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Estaba realmente hecho un desastre. Su cabello se arremolinaba, despeinado, y sus ojos se marcaban con ojeras.

Llevaba tiempo sin salir, y realmente no queria ver a nadie en esos momentos. No quería el sol en su cara, ni preguntas incómodas de gente que no conocía de nada. Ni a él mismo, y cuando cada mañana miraba al espejo, se preguntaba si realmente ellos tendrian razón, si su actuación y su voz era realmente tan mala que no valía la pena ni leerse la sinopsis de nada.

Echó el móvil en su cama con desgana, y después de tendió él. Sabía qué era el sonido de la notificación. Sabía qué palabras había escritas, qué insultos dirigidos a él.

Zhan enterró su cara en la almohada y cerró los ojos. No debía culpar a nadie por ello, no tenía que buscar culpables. Sería inútil...

Pero odiaba todo. Odiaba encender el teléfono y solo encontrar mensajes contra él, críticas que pretendían hacerle daño, críticas sin fundamento alguno.

Y le dolía...le dolía tanto. ¿Qué había hecho mal? ¿Que había hecho mal para ser el foco del odio en su pais? Para que se le boicoteara de esa manera, para tener que sufrir ese dolor. Y, además, no solo el sufría. Habían llegado a amenazar a familiares a través de las redes sociales, a acosar a amigos suyos...por el simple hecho de serlo. Y a Yibo...a él también le había llegado odio, y A'Zhan se lamentaba una y otra vez por ello.

Yibo era una de las personas que más quería proteger en el mundo, la última persona a la que desearía que le pasase algo así.

Lágrimas empezaron a rodar por sus ojos, lágrimas que trató de contener. No podía llorar. Si le veían débil, solo ampliarían sus burlas e insultos.

Seguían llegando notificaciones, con el mismo sonido sordo de una campanita. Pero de repente, uno algo distinto. Un mensaje acababa de llegar, un mensaje que hizo que cogiera el apartado teléfono.
"Ey"
"Ey"
"¿Estas bien?"

Sonrió entre las lágrimas. Pero a la vez la culpa le llenó poco a poco. ¿Y si a él llegaban a hacerle algo más fuerte?¿Y si le pasaba algo serio por relacionarse con él?
"GG sé que me has leído"
"Voy a ir"
Yibo no paraba de escribir, y Xiao Zhan pudo imaginarse su carita fruncida en la preocupación.
"No" escribió al fin.
"No hace falta que vengas, Yibo"

Sabía lo que le iba a contestar el menor. Claro que iría a verle. Y nada ni nadie podría pararle.
"Aja, estoy casi en tu puerta"
Zhan rió con ternura.
"Eres incorregible, Lan Wangji"
"Hmn" fue la respuesta del más joven antes de que sonara el timbre de su casa.

Se levantó de su cama con más destreza de la que esperaba tener. Sus pies descalzos medio corrían hasta llegar a la puerta, que abrió solo tras comprobar que era su compañero quién estaba detrás.

-Xiao Zhan'Ge, me estabas preocupando 

Zhan le abrazó como respueta a su saludo y enterró su cabeza en su hombro. Mantuvieron ese profundo abrazo largo rato, hasta que se separaron.

Yibo miró de arriba a abajo al chico que tenía delante. A pesar de los esfuerzos de su GG por ocultarlos, los surcos de las lágrimas permanecían en sus mejillas, y al menor se le encogió el corazón.

No entendía el punto de la gente que criticaba a su compañero. Que lo criticaran tanto, pues los insultos son frecuentes cuando te vuelves famoso, pero los llamados haters de Zhan estaban llegando demasiado lejos.

Tomó esas mejillas llorosas entre sus manos, y los ojos del mayor refulgieron como si fueran a dejar caer nuevas lágrimas.
Pasó su pulgar por dónde las lágrimas habían dejado su camino, y lamentó no haber podido moverse hasta su casa hasta ese momento (por cuestiones de seguridad).

Poco a poco, las cálidas manos de Yibo borraban del rostro de Zhan Zhan los recuerdos de tanto dolor que había tenido que pasar en silencio y soledad.

- Cuánto te he echado de menos...- susurraron ambos, como dos melodías al mismo tiempo.

Zhan pasó los brazos por la espalda de Yibo y acercó su rostro, que aún quedaba en las grandes manos del pequeño.

Y tras un instante que fue como un respiro, sus labios se rozaron y se fundieron en un apasionado y urgente beso.

.

Zhan Zhan guió de la mano a Yibo hasta el salón de su casa. Estaba todo hecho un desastre, pero su DD había dicho que realmente no le importaba cuánto había limpiado o dejado de limpiar. "Mientras te encuentres bien, puedes vivir en una pocilga".

Pero el caso es que tampoco estaba bien y Yibo se dio más cuenta que nunca al ver los botes de pastillas vacíos.

'Mierda. Todo es una mierda. Él, precisamente él, que es tan amable seas como seas, que tan pocas veces ha deseado el mal de nadie...'

Se sentaron juntos, pegaditos, en un rincón del sofá. Zhan'Ge apoyó su cabeza en el hombro de Yibo y se quedaron cogidos de las manos, sin hablar. Era algo mágico. Un reencuentro en tales circunstancias, que además servía de apoyo emocional para ambos, y más cuando tanto se necesitaba.

Yibo notó pronto su hombro mojado de las lágrimas silenciosas de su pareja.

-Ey, ¿qué pasa? ¿Necesitas algo?

Vio de nuevo la linda sonrisa de A'Zhan, que contestó:

-Es felicidad. Ahora tú estás conmigo y siento como si pudiéramos pasar todo esto...siento como si tocara el más lejano cielo junto a ti.

Yibo le besó de nuevo y sus cuerpos se pegaron más y más. Entre risas, besos y algo de torpeza, acabaron cayendo al suelo con estrépito y las camisas sueltas.

Zhan Zhan se levantó antes y corrió juguetonamente hacia el cuarto. Ambos reían como niños, felices por su encuentro y por tenerse el uno al otro.

El móvil continuaba sonando...pero eso ya no les importaba.

Yizhan - Calidez (Oneshot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora