Prólogo

587 72 6
                                    

- ¿Es cierto? - pregunto en shock observandolo fijamente - ¿Es un humano? Es una simplemente mentira ¿cierto?

Su expresión era preocupante tanto que Iruma lo desconocía por completo

- Yo... No sabía cómo decirlo - contestó en voz baja temiendo lo que diría a continuación

- Es ridículo - soltó una carcajada con locura - ya veo

Camino hasta él pasando su mano por su cabello rosado. Sonrió sarcástico denotando superioridad, ironía e incluso crueldad cosa que el pequeño no pasó por alto ya que tenía una sonrisa de miedo indicando sumisión, nerviosismo y miedo

- Azz-kun lo siento - su voz temblaba - tenía miedo de ser comido

- ¿Comido? - volvió reír con cinismo. Su expresión cambio a una seria - tal vez me lo coma Iruma-sama - lo acorraló entre la pared y este solo temblaba - ¿como sabrá el sabor de un humano? - acercó su rostro colocándose a su altura

Iruma tenía miedo, pero a la vez tenía algo de fe, sabía que Asmodeus no haría algo contra él. Su ingenuidad lo llevó a creer que solo era broma y que pronto sería un mal recuerdo. Tal vez era un sueño

- Iruma-sama permite cuidarle, quiero hacerlo y su secreto estará a salvo conmigo - sentenció, respirando el dulce aroma del pequeño - tengo una sola condición - su mirada era penetrante tanto que el menor se encogió - solo será mío y de nadie más

- Yo... - su voz era temblorosa, no tenía palabras para responder. Trago saliva y cerro los ojos con fuerza - ¿Estare seguro? - pregunto con curiosidad causando una sonrisa al peli rosa

- Entregaré mi vida por usted - confeso con honestidad en sus palabras. Iruma abrió los ojos encontrándose con una mirada calida. Creía en él, y confiaría en su amigo - ¿Esta dispuesto a tomar ese riesgo?

Iruma soltó pequeñas lágrimas en respuesta a que entregará cuerpo y alma a ese demonio. No importaba, con el estaba seguro y confiaba. Sabía que era arriesgado dejar ahora a su amigo en sus manos sabiendo que era totalmente diferente, su actitud no era la misma pero era de esperarse después de saber que era un humano. Estaba dispuesto a que el hiciera lo que quisiese con su ser, era una forma de devolver todo lo que lo hizo pasar y por no tener el suficiente valor de confesarle antes lo que era, se lo merecía por traicionar una confianza invaluable

- Si - respondió seguro tomándolo con ambas manos su rostro y pegando sus frentes - sí eres tú, lo acepto

- Iruma-sama a partir de ahora tiene un trato con este demonio, será de mi propiedad ¿trato? - extendió su brazo para después ser aceptada por el contrario - soy feliz - sonrió de lado

- Lo siento - bajo la mirada

- No entiendes ¿verdad? - fruncio el ceño

Iruma negó inocente, quería saber hasta donde quería llegar y quería una repuesta

- Serás mi compañero sexual - confeso con voz ronca, pensado su lengua por sus labios - contigo estaré satisfecho

Iruma abrió los ojos en grande, apretó su puño y después de unos segundos se relajo. Estaba dispuesto hacerlo no podía decirle no, menos a él, al único amigo que ha tenido. Su mente quedó en blanco, sabía que un momento como este llegaría

- Lo haré - pronunció abrazando al mayor por la cintura - solo no me lastimes - rogó con voz aguda

- No lo haré - prometió acariciando su cabello

Se acercó al peli azul uniéndose en un beso que este lo hizo un poco más intenso, logrando jugar con sus lenguas

- Azz-kun - decía en un jadeo

- Me gustas Iruma y no importa si eres humano, eso lo hace mejor – su voz era más grave

– Prefiero que seas tú, a alguien más – le confeso con un sonrojo

– El trato esta hecho – sonrió victorioso

Protegerte humano es mi perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora