Uno

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Jisung pretendía ser un chico independiente a pesar de vivir un piso arriba de la casa de su madre y tener 19 años.

Aún así, debajo de su pequeña "independencia económica" la cual le atribuía a sus múltiples trabajos de medio tiempo, sabía que emocionalmente era muy dependiente.

Su pequeño círculo de amigos y su madre eran todo lo que tenía en su vida, la que se encargaba de mantener sin ningún conflicto relevante.

Aunque eso no fuera porque quisiera realmente, solo que no se veía capaz de hacerla interesante de la noche a la mañana.

"Lix quiero vivir mi juventud de forma emocionante. Y quiero un novio que me llene de mimos. ¿Quieres llenarme de mimos?" Las preguntas del mayor siempre eran ignoradas porque su mejor amigo Lee Felix ya las había contestado cientos de veces.

"Sal de casa. Acepta venir a una de las fiestas a las que Changbin nos invita." Eran las cosas que solía decirle y la forma inmediata de hacer que Jisung se cohibiera.

Su vida era tremenda, con ansiedad social y dependencia emocional.

Aún se preguntaba cómo era si quiera posible que sus dos mejores amigos lo aguantaran, aunque si tenía que ser sincero él siempre se sentía de más.

Felix y Changbin parecían tener un vínculo especial, por lo que él prefería no intervenir mucho y no cuestionarlos ni asumir nada hasta que quisieran decirle algo al respecto.

Siguió haciendo pucheros y preguntándole más cosas a Felix mientras daba vueltas en su cama.

Ese micro departamento era su pequeña cueva y sus dos amigos siempre terminaban colándose allí como un momento de libertad, al seguir viviendo con sus padres.

"¿Y si descargas alguna app de citas? Eso podría ser Sung. Yo también quiero que tengas novio y dejes de fastidiar." El pecoso sonrío emocionado acercando su celular al mayor.

"No. Ya cuando entre a la universidad podré conocer más personas."

"Sung... ya llevas un semestre en la universidad y lo único que haces es evadir personas. Te quiero mucho y Changbin también, pero no es sano para ti depender solo de nosotros y no salir de tu zona de confort. ¿Qué harás cuando no tengamos tiempo para salir o hablar?" El tono de sincera preocupación de Felix no ayudó a que sus ganas de llorar disminuyeran.

Esas palabras dolían. Le dolían demasiado pero era muy cobarde como para admitirlo.

Asintió con su cabeza y se giró viendo su celular, pretendiendo que lo que su amigo dijo no le había importado.

Y es que siempre se cuestionaba su forma de ser.

¿Por qué quería tanto afecto pero no hacía nada para obtenerlo?

La pregunta rondaba por su cabeza pero decidió tomar una siesta antes de que su turno de la tarde como mesero comenzara, no tenía tiempo para llorar ni dejar que sus pensamientos lo hundieran trágicamente.

Menos con su mejor amigo ahí en su sillón, riendo con algún video sin sentido de esos que tanto amaba.

«Ojalá fuera así de simple para mí.»

Affection||MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora