Prólogo

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Ya se había hecho de día, Edd, el joven de suéter verde, se encontraba tirado en la cama de su habitación un poco triste y pensativo, aquel día, ese día, había sido el causante de aquel dolor... El día en que aquel cuernudo amigo suyo los había traicionado a ellos...

"P-pero, no somos... ¿No somos amigos?"

"¡HA! ¿AMIGOS? ¡QUIEN NECESITA AMIGOS CUANDO TIENES UN ROBOT GIGANTE! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! "

...

Aquel recuerdo era el que invadía su mente y lo tenía de malas y si levantarse era horrible en ese momento...

Matt, mientras tanto, se encontraba en su departamento ya despierto, y se vestía y arreglaba como preparándose para una ir a una gran fiesta, lo que en realidad, solamente iría a visitar a su amigo Edd que era del departamento de al lado.

Este saliendo del lugar prosiguió a tocar la puerta de su amigo de suéter verde.

...

Como cualquier día, yacía todavía dormitando el de azul, tan poco expresivo como siempre, para luego ser despertado por su alarma, y obstinado lo tiró al suelo...

-Otro día mas... - Se quejo el de azul.

Procedió levantarse, para lavarse la cara y pasar por la cocina para tomar una botella de su amado licor, smirnoff, sentarse en la sala, mirar la tv, pero por alguna razón nada de eso lo distraiga de sus pensamientos, si no su centro de atención, era aquel joven de verde...

-Me pregunto que estará haciendo...- se dijo a si mismo dudoso.

Mientras el de suéter verde escuchaba los toques en la puerta prosiguió levantandose de la cama y tomar su abrigo e ir atender al de la puerta, pasando este cerca del baño, se miro por un momento en busca de una sonrisa perfecta para que su amigo no se diese cuenta de su dolor lavo su cara también ya que no había dormido, después de hallar la sonrisa perfecta decidió ir con la mascara perfecta a atender al pelinaranjo.

- Ya voy - Respondió a voces el de suéter verde al de la puerta oyendo los insistes toques de la puerta.

El de suéter verde al abrir la puerta y al ver a su amigo pelinaranjo, le sonrió, y prosiguió dejándolo pasar e ir a la cocina a traer una taza de café para quien era su invitado.

- Y dime Matt... ¿A que se debe tú visita tan temprana?... - pregunto curioso el de verde,a voces desde la cocina de ahí se podía escuchar su voz.

- Oh... nada Edd... Solamente aburrido... ¿Sabes? Últimamente el apartamento es silencioso cuando no estamos juntos los tres... - Dijo el pelinaranjo en el mueble jugueteando un poco con sus pies algo aburrido.

- El de suéter verde le sonrió a este - Bueno Matt... Lo bueno es que somos vecinos y puedes venir cuando quieras a divertirte conmigo... - Dijo sonriente este dándole una taza de café al pelinaranjo.

- Muchas gracias, Edd... - Dijo este tomando la taza.

En cuanto pasaban las horas, y el reloj pasaba su trazar, con aquellos irritantes sonidos, no dejaban pensar de todo al joven de azul, en la tv no pasaba nada bueno, hasta empezó a extrañar los desastres y el ruido que hacían en la antigua casa, aburrido, optó por salir de su pequeño hogar, para visitar a aquel pequeño causante de sus tenues y continuos pensamientos profundos...

- Hey!! Edd!! Soy yo, Tom! Abre la puerta.- Dijo en cierto modo arrogante y serio, mientras tocaba la puerta continuamente.

El de suéter verde escuchando los sonidos que hacía el ojisnegro se encontraba muy ocupado para poder abrir a este, viendo al pelinaranjo, optó por pedirle a este que la abriera por él, el cual obedientemente fue y abrió a su amigo.

¡No estoy celoso!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora