NAKED •Dekukatsu•

NAKED

Demora escasos diez minutos en una innecesaria e improvisada ducha. El imbécil no sospecha de las razones por las cuales hizo su visita.

Quiere que sus manos fuertes lo sostengan, desea tanto que lo toque, que le haga sentir cansado con sus besos y entregarse por completo. Pero para no admitir nada de lo que imagina en su cabeza, hará que el estúpido de Deku sea quien añore satisfacerlo.

— Nerd de mierda.— Lo llama.

Bakugō se presenta con la toalla colgando en su mano como si realmente no necesitará cubrirse cuando su cuerpo se expone a los ojos verdes.

La primera mirada pasa desapercibida la escultural figura, segundos después de que su cerebro capte el estado del rubio, se gira bruscamente para más visualización de la anatomía que se muestra sin recato.

— ¿Qué mierda miras, maldito pervertido? — Cuestiona con esa sonrisa que hace que a su contrario le palpite todo el cuerpo.

Es imposible que sus orbes se desvíen del recorrido de esa sensual figura que respira calmada, sin poder evitar que sus ojos se paseen por cada palmo de su delineada anatomía, deseando poder comer de su cuerpo, queriendo escuchar sus rugidos que piden mucho más. Y la erección crece con tal solo su imaginación naciendo gracias a Kacchan.

— ¡Es obvio que voy mirar si estas así! — Refuta.

Izuku abre sus brazos al sentarse en la cama a la espera de recibir su tibieza. Lo llama con la mirada cargada de un deseo insano, lo mismo que ocultan sus rubíes al dar cuatro pasos adelante sin ceder más.

Katsuki esta sofocado por lo intenso que es cuando ve cada centímetro de su piel. Comienza a sentir caliente todas las zonas que él mira, que todo arde y que quiere deshacerse de eso.

— No voy a sentarme en tu asqueroso regazo.— Pronuncia cual reto. Lo es.

Se levanta de la cama con un objetivo en la cabeza. Frente a su cuerpo, sus manos son de claras intenciones al fijarse en su trasero y su boca, le come lentamente el cuello hasta que escucha un "uhmm" que suena fantástico desde su posición.

— ¿No vas a hacerlo, Kacchan? — Insiste una vez esta cerca de sus labios y los alientos se combinan.

El mencionado empuja a su contrario hasta que este acaba tirado en la cama. Expresa clara burla antes de hablar.

— Maldito hijo de puta, ni creas que voy a hacer lo que te plazca. — Lo rechaza solamente para que se esmere más.

— No metas a mi mamá en esto. Ella no es así.— Ya le ha dicho al rubio que esos insultos le desagradan por completo.

Lo jala de los brazos, acabando con él encima del muchacho desnudo. Lo besa como tanto le gusta para callar objeciones: con mordidas, rápido e intenso.

Jadeando sus rostros se separan. Bakugō pone una mano en su cara para apartarlo e Izuku lo sostiene con cierta fuerza. Su lengua se pasea despacio por sus dedos, la palma de su mano; es acaramelando el sudor como la glicerina.

Su cuerpo se estremece. Es baboso y de alguna manera, es esplendida la sensación. Piensa que quiere que se lo coma, que lo bese por todas partes.

— Quítate la maldita ropa.— Musita. — ¡Apurate, maldita sea!

Izuku se deshace de su camiseta en un par de segundos. Batalla un poco con los pantalones, pero logra quitárselo al final.

Sus manos toquetean tardías sus pectorales, los dedos delinean esa separación tan dulce antes de rozar sus pezones a penas. Katsuki inesperadamente separa un poco sus piernas, un pequeño espacio que se encarga de hacer lo suficientemente grande para colarse allí.