LA PARADOJA DE MAYO

315 0 0
                                    


Es tan curioso cómo ciertas fechas se repiten y se vuelven a repetir entre nosotros, con hechos que me traen innumerables recuerdos, que me evocan tantas historias nuestras. Hace seis años tuvimos nuestro primer encuentro de pasión, la primera vez que nuestras manos acortaron su distancia y rozaban los cuerpos al calor de una noche de mayo.

Me pienso en esos días, toda mi inocencia y pureza quedaron a la deriva de tus órdenes y deseos, aún así me sentía bien segura de lo que hacía, guiada por ti. ¡No sabes cómo recuerdo cuánto y de qué manera te acaricié! Mi corazón latía tan rápido y parecía no entender a pesar de tenerte acostado, entregado a mi, dejando tu cuerpo a merced de mis manos. Poco a poco iba reconociendo cada parte de tu tan sagrado cuerpo (en ese entonces sólo pensar en tocarte de esa forma me resultaba una experiencia del reino de los Dioses). No tenía miedo, estaba en el momento, entregada a ti, como si nosotros ya hubiéramos estado así en otra vida.

Sólo hubo contacto de nuestras manos, de nuestros cuerpos, ese día nuestros labios no se encontraron. Pensar en esto me hace creer firmemente que todo tiene un momento y un lugar. Tiempo después me lamenté el no haberte besado y haber dejado ir esa oportunidad que siempre pensé no se repetiría...

Al día siguiente, en pleno 21 de mayo nos tratamos como si la noche anterior no hubiéramos sobrepasado los límites, como si todo ese encuentro hubiera ocurrido solo en nuestras mentes y sueños más retorcidos. 

Pasaron los días y nos olvidamos, o preferimos hacerlo, nunca alguno de nosotros volvió a hablar de eso, aunque yo tenía la sospecha de que de vez en vez, la memoria nos traicionaba y nos enviaba de vuelta a ese día. 

Cada 21 de mayo, año tras año, nos recordaba juntos y una sonrisa pícara se dibujaba en mi rostro. Seis años más tarde, y con toda la intensidad que después experimentamos (porque es claro que el destino nos debía todo ese amor y pasión desbordantes), todo llegó a su fin. Llévabamos algún tiempo "soltándonos" y volviéndonos a "sujetar", ¿cuánto tiempo puede alguien estar así? No mucho.

Hace una semana y media que experimentaba esa felicidad que parece no provenir de alguien o algo, una tranquilidad que me hacía de hecho estar más "despierta". Y así fui obteniendo, durante algún tiempo ya, cada pieza del "rompecabezas", hoy creo que por fin "cayeron" las últimas. Decidí prometer que nunca más estaría contigo, porque como siempre tu me recibías por completo y yo sólo te recibía a medias, me cansé y por fin tuve el valor para "cortar" cualquier hilo rojo que nos unía, si es que de verdad eso existe. 

Ahora quiero confiar, lo hago. Quiero volar. Quiero ser libre de ti. Te puedo amar pero nunca más recibiré menos de lo que merezco. Que seas feliz. 

21/05/2020


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 05, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La paradoja de mayo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora