Holy...toy[BrightWin]

Holy...

-WIN!-Gritó a todo pulmón, con la desesperación y el dolor plasmados en su quebrada voz

Salté de la silla en la que había estado sentado cenando y corrí lo más rápido que pude hasta su habitación, abrí la puerta y de repente mis pies se quedaron pegados al suelo sin permitirme avanzar más, mientras que él se retorcía y clamaba por ayuda frente a mí.

Pero es que era una escena muy poco convencional, por no decir una locura.

Bright estaba completamente desnudo y con las manos atadas a la cama con una corbata.

Que mierda?

-Sé un buen chico y déjalo sufrir un poco más antes de compadecerte de esa basura-Me dijo con voz dulce Pam, la novia de Bright, aunque en vista de la situación, probablemente ya era ex novia la etiqueta correcta-Nos veremos por ahí, Win, Bye~-Dio un pequeño saltito para alcanzarme y me dio un beso en la mejilla antes de mirar a Bright nuevamente, reírse macabramente y salir del departamento

-Maldita loca!-Gritó él y siguió retorciéndose, parecía estar realmente sufriendo-Win, mierda, necesito ayuda-Medio lloriqueó y clavó su mirada en su zona baja, llevándome a seguirle la mirada muy a mi pesar, y abriendo los ojos enormemente en cuanto lo vi

Y no sabía si reírme o llorar con él.

Pero el caso era que tenía el miembro más duro de lo que una persona podría tenerlo, y este estaba atrapado en uno de esos juguetes sexuales que te impiden correrte, lo que era probablemente la razón de su desesperación y dolor, sin contar que ese juguete parecía estarle apretando demasiado.

Me acerqué para desatarle las manos, encontrándolas bastante mal atadas, arrugué el ceño y lo miré, claramente con unos cuantos jalones, él mismo podría haberse desatado.

-No puedo mover las manos-Murmuró con la voz ahogada, manteniendo ambas manos, ahora desatadas en el mismo lugar-Los brazaletes son parte de esa cosa-Señaló el juguete y yo seguía sin comprender muy bien-con cada movimiento que capta el brazalete, esa cosa me aprieta más-Explicó y yo no le obligué a probármelo, porque ya de por sí, eso se veía demasiado doloroso-Voy a necesitar que me ayudes...-Pidió con voz muy baja, no era capaz siquiera de mirarme por lo que me estaba pidiendo

Y es que yo en su lugar...no quería siquiera imaginármelo...

Hace dos años, yo había tenido una gran discusión con mis padres, y siendo lo estúpidamente orgulloso que soy, había terminado saliendo de mi casa y jurando conseguir un trabajo para mantenerme a mí mismo sin la ayuda de ni un solo dólar de mis padres.

Y por supuesto, fracasé.

Estaba a punto de tirarme de un puente, o en su defecto, tragarme el orgullo y volver a casa, cuando encontré el anuncio de Bright en un grupo de la facultad, él buscaba alguien que compartiera el departamento con él, puesto que la cuota era alta y el lugar perfectamente espacioso.

No lo conocía de nada, a pesar de que ambos íbamos a la misma universidad y en ocasiones habíamos tenido incluso las mismas asignaturas, según lo que me enteré más tarde, pero aun así me arriesgué y firmé el contrato, aun sin estar muy seguro de como pagaría mi parte de la renta y otras cosas que necesitaría para sobrevivir, pero resultó que Bright era completamente inútil con cualquier cosa de la casa, mientras que yo era un poco menos inútil que él.

Así que, terminamos haciendo el trato de que yo me encargaría de toda la limpieza y con eso pagaría lo que me correspondía de la renta. Y la verdad era que yo había salido un poco estafado ahí, porque él gastaba más de ese dinero en pagar por la limpieza, pero tampoco me quejé, considerando que incluso me dejaba comer su comida cuando yo olvidaba ir de compras, lo cual, por supuesto, era casi cada fin de semana.