Los blancos copos de nueve descendían desde el cielo… De las nubes… Finos copos de nieve que inspiraban a grandes compositores, como Remiorome.
Aquel chico esperaba…
Esperaba a que algo emocionante sucediera, en la espera de su novio, dos años menor que él. Changmin era su todo, su novio, su bebé, su “hermano”, su amigo incondicional, el amor de su vida…
O al menos eso creía…
Desde que el joven había abandonado la casa de sus padres, era totalmente independiente, aunque eso significara trabajar en una cafetería, y en un bar. Por suerte, esa tarde tenía libre, al igual que Changmin, que trabajaba en el mismo bar que él, así se conocieron… Justamente una tarde de invierno, como aquel día… Y hace justamente un año que ambos se comprometieron en un hermoso lazo de novios. Sonreía, sentado en aquella banca, mientras su cuerpo se congelaba al esperarlo, los cálidos pensamientos, le mantenían en un equilibrio. Recordaba como él lo defendió de algunos tipos malvados, primer paso a su amistad, y hacia el profundo amor que sentían mutuamente. Recordaba su primera cita, en la cafetería en que trabajaba el mayor de ambos, el primer beso, la primera caricia…
—¡Jaejoong! —Una voz que pronunciaba su nombre, a unos metros, interrumpió sus pensamientos
—Changminie —Susurró apenas por el frío, levantándose de su asiento
El recién llegado, se acercó al mayor, notando que temblaba, así que enseguida lo abrazó, envolviendo su delicado y delgado cuerpo entre sus fuertes y trabajados brazos.
—¿Cuánto rato llevas aquí? Deberías llegar a tiempo, no media hora antes…
Jaejoong acomodó su rostro en el cuello del chico, escondiéndose entre la bufanda que este traía. Se sentía avergonzado cada vez que su novio le regañaba, solía ser él quien regañaba a su menor.
—Eres un bobo… Un bobo muy hermoso, Jaejoongie… —Terminó de hablar, mientras abrigaba al chico de oscuros cabellos
—Tengo frío —Musitó apenas, tiritando aún, aferrándose al joven —No me sueltes…
Changmin, obedeciendo al mayor, lo apegó un poco más a su cuerpo. Ambos estaban abrigados, pero Jae llevaba media hora en la banca. Jae, solía ser muy puntual, e incluso, llegaba antes, era una costumbre que tenía de pequeño… La familia Kim era bastante ejemplar.
Min sacudió el cabello de Jae con una sonrisa formada en sus labios, aunque le hubiese gustado seguir observando el rostro de Jaejoong…
Parecía un “gatito” según Changmin. Y más en ese momento que traía una mirada de “gatito perdido” y la nieve sobre su cabello le daba el toque perfecto.
Jaejoong a su vez, miraba los ojos de su menor, una mirada tan intensa y profunda, que llega hasta el fondo de su ser, así observaba todo en él, por lo que, para alguien tan reservado como Jae, Changmin lo delataba con sólo una mirarlo…
Entonces Chanmin lo notó…
—Jae… —Susurra suavemente acariciando su mejilla —¿Qué sucede?
Jae dejó escapar un suspiro, y soltó a su novio.
—Vayamos a comer algo, muero de hambre —Interrumpió como siempre cuando algo malo le sucedía.
Ya acostumbrado a la rutina de “El mal día” Changmin llevó a su novio a Starbucks, quizá no tenían mucho dinero, pero les alcanzaba para ir al menos una vez al mes, y ese era el momento perfecto para ir, en pleno invierno, mientras la nieve descendía de los cielos, ese momento…
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Konayuki [Fanfic Yaoi] (PAUSADA)
FanfictionJaejoong y su novio Changmin viven en una ciudad de Japón, después de haber escapado de sus familias de Corea. Ambos tienen que trabajar muy duro para salir adelante y cumplir sus sueños...Pero una tarde, justo su tarde de aniversario, todo va a cam...