Enloquecido

47 9 4
                                        

En la casa todo estaba silencioso, a excepción de la pequeña habitación, en la cual la atmósfera era caliente; todo lo que podían escuchar era gemidos y jadeos de la pareja que se encontraba allí.

-M-Minho...¡ah!- gimió el rubio haciendo Minho se excitara más de lo que estaba. Le encantaba escuchar los sonidos que emitía Taemin, los cuales eran ocasionados por su persona, y también, le encantaba verlo desnudo y temblando debajo suyo, era una vista demasiado cautivadora para él.

-¿Te gusta así, bebé?- dijo el moreno empezando a embestir a Taemin a un ritmo lento, le encantaba hacer de rogar al lindo rubio -¿O cómo lo quieres? Dímelo, amor-

-M-más rápido, Minho- le dijo Taemin con ojos suplicantes, definitivamente, el rubio quería mucho más -Por favor...

Minho le hizo caso, y empezó a embestir con más intensidad a Taemin, haciendo que este empezara a elevar el volumen de sus gemidos y sus uñas empezaran a raspar su espalda.

-¡Ahí, Minho! ¡Ahí! ¡Ah!- gritó el rubio encorvando su espalda, al parecer Minho había dado en el punto dulce de Taemin, donde la encantaba - Más, por favor...¡Más!- suplicaba de manera desesperada.

El moreno siguió embistiendo de manera rápida y profunda, haciendo que en la habitación lo único que se escuchara fuera los gemidos de ambos y el choque entre sus pieles. Después de un rato, Taemin empezó a temblar más, siendo su señal para decir que estaba cerca del orgasmo. Minutos después, el sexólogo llegó a su límite y se corrió, apretando sus paredes contra el pene de Minho, haciendo que esté rápidamente llegará a su límite también. Taemin gimió al sentir un líquido espeso y caliente llenando su interior.

El fotógrafo, estando cansado, apoyó su cabeza en el pecho de Taemin, ambos queriendo regular sus respiraciones. El rubio acariciaba el cabello como un pequeño gesto de cariño, porque eso es lo que buscaba transmitir a través de sus caricias, amor.

-Minho, te amo- confesó Taemin, quien tenía las mejillas un poco sonrosadas. Minho, simplemente le sonrió y le respondió.

-¿Sabías también que te amo demasiado?- le respondió el moreno, siendo muy sincero con el menor. Llevó sus manos al menudo rostro de Taemin, y empezó a acariciar sus mejillas, haciendo que el rostro de este empezara a tornarse rojo -Te amo más que a mi vida, Taemin-

Los rostros de ambos se acercaron, y sus labios empezaron a rozar, haciendo que ambos a los poco segundos, empezaran a besarse, pero no de cualquier manera, si no, con deseo mutuo, con amor, mucho amor, lo que ambos buscaban, lo que sentían el uno por el otro.

•••••••••••••••••••••••••••••••

El sonido de su celular lo despertó, ¿cuánto había dormido? Hasta el cielo ya estaba oscuro, debía de estar ya en su cama descansando, no estar en su estudio editando las fotos para su trabajo, y al parecer, sin querer se había dormido y había tenido un sueño húmedo con su sexólogo. Genial, se había vuelto loco.

Decidido a pararse y prepararse para ir a casa, se dio cuenta de un pequeño problema.

Tenía una erección.

Ja, al parecer el doctor si había logrado que se le parara, hablando de manera literal. ¿Qué podría ser peor?

Minho, después de su cita con Taemin, había "enloquecido". El moreno no paraba de pensar en el rubio de lindos ojos avellana, el cual, para el gusto de Minho, era demasiado hermoso, con esa linda carita de án...

¡Demonios! ¿En qué estaba pensando? ¡No podía pensar así del sexólogo! No, esperen, si podía pensar así, pero NO debía; Taemin iba a ayudarlo a que pueda tener una vida sexual normal y plena con su esposo, Jungwoo, el cual debía amar y no lastimar. No iba a ayudarlo a tener sueños húmedos con este, y que encima lograra excitarlo. Definitivamente no.

I can help youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora