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❁―Eres una puta mierda, Lee Jooheon.― una, dos, tal vez tres cachetadas, tal vez cinco. La realidad era que a Jooheon no le importaba cuántas fuesen las veces que aquella mujer lo golpeara, con todo el alcohol que habia en su cuerpo ni siquiera las sentía.
―Me fuiste infiel, ¿y el hijo de puta he sido yo?― logró formular con sarcasmo y su acompañante se quedó helada.― La que no supo respetar la relación has sido tu, Ha-neul.
Poco le importó a la mujer, quién empezó a gritarle que eso no le daba el derecho de dejarla frente a todos sus compañeros de trabajo. Poco le importó también a Jooheon, quién la echó de su casa y una vez fuera le cerró la puerta en sus narices para quedar así a solas con sus amadas botellas de dios sabe qué.
¿Cómo había llegado a ese punto? Jooheon no lo sabía, sólo sabía que no aguantaría ni un día más así, que no podía seguir negando todos sus sentimientos y cubriendolos con alguna mujer de mala fama. Ebrio, marcaba el número que por más alcohol que bebiera no se borraría nunca de su mente.―¿Jooheonnie?¿Que haces llamando a esta hora?
―Abre la puerta.― no le llevó nada de tiempo realmente estar en la puerta del bajito pelinegro ya que era su vecino y cuando éste abrió la puerta Jooheon se dio unos segundos en medio de tantos mareos para apreciar sus ojitos hinchados por dormir y una marca rojiza en su mejilla izquierda que la almohada le había hecho.― ¿Puedo dormir aquí?
El contrario asintió, no sería la primera ni la última vez que su mejor amigo lo llamaría a la madrugada ebrio por culpa de sus fiascos amorosos. Aunque estaba acostumbrado, cuando Jooheon le abrazó sollozando, hizo una mueca de desagrado por el olor a alcohol que inundó sus fosas nasales. Medio arrastró al mayor a la cama y se fue al baño para buscar una pastilla para la resaca junto con un balde que dejó en el piso del lado que dormiría Jooheon, ya le había pasado que el pelinaranja no había llegado a tiempo al baño para vaciar su estómago y a Changkyun no le agradaba la idea de tener que volver a limpiar su vómito.
Mentiría si dijera que el menor no lo cronometró y justo como predijo: a las 5 am Jooheon estaba vomitando en su baño.―Te ves horrible.― el pelinegro musitó desde el marco de la puerta.
―No ayudas, Kyunnie.
―Deja de lloriquear y toma esto.― en cuanto Jooheon se enjuagó y cepilló la boca (tenía un cepillo para él en la casa del pelinegro, de tantas veces que esto ocurrió) el menor le entregó un vaso de agua con una pastilla.― No la tomes tan rápido idiota, ¿acaso quieres vomitar eso también? Aish, no aprendes más.
El mayor sonrió por la actitud protectora de su mejor amigo que a pesar de ser menor que él, lo regañaba como si fuese su madre. Le devolvió el vaso y lo siguió hacia la habitación a paso lento y pesado, se sentía como la mierda misma.
Una vez en la cama, Changkyun le dio la espalda a su hyung e intentó dormir aun sabiendo que no dormiría bien hasta que Jooheon entre sueño y sueño le abrazara como hacía cada vez que se quedaba en su casa.
Pero el abrazo nunca llegó y en su lugar el más bajo escucho sollozos. Alarmado se dio vuelta y antes de que pudiera decir algo el mayor le abrazó.―Ya, ya. Hay más chicas en el mundo, hyung.
―Pero yo no quiero a nadie más que a ti Kyunnie.― el menor se quedo quieto entre sus brazos y apesar de que sentía miedo por su reacción siguió hablando.― No sé por qué sigo queriendo ocultarlo, quejandome cada día de que no existe alguien perfecto para mí cuando el único que amo es aquel que está frente a mí cada día de mi vida desde que me mudé. Nadie va a hacerme sentir tan bien en sus brazos como tu y nadie va a lograr que mi mente se ponga en blanco con el solo hecho de sonreír como tu lo haces. Nadie me va a volver tan loco como me vuelves tu, Changkyun. Sabes...― soltó una risa amarga que al menor le rompió el corazón.― ...no quiero soltarte, no quiero ver el rechazo en tu rostro, no quiero entender que nunca serás mi novio porque para ti soy sólo un amigo.
―Eres un idiota.― juntando todas sus fuerzas el menor lo apartó y lo obligó a mirarlo y Jooheon se confundió al ver la sonrisa dulce de Chang.― Eres tan idiota que no recuerdas que ya confesaste tu amor por mí la última vez que estuviste ebrio.― el menor rió en cuanto vio que Jooheon abría cada vez más los ojos, si es que eso era posible.― Tan idiota que no recuerdas que te dije que también me gustas, que estoy enamorado de ti desde el día en el que te mudaste y mi madre que estaba de visita me obligó a llevarte un jodido pastel de bienvenida y me sonreiste con esos hoyuelos tan bonitos que tienes. Tan idiota que la mañana siguiente juraste no recordar nada y me asusté, pensando que eran bobadas de un borracho y no dije nada del asunto.
Jooheon no reaccionaba, era demasiada información para su cabeza y el dolor que se concentraba en sus sienes tampoco ayudaba pero en el momento en que sintió los suaves labios del menor junto a los suyos no le hizo falta entender nada más. Changkyun lo quería y eso era lo único que le importaba.
―Aish, sigues teniendo gusto a alcohol en la boca. Ve a lavarte los dientes otra vez.
―Sí mi señor.― se burló Jooheon de la actitud del menor, sin embargo se dispuso a obedecerle.
―Me gusta más el término rey.― Kyun se paró frente a él e intentó darle un pequeño beso en los labios, fallando en el intento ya que el mayor era más alto y a propósito se había puesto derecho. Encaprichado el pelinegro saltó encima suyo y como reflejo Jooheon lo sostuvo de los muslos haciendo que el menor enredara sus piernas alrededor de su cadera.
―A mí me gusta más el término novio.― murmuró Jooheon a un sonrojado Changkyun antes de robarle un beso que aunque en un principio fue inocente, terminó tirandolos a la cama sin importarles que el sol había salido ya o que habían pasado toda la noche despiertos.
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the king┊jookyun os.
FanfictionA Jooheon realmente le jodía tener que ocultar lo que sentía por Changkyun.