Estudiemos con tú padre

La primera vez

El joven pelinegro llegó al despacho de Sakumo.

TOKTOKTOK

El joven golpeó algo suave como si quisiera no ser notado pero pasaron solo unos segundos para que la puerta se abriera y detrás de ella estaba Sakumo algo sonrojado, sus ojos se iluminaron al ver al uchiha frente a él.

-pasa- dijo suavemente, haciéndose a un lado para que obito entrara, el joven entró con demasiadas emociones fluyendo en él, miró a Sakumo intrigado.

-estás aquí solo?- preguntó obito con voz algo ronca.

-si, ven vamos al salón- dijo el mayor con voz insinuante, caminando por un pasillo dando la vuelta hacia la izquierda, entrando a una pequeña sala de estar con tres sillones negros y una mesa en el centro, Sakumo se sentó en el de la derecha, obito se sentó en el mismo sillón junto a él un poco nervioso.

-y porque me pediste venir?- pregunto obito con un poco de miedo.

-solo quería verte... esa carita de porcelana que tienes...- contestó el albino mientras le acariciaba la mejilla al adolescente que respiraba entrecortado.

OBITO PENSANDO

-Que me pasa... porque no respiro... estoy hipnotizado por sus ojos... se lo que queres Sakumo lo sé perfectamente pero me aterra lo que pasará después...- pensaba mientras cerraba los ojos e intentaba respirar con normalidad.

-En que piensas obito?- preguntó Sakumo susurrando acercándose al rostro de obito lentamente.

-En que... se lo que va a pasar... pero no se si tengo el valor...- hablaba cada vez más bajo, sus palabras susurrantes fueron calladas por los labios del mayor...
El joven siguió el beso abrazándolo con fuerza, Sakumo lo sujetó con deseo. El beso era cada vez más violento, con deseo...

-porque me pasa esto... se supone que quiero estar con kakashi no con su padre pero... es... tan... guapo... aunque me cueste admitirlo, me gustan ambos...- pensaba el joven.

Sakumo interrumpió el beso, miró a obito, lo recostó en el sillón y se subió sobre él. Obito no puso resistencia alguna, respiraba agitadamente.

ZZZZTTTT ZZZZTTTT

Bibro el celular de Sakumo, pero lo ignoró y comenzó a besar a obito nuevamente.
El joven lo sujetó por la espalda mientras disfrutaba el beso que ahora recorría su mejilla y su cuello, Sakumo comenzó a frotar su miembro de adelante hacia atrás sobre las caderas y el miembro de obito.

El joven ya no respiraba ahora gemía suavemente, sentía desesperación, placer y ganas de ir más allá de la ropa, quería algo más. Sakumo le quitó la campera y la camiseta, el joven le quitó a Sakumo la camisa y camiseta negra que llevaba puesta, volvieron a besarse esta vez con frenesí.

Los besos se cortaban para que pudieran respirar obito se recostó de nuevo en el sofá, Sakumo besaba su torso y lo recorría con sus mano, recorría el cuerpo del joven rozando cada parte de él, le quitó el pantalón y los bóxers, comenzó a masturbarlo, el azabache gemía y se dejaba llevar por el momento, Sakumo lo miró excitado y sonrió.

-huh... sabes lo que viene...?- preguntó Sakumo metiéndose entre las piernas del joven.

Obito solo asintió, cerrando los ojos.

-lo haré de a poco- susurró el mayor introduciendo un dedo en el recto del chico.

Obito hizo una pequeña mueca mientras Sakumo introducía otro dedo y comenzada a envestirlo suavemente.

-ugh...- se quejo un poco obito.

-Duele?- preguntó Sakumo algo risueño.

-algo- contestó obito.

Sakumo sacó los dedos y posicionó su miembro en la entrada del joven. De la nada obito se sentó y se inclinó hacia el miembro del mayor, se lo metió a la boca y comenzó a hacerle sexo oral. Subía y bajaba varias veces luego jugaba con la punta, Sakumo se mordía el labio.
-ahhh- suspiraba y tomaba la cabeza del menor acariciaba el cabello, así estuvo por unos minutos, obito miró a Sakumo quien lo tomó del mentón y le dio un beso tierno pero apasionado.

-Esto me va a doler?- preguntó obito algo nervioso.

-solo un poco al principio luego solo será placer- contestó el albino con voz muy tenue besando al joven recostándolo en el sillón, posicionando su miembro en la entrada una vez más.
Sakumo ejercía presión y poco a poco la entrada daba paso a su miembro...
-ugh... ahh... huh- se quejaba el joven mientras el miembro entraba cada vez más en su interior.

Sakumo le dio un beso muy tierno...

-tranquilo bebé ya va a pasar tranquilo- le susurró al oído acariciando su cabello negro el peliplata.

-c-c...ca...ca...ra...jo... due...le...- musitó el joven.

-respira ya pasará- le dijo al joven acariciando su cadera, comenzando a envestirlo lentamente.

-huh... ugh- dejaba escapare el joven con algo de dolor en su voz.

Sakumo continuo envistiendo al azabache fascinado.

SAKUMO PENSANDO

-al fin te tengo... al fin eres mío chiquito... huh al fin puedo oír esa voz a Merced del placer... entrégate a mi bebé ... quiero oírte... así... así...- pensaba el peliplata mientras envestía más rápido a obito, quien perdía el control del volumen de su voz dejando salir gemidos fuertes y suaves dejándose llevar por el placer.

Sakumo sin dejar de envestirlo lo beso sugetandolo con una mano de la cintura y con la otra de la cabeza, obito lo abrazó del cuello mientras se besaban las envestídas se volvieron lentas .

-ahhh- obito dejaba escapar leves gemidos en el oído de Sakumo.

-mmmm hah- gemía tenuemente el peliplata.

ZZZZTTT ZZZZTTTT ZZZZTTTT
Una llamada entrante en el celular de Sakumo los interrumpió.

-hah debo contestar- dijo mientras reducía la intensidad de las envestidas, pero obito lo interrumpió...

-No... déjalo... no vayas... sigue... quédate conmigo...- suplicaba obito mientras sujetaba a Sakumo de los omoplatos.

Sakumo sin poder negarse volvió a apoyar la cabeza en el hombro de obito.

-esta bien si es importante volverán a llamar- dijo mientras besaba el cuello del menor.

Las envestidas volvieron lentamente a un ritmo constante ni muy rápido ni muy despacio, los gemidos de ambos volvieron a invadir la habitación, unos minutos después Sakumo se vino en el interior del azabache, saliendo de él y vistiéndose. Ambos se vistieron y se sentaron en el sillón nuevamente, se besaron una y otra vez por unos minutos más.

-debo irme prometí llegar antes de las 10 de la noche y son 10 menos cuarto- dijo obito entre besos.

-De acuerdo yo también debo ir a casa antes de que miesposa me mate- dijo mientras veía su celular, -fue ella quien me llamó- continuo, - me llamó hace media hora- finalizó el peliplata.

-Bueno nos vamos entonces... oye... Sakumo... no sientes culpa? Por estar conmigo y estar casado?- preguntó obito con miedo mientras salía del despacho.

-No, mi relación con mi esposa murió hace años hoy día es solo de amistad- contestó Sakumo tranquilo saliendo tras el y cerrando la puerta y trancándola, se giró abrazó a obito por la cintura y lo besó.

-adios- dijo Sakumo dejándolo ir lentamente.

-adiós- respondió obito dándose media vuelta y yendo a su casa.