La extraña como sólo sabe el condenado que no retrocede. Por cada pisada que da lo va dominando más y más, lo convierte en su títere, siendo el un perfecto jugador de cuerdas. Hace de él lo que quiere y cuando quiere. Es un ser que no perdona y arrasa , por cuanto toca destruye,y envejece. A esa persona que no le importa que sus dedos se arruguen, sólo anhela el día en que su amada lo vuelva a ver y le diga estoy aquí, que como un bálsamo venga y deshaga de su hombre los agobiantes sonidos que lo aturdía cada vez que su reloj le echaba en cara que su mujer no regresaría, que debía esperar un poco más a que sonara a las 12 varias veces mas para poder reunirse con su mujer.
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Alma Trémula
PoetryPensamientos en mi alcoba.¿Alguna vez te has decidido a plasmar en un libro lo que tienes en la cabeza?