Franco

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Franco me tenía atada, inmóvil, sumisa. Yo estaba un poco tensa y a la vez exitada. Estaba con Franco, mi Crush y también mi profesor, no podía creerlo.
En el fondo sabia lo que iva a pasar, y tenía un poco de miedo, pero las ganas de estar junto a el eran más grandes, también sabía que estaba mal. Pero ¿por favor? no iva a desperdiciar una oportunidad así.

Ángel estaba atado también, el estaba esperando su castigo, ya que había sido un chico muuy malo. No sabía si eran iluciones mías, pero me parecía que estaba imitando a una vaca, lo cual me ponía aún más farruca.

Era el momento, Franco se acercó a mi con la cara ruborisada y sugentando algo entre las manos, no pude percibir bien lo que era, pero vaya que lo sentí. Senti como me metió algo por el orto, se sentia frío, como si fuese de metal. Tambien sentí como si tuvieran una forma esférica, y cada vez ese artilugio del placer y el sufrimiento se fundia más con mi ano.

Dolía, vaya que dolía, pero el dulce canto de mi maestro hacía que me olvidará del dolor, y la satisfacción fuera la sensación más presente, el gritaba.

-ohhh la mía mama, mon dio-(es italiano) y sólo podía responder con tímidos gemidos.

Ángel seguía imitando a una vaca, sólo que está vez la vaca estaba siendo devorada viva. Estaba mugiendo tan fuerte que sentí como si estuviera en la granja más sexi del condado.

Yo estaba volando, pero entre gemidos me doy cuenta que algo en Franco estaba creciendo, y no sólo era la excitación y el deseo. No podía creerlo, los hermosos glúteos de Franco están creciendo frente a mis ojos. Crecían y crecían sin parar, se le veía tan sexi.

Se detuvo, me miro aún más ruborisado, y dijo...
Lo siento no las puedo controlar. dijo muy avergonzado.

Yo estaba fascinada, sus glúteos no paraban de crecer, e incluso empezaron a brillar. Parecía un ángel, un ángel del sexo, de repente veo que Franco se pone serio por un momento, no entendía nada.

Se tiró a suelo y empezó a mauyar ¿que estaba pasando? se le veía muy agotado, como si estuviera tratando de prevenir algo con todas sus fuerzas, le pregunté.

-Franco ¿que pasa?-

El me miro sudando por el esfuerzo
-lo siento ya no las puedo contener más, ellas están muy traviesas-

Entonces veo como sus glúteos se avalanzan a toda velocidad a mi recto, y empiezan a entrar, Era como tener a un dios dentro de mi. El placer, la excitación y el dolor estaban en su máximo nivel.

Franco empezó a hacer una especie de elicoctero dentro de ano, ya no podía más, era demasiado placer para mi. Me desmaye de la satisfacción. y luego lo que le hizo a Angel, lo sabrán en el próximo capítulo... ;)

Continuará....

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⏰ Última actualización: May 23, 2020 ⏰

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Franco, el hombre de los glúteos crecientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora