cuatro

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(02/05/2020)

- ¡Felicidades!

- Gracias... por décima vez Taehyung. -Jungkook suspiró cansado-

La última hora, Tae había felicitado al novio más de 10 veces, el alcohol le había hecho efecto muy rápido.

- No hay de que hermano, ¿Ya te dije que te castraría si lastimas a MinJi?

- Sí, me amenazaste con 13 cosas más. Quedó claro.

- Bueno te lo repito por si se te olvidó, ahora... ¿Dónde está el collar de rubíes que le regalaste a MinJi? Mira concha tu hermosa madre, me costó encontrar esa cosa al gusto de MinJi.

- Lo tiene él

- Ah, pff obvio. Je

- Sí, Tae. ¿Deseas algo más?

- No gracias, iré a buscar a mi esposo.

- MI esposo, querrás decir.

- Como sea, él me ama más a mi que a ti y lo sabes.

- Vete, Taehyung.

- Adiós, hermano. ¡FELICITACIONES!

Taehyung se alejó gritando, haciendo que toda la multitud empezara a aplaudir, Jungkook solo acertó a agradecer con una sonrisa, pero en el fondo, quería estampar la cabeza de Tae contra el suelo.

Tae había sido amigo de MinJi por años, con su ayuda pudo conquistarlo. El rubio solo pedía bolsas y zapatos de marca a cambio por cada información y a Jungkook no le costaba nada, con tal de conocer un poco más sobre su futuro amor.



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- ¡¿DONDE MIERDA ESTÁN LAS BOTELLAS DE CHAMPÁN?!

MinJi entró de golpe en la cocina del local, el brindis de los padrinos se aproximaba y si no había champán sería un caos.

- D-Disculpe señor Park.

La señora Lea tartamudeó, pues nunca había visto al joven actuar de esa manera.

- Jeon... Ahora soy el señor Jeon para ti. -Anunció

- Señor Jeon -corrigió- le juro que los dejé aquí, pero no están. - MinJi la interrumpe.

- No te molestes en volver a trabajar mañana, estás despedida.

- Pero señor, tengo dos hijas, no puede hacerme esto, trabajé para la familia Jeon casi toda mi vida, no tengo a donde ir.

- Mierda, ¿Ni eso entiendes? , ¿Quieres que te lo explique con manzanas?

- No es necesario señor. -Lea calló dejando caer lágrimas por su mejilla, su nuevo jefe había hablado, no podía hacer más.

El ambiente se quedó en un fuerte irónico silencio, hasta que Jungkook entró a la cocina con una botella de champán y dos copas vacías. Lea limpió sus lágrimas rápido, no quería que el joven la vea así.

- Lea, discúlpeme, tomé las botellas sin avisarle. Debe descansar, usted es parte de la familia, incorpórese a la fiesta, nuestros padrinos están por dar un discurso, quiero que esté presente.

Jungkook se dirigió a Lea sin mirarla bien del todo, luego abrazó por el hombro a su esposo y habló.

-¿Sabías que Lea fue como una segunda madre para mí, amor? estuvo toda mi vida conmigo. ¡Lea! ¿Qué sería de mí sin usted?

- Cariño.

MinJi lo llamó tocando su pecho, su enojo se había disipado y su dulce sonrisa había vuelto.

-Te estuve buscando por todos lados, amor. No sabía que habías llevado las botellas, vine a buscarlas de paso, pero mi dulce esposo ya las había llevado, que lindo que lindo.

Jungkook lo acercó a él, dándole un pequeño beso en su frente.

- Mi lindo esposo, ¡Vamos a brindar!

- Señor Jeon, el señor MinJi me indicó que-

MinJi sonriendo y en un suave tono, interrumpió.

- Señora Lea, por favor, acompáñenos, deje el mandil y retoque su labial, es hora de brindar. Y recuerde que a partir de hoy en la noche, mi esposo y yo saldremos de luna de miel, por favor, cuide nuestra casa.

Todo eso se lo dijo con una preciosa sonrisa, parecía tan amable y lindo.

¿Qué carajos? -Pensó Lea.

-Sí señor. -hizo una reverencia.

Jungkook se separó de MinJi para abrirle la puerta. Saliendo él primero y gritando a todo pulmón para que toda la sala lo escuche.

-¡QUE LA FIESTA CONTINÚE!

-Cariño, traeré un vaso de agua, estoy muy sediento, ¿De acuerdo? Ahora te alcanzo.

Se dieron un beso y se separaron. MinJi caminó hacia el baño, donde Lea se encontraba arreglándose. Su linda sonrisa se transformó en una mueca seria.

- Te salvaste, Lea. Pero un error más y no la cuentas. -Habló desde su espalda, viéndola por el reflejo del espejo- Y por favor, límpiate los dientes, tienes el labial mal puesto.

Salió de ahí sin esperar respuesta, incorporándose nuevamente a la fiesta al lado de su esposo. Mientras escuchaban el discurso sobrio y ebrio de sus padrinos. Mientras uno les deseaba eterna felicidad, el otro sugería que mudarse con ellos para tener una eterna pijamada con su mejor amigo era la mejor idea. Creo que no hace falta especificar cuál es cuál.

Al final de ambos discursos, los esposos dieron palabras de agradecimiento y volvieron a tomar otro sorbo de la copa, continuando así con la fiesta.



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Parece que alguien se enojó...

Bueno, Hoooooooooooooooooooola.
Lamento estar ausente, empecé a trabajar rwbghifnjdksmal odio ser adulta.

Espero que les guste, nos leemos pronto! ❤

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2023 ⏰

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