Los 75° Juegos Del Hambre (Vasallaje De Los 25) [Peeta & Gale]

7

—¿Quieres respirar de una vez? —Repone Katniss directo a Magde que no puede dejar de caminar de un lado al otro del vagón.

Luego de la cosecha nos han subido a todos al tren. Effie, Haymitch y nuestros equipos de preparación. Ninguno de los elegimos nos hemos atrevido a decir alguna palabra hasta que nos han encerrado a todos en el último vagón del tren. El cual tiene una apertura cristalizada en la cual podemos ver al distrito 12 haciéndose cada vez más pequeño a medida que pasan los segundos. Esta vez no hubo despedida, no pude decirle adios a mi madre, o a mis hermanos. Pero Katniss, Gale y Madge se llevan lo peor.  Yo solo me quedo allí. Sentando, mirando los árboles, mirando la tierra a la cual le digo adiós. He sostenido la mano de Gale todo este rato, el cual se rehúsa a soltarme también. Katniss se mantiene tranquila, cómoda, como si estuviese esperando despertar de su sueño. La miro por un segundo, esperando que entienda que no es una pesadilla. Que todos vamos al Capitolio, que todos vamos a entrar a esa maldita arena y solo uno podrá salir. Esta vez no dejarán que ocurra lo del año anterior. Gale debe salir con vida. Me repito una y otra vez. Sin cesar recordando mi promesa del año pasado. Promesa que deseo mantener. Madge se pasea por la habitación de un lado al otro, como si no pudiese creer lo que está pasando.

Allí recuerdo. La hermana gemela de la madre de Madge fue elegida para Los Juegos del hambre. Obviamente ella no volvió, pero su madre se sucumbio en una depresión que la mantiene hasta el dia de hoy.  Katniss va a perder el control por el movimiento de los pies de Madge pero Gale interviene. 

—Vamos. Déjala ya Katniss... —Responde Gale. —Está en shock.
—¿Crees que pudieron escucharnos? —Pregunto mirándolos. —En casa de Mag.. ese día... Esto no ha tenido nada que ver con la suerte.

Suelto la mano de Gale y cojo por los hombros de Magde. La cual se queda allí, paralizada. Como si la vida hubiese abandonado su cuerpo al escuchar su nombre salir de la boca de Effie.
—Vamos a morir Peeta... vamos a morir. —Repone.

Un segundo después Effie nos interrumpe llevándose a Katniss y Madge para mostrarle sus habitaciones en el tren. Gale y nos quedamos solos. 

—Esa es una buena noticia. —Digo mirándole.

Gale no puede regresarme la mirada. Sus ojos aún guardan algunas lágrimas y su cabeza aún está en otro lugar.
—¿Por que te han ofrecido como tributo?
Pestañeó dos veces luego de su pregunta.
—No podía... no podía perderte sin luchar.
—Peeta...
—¡No! —Le cortó. —No. Se que querías salvar al pequeño Rory. Lo entiendo, si hubiese estado en tu lugar yo hiciera lo mismo. Pero no puedes pedirme que viva con La Mancha de que puedo perderte. —Digo y escuchó mi voz romperse sobre el aire. —Tú me sacaste de la arena. Tú me salvaste. Ahora es el momento de devolverte el favor.
Mi nuevamente compañero de distrito se levanta de su asiento y se dirige rápidamente a mi. Sosteniendo mis brazos con sus dos grandes manos.
—Tú ya me has salvado pequeño Peeta.
—Pues tú me salvas cada día. —Le digo, intentando darle una sonrisa.

***

Luego de la cena, nos hemos reunido nuevamente en el último vagón del tren. Solo Katniss, Magde, Gale y yo. Hemos solicitado las grabaciones de las cosechas a Haymitch, que nos las ha entregado para examinar a nuestros enemigos en los juegos. Nos ha dicho que vamos a encontrar una gran variedad de tributos este año, dándonos la pista de que no solo he distrito doce se ha llevado la primicia en cuanto a tributos voluntarios. 
Nos sentamos frente a una pantalla que nos han facilitado y empezamos a ver las grabaciones. 
Y no empezamos de forma sencilla. En el distrito dos conocemos a Samara y Josephis, dos chicas de 15 y 17 años que fueron escogidas como tributos, luego un chiquillo de tan solo 12 años como Rory es escogido como tributo, su nombre es Ilus, y su hermano Terh también es escogido. Pero un hombre en la multitud se ofrece como tributo. La multitud enloquece al conocer que el tributo voluntario del distrito dos es Brutus, el mentor de ese distrito. Luego nos toca el distrito tres, el cual destacan dos tributos adultos en particular, son Wiress y Beetee Latier, y lo recuerdo inmediatamente, porque es el hombre al cual le debo mi pierna. Gale me toma la mano al recordar toda aquella agonía por la cual pase durante las cirugías de reconstrucción.