❄⛄~Invierno- Tu calidez~⛄❄

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⚠️  Advertencia: exceso de dulzura ⚠️














-Channie, el pequeño híbrido que había adoptado Jun hacía un mes, se encontraba muy triste. Desde que despertó y se encontró totalmente solo en aquel departamento sin la compañía de su mayor, no quiso salir ni un momento de la cama, salvo si su apetito se lo pidiera.

No era la primera vez que quedaba solo mientras Jun Hui se encontraba en su trabajo. Pero el hecho de que ese día en especial era el más frío de invierno lo hacía extrañar la compañía de su mayor. La nieve adornaba las calles de Seúl, dejando un paisaje blanco en su totalidad.

El pequeño tenía mucho frío. Aunque su mayor le había dejado prendido el calefactor, para este no era suficiente.
Lo que más quería en ese momento eran los cálidos brazos de Jun sobre su torso y sentir su cuerpo sobre el suyo, mientras le acariciaba suavemente la cabellera hasta que se durmiera.

Mientras esperaba con ansias la hora en la que su mayor ingresara por la puerta de entrada y el recibirlo tan felizmente como siempre, no cayó en cuenta de cuándo se entregó a los brazos de Morfeo.

Jun Hui quería terminar ya sus horas en la oficina para poder al fin estar con su pequeño Channie, darle muchos mimos como este siempre le pedía y nunca separarse de su lado.

Grata fue su alegría cuando su hora de salida había llegado.
Tomando su bolso, sus pertenencias y celular corrió hacia su auto dirigiéndose rápidamente hacia su hogar.

Al llegar, abrió y cerró la puerta a su paso:

-Channie-ah pequeño, llegó Junnie- al notar que no fue recibido como usualmente lo recibía el pequeño, se preocupó, y con pasos apresurados, se dirigió hacia la habitación donde encontró una escena muy adorable:
Chan estaba hecho una bolita en medio de la cama que compartía con su hyung, llevaba puesta una camisa que le quedaba un poco grande ya que era de Jun y además abrazaba la almohada la cual el mayor usaba por las noches.

Este no aguantó esa tan encantadora escena de su mascota y, dejando sus pertenencias de lado, se recostó al lado del pequeño, haciendo que este despertara, lo divisara, esbozara una gran sonrisa y finalmente acurrucarse para que el mayor acariciara su sedosa y brillante cabellera, junto a sus rosadas orejitas que se movían muy inquietas por el tacto.

-Junnie hyung, te extrañé mucho. No quiero estar solito, no más- Chan había abierto los ojos lentamente, formando un pequeño mohín con sus labios, acción que lo hacía ver más adorable a los ojos del mayor, que no pudo evitar estrujarlo más contra su pecho.

-Mi bebé, no es mi intención dejarte solo, pero Junnie hyung tiene que ir a la oficina. Si no fuera, no tendríamos las deliciosas comidas que tanto te gustan. Comprende, yo te quiero mucho y, si por mí fuera, estaría a tu lado todos los días- replicó para tomar sutilmente el rostro del menor, elevarlo para que este lo divisara y poder juntar sus frentes.

-Junnie hyung, y-yo quiero, amm, quiero sentir sus labios sobre los míos y así p-poder sentirme mejor- la petición de su Channie lo tomó de sorpresa, si bien había adoptado a Chan hacía un mes y ese chiquillo lo traía loco de amor, nunca se atrevió a besarlo ni mucho menos, ya que el amor que él sentía era muy puro para que él lo estropeara por culpa de sus alborotadas hormonas de adulto.
Pero, ¿quién se podría negar a tan hermoso híbrido, más si este te derretía con tan solo una mirada y un pequeño mohín? Jun no podía, ni pudo resistirse.

El mayor se sentó en la cama, palmeando sus piernas para que el pequeño se sentara en su regazo. Este, acatando la petición, colocó sus piernas a los costados de la cintura de su mayor, sonrojado a más no poder, pero muy ansioso por posar sus labios en los del contrario.

Jun tomó de la barbilla a su pequeño Channie, atrayéndolo lentamente hacia sus labios. La imagen que le dio el menor hizo que se viera muy encantador: ojos ligeramente cerrados, mejillas muy sonrojadas, orejitas revoltosas, manos tomando con fuerza la camisa del mayor y labios abultados.

Jun Hui, no aguantando más, decidió juntar ambos labios: el beso fue mágico, lleno de sentimientos, era tal y como lo habían imaginado.

Luego de unos segundos tuvieron que separarse por falta de oxígeno. El menor abrazó por el cuello al mayor, pudiendo así sentir su tan agradable aroma. Por otra parte, Jun abrazó a Chan por la cintura, atrayéndolo más hacia su pecho.

-Channie bebé, eres lo mejor que me pasó. Sin ti mi vida sería una aburrida monotonía. Mi pequeño, jamás te alejes de mi lado, te amo- replicó el mayor en el oído del contrario haciendo estremecer de amor al pequeño en sus brazos.

-Y-yo también te amo, Junnie h-hyung, me haces el g-gatito más feliz del mundo-.

Luego de confesarse su amor, se acostaron: el menor acurrucado en el pecho del mayor sintiendo sus tranquilos latidos que calmaban hasta sus más inquietantes miedos; por su parte, el mayor acariciaba el cabello y orejitas de su bebé mientras esbozaba una gran y reluciente sonrisa, sonrisa que jamás se le borraría, siempre y cuando tuviera la calidez del menor a su lado.

Cuatro estaciones, cuatro situaciones. (JuNo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora