༻Prólogo༺Me niego a cargar más tiempo con este secreto. Voy a terminar en un psiquiátrico. O peor, encarcelada por fraude y sin título. Enamorarse del criminal al que se supone que debes tratar, no está bien. ¿Como he sido tan irresponsable? Se acabó. Tú puedes, me digo. Por mucho que lo ame, tengo que ponerle punto y final.
Cojo aire profundamente. —Soy tu psicóloga y nada más. —le aclaro mirándolo a los ojos, luchando con todas mis fuerzas para no derrumbarme—. No voy a volver a sobrepasar los límites contigo.
Néstor da un paso al frente acorralándome contra la fría y sólida pared. Siento un escalofrío zarandear mi corporación. Me inmoviliza la mandíbula con la mano obligándome a mirarle atentamente. Joder, sus labios son tan apetecibles que solo pienso en besarle. Pero hago un esfuerzo y me contengo. Es lo correcto.
—Acepta de una maldita vez que estás loquita por mí y que jamás has sentido esto por nadie —desprende un leve gruñido y agranda la fuerza dejándome casi sin respiración—. Acepta de una maldita vez que temes perderlo todo, pero que en el fondo, esta situación te excita tanto como a mí.
A pesar de que quiero salir corriendo, me quedo aquí, derretida y sin aliento. Parpadeo más veces de las que logro contar. Claramente sigue atrayéndome y eso, no se puede remediar, porque donde hubo fuego cenizas quedan. Quien sea que haya creado el refrán se puede ir un poco a la mierda. Así nunca voy a avanzar.
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BELIEL ©
Romance"Dicen, que después de la tormenta siempre llega la calma. Pero debo confesar, que bailando bajo la lluvia, no se está tan mal." ADVERTENCIA DE CONTENIDO MADURO. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS BAJO SAVE CREATIVE CON CÓDIGO: 2005163407...