alentarlos con palabras, resultaba desconcertante.

—Ya éramos los tres grandes incluso antes de iniciar —respondió, reanudando el paso con seguridad—. Los primeros tres lugares en el examen de admisión —les recordó. Aquello, iluminó sus ojos, se apresuraron a seguirlo. Kirishima le colgó el brazo derecho sobre los hombros mientras Uraraka lo abrazaba por la cintura. Ambos agradecieron en silencio la oportunidad que tenían, así que la protegerían y velarían por ella.

***

—Deja de moverte la jodida corbata —le advirtió Bakugo, golpeando sus manos para alejarlas del cuello y rehacer el nudo—. La bruja me asesinará si la tienes mal acomodada. —Advirtió para después alejarse, verificando el resultado.

—Viejo, tus padres hicieron un gran trabajo —felicitó por décima ocasión, provocando que el rubio rodará los ojos—. Debiste dejar que Ocha y yo le agradeceríamos.

—Ja —se burló—. No habría soltado el teléfono en todo el día de ser así —explicó encogiéndose de hombros—. Además, los veremos en la ceremonia, no sé por qué se preocupan.

—Es un gran paso —murmuró Kirishima. Bajo la mirada, observando sus manos y meditando lo que harían—. Sabemos que no es necesario, pero...

Bakugo se colocó frente a él, apoyó ambas manos en sus hombros para subirlas hasta su cuello y atraerlo en un suave beso.

—Que se joda el mundo —espetó el rubio antes de alejarse—. Nosotros no nos estamos ocultando y menos haciendo algo malo —replicó, contemplando los ojos rubí del pelirrojo—. Ochako y tú tienen que entenderlo. —Y sonrió, desarmando cualquier duda o preocupación en su interior. Ahora fue Kirishima quien lo atrajo para besarlo, feliz y agradecido de estar enamorado y ser correspondido por una persona tan maravillosa como Bakugo.