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Draco estaba seguro de que Harry Potter iría a entregarse con tal de salvar a sus amigos, estaba seguro de que en cualquier momento se iría al bosque prohibido sin decirle a nadie.

Precisamente por éso se escondió en la entrada del bosque esperando cualquier señal de que el de lentes se acercara, muy posiblemente con su capa de invisibilidad, tenía que detenerle, después de todo, hace menos de una hora le había salvado del fuego maldito y por muy enemigos que fueran, un Malfoy era agradecido.

Vió el movimiento de los arbustos y se puso en guardia ante cualquier movimiento, tal y como sospechaba Potter había llevado la capa, siguió sigilosamente el sonido hasta que se detuvo y pudo observar al Gryffindor una vez se quitó la capa, se le quedó mirando un rato sin saber qué podría decirle.

– ¿Por qué será que cada vez que te veo estás metiéndote en problemas o tratando de morir?

Harry se sobresaltó y volteó a mirar con asombro al chico Malfoy que estaba saliendo desde detrás de unos arbustos con sus brazos cruzados.

– ¿Qué haces aquí?

Draco levantó una ceja con sarcasmo.

– ¿No debería hacerte esa pregunta a tí? ¿Acaso eres tan predecible y en serio vas a ir directamente a que te maten?

El otro lo miró con enojo e inmediatamente su rostro se tornó melancólico y triste.

– Tengo que hacerlo.

– ¿Tienes qué? bueno, definitivamente necesito una explicación del por qué crees que tienes que ir con el mago más oscuro de los últimos tiempos que desea asesinarte desde que eres un bebé.

El moreno pudo notar el sarcasmo en su típico arrastre de palabras.

– ¿A tí qué te importa?

El rubio descruzó sus brazos y los puso a ambos lados de su cintura en un gesto que le recordó vagamente a Hermione, tuvo un pensamiento extraño sobre Malfoy y Hermione siendo amigos mientras obligaban a todos a hacer lo que dijeran.

– Potter, en caso de que no te hayas dado cuenta, tu vida actualmente no sólo te pertenece a tí, si tú mueres todos estaremos jodidos, si mueres Voldemort gana, fin.

– Tengo que morir para que él muera.

Ambos se miraron fijamente con desafío en sus miradas, Draco fue el primero en desviarla y murmurar.

– Eso contradice por mucho a lo que te acabo de decir.

Harry pudo notar que el slytherin cambió de una actitud enojada a una de tristeza, sin entender qué sucedía con el chico Malfoy dijo:

– Me harías un gran favor si sólo te vas, ¿sí? me estás atrasando.

El chico se dió la vuelta y comenzó a alejarse, estaba caminando lejos del rubio cuando escuchó ruido detrás de él, roces con hojas y ramas quebradas, y justo cuando se estaba volteando para gritarle, sintió cómo lo agarraban firmemente del antebrazo.

– No dejaré que mueras.

Se miraron durante un momento, Harry podía notar una preocupación desesperada en los ojos de Draco, dejó escapar el aire de golpe y intentó soltar el agarre del otro, pero estaba siendo sujetado con una fuerza que no sabía que el otro poseía.

– Suéltame.

– No.

Harry se quedó quieto y se quedó mirando el lugar en el que lo sujetaba el chico Malfoy.

– Tengo que hacerlo.

Justo en ese momento los ojos del moreno comenzaron a llenarse de lágrimas y sin poder evitarlo comenzaron a caer rápidamente por sus mejillas, Draco no sabía cómo reaccionar a esto.

– Hey, no tienes que entregarte.

– ¡No lo entiendes! ¡para que Voldemort muera yo tengo que morir! ¡siempre ha sido así!

El agarre del rubio se aflojó un poco por la sorpresa de la reacción de Potter, sin embargo, el chico ya no parecía como si quisiera escapar, parecía herido y débil, Draco sintió un impulso de lanzarle un desmaius y llevarlo de regreso al castillo, pero no entendía por qué insistía tanto el otro.

– No creo que eso sea cierto.

– ¡Lo es! ¡Dumbledore se lo dijo a Snape!

Draco sintió como su corazón se apretaba fuertemente en su pecho, sintiendo derrepente como sus ojos comenzaban a arder un poco mientras su mente no paraba de repetir esas palabras.

– ¿Dum- Dumbledore dijo que tienes que morir?

Su voz se quebró un poco al pronunciar esas palabras tan irreales, ¿cómo podía ser cierto?

– Y- Yo, Voldemort y yo estamos conectados.

Draco notó como el otro parecía a punto de colapsar y justo cuando notó que estaba por caer, lo haló fuertemente del antebrazo y lo sujetó contra su pecho, sintiendo miles de sensaciones extrañas, no sabiendo qué decir, apretó fuertemente al otro chico contra él mientras sentía como se quedaba tieso durante un momento y luego comenzaba a devolver el abrazo con una desesperación que nunca había visto antes en él.

– No quiero morir.

Los sollozos de Potter rompieron su corazón fuertemente mientras seguía sin entender qué debía hacer, el otro chico estaba lo suficientemente roto como para abrazar a su rival escolar de los últimos años, pensó Draco.

– No lo hagas.

Murmuró débilmente.

– Es mi deber, vivo para morir, hay una profecía.

La voz del chico nunca había sonado tan triste antes, y Draco sólo podía abrazarlo fuertemente mientras le llegaba un vago olor a palo de escoba y césped recién cortado.

– No cumplas esa estúpida profecía, puedes escapar, no tienes que hacerlo.

Draco sintió como el chico movía levemente su mano pero lo ignoró.

– Lo siento.

Lo último que recordaba Draco Malfoy, era despertar en la enfermería mientras Madame Pomfrey le hacía múltiples preguntas y sus padres se encontraban sentados a sus lados con idénticas miradas de preocupación.

El color de la esperanza [Fanfic Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora