EXTRA

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Bueno, ¿por dónde debería de empezar?
Mi familia... No era la mejor. Mis padres a menudo peleaban, cuando lo hacían prefería salir a caminar.
Económicamente estábamos mal. Mi padre al momento de encontrar trabajo en un par de semanas era despedido. Era un borracho de lo peor, todo lo que llegó a ganar lo gastaba de inmediato en cerveza.
Mi madre tenía un trabajo estable como limpiadora en una casa, apenas y con eso podíamos comer.
Desde que era pequeño recibía burlas de mis compañeros por mi clase social, por las ropas que usaba, mis juguetes, desgastados entre otras cosas.
A medida que crecía odiaba vivir así, odiaba haber nacido en una familia de poco dinero, todos los días me sentía cansado, en veces pensaba que sería mi último día, aunque sabía que tomar una decisión así, no era la mejor opción.
Todos los días lloraba por escuchar a mi padre llegar a casa gritándole a mamá, por golpearla, me asustaba que algún día llegara e hiciera una cosa peor, no solo con ella, si no también conmigo.
Rezaba para tener mejor suerte, pero no funcionaba. Llegué a cierto punto donde simplemente les culpé por la vida que estaba teniendo. Les grité:

"¿Por qué tuvieron un hijo cuando no pueden mantenerse a si mismos? ¿Por qué me tuvieron si ni siquiera se aman?"

Ese día recibí una cachetada.
Después de eso busqué un trabajo después de clases. Hacía encargos, ayudaba a arreglar jardines, limpiaba lo que me pedían, hice de todo. No eran tareas que me gustarán del todo, pero no podía quejarme.
Recuerdo que siempre que caminaba por la calle, me detenía frente a tiendas de ropa, siempre me atraía ver todos los detalles de estás, la tela, los colores, todo. Por aquel entonces empecé a dibujar alguno que otro conjunto de ropa que me llamaba la atención, cambiando colores, agregando cosas, etc. Algunas veces me inventaba mis propias prendas, pero era imposible que pudiera crearlas.
En el momento que pude reunir suficiente dinero compré ropa nueva. La estrené ese mismo día y fui a comer como era debido. No había comido algo tan delicioso hasta ese momento.
Seguí así por un par de años. Mamá me había explicado que a partir de mi edad ya era probable presentarme. Papá quería que fuera un Alfa.
Un día me levanté de la cama con un fuerte dolor en el vientre bajo. Me sentía incómodo, pues algo escurría entre mis piernas.

Me presenté como Omega

Mis padres se habían dado cuenta. Ambos estaban en el marco de la puerta de mi habitación.

- ¿Saliste Omega? -Escuché de mi padre, el cual sonaba molesto. Se iba a acercar a mi, pero mi madre no se lo permitió. Terminó siendo golpeada hasta desmayarse. Intentaba levantarme, pero esas punsadas no me dejaban moverme de mi lugar- Te castigaré por salir Omega -Me tomó del brazo y me aventó a la cama. Sentía muchísimo miedo. Con solo recordar aquello me dan ganas de llorar. El hombre a quien alguna vez llamé padre, se llevó mi virginidad.

Es difícil olvidar sus manos sobre mi piel. Asco era lo único que podía sentir.
Al día siguiente mamá me había dado unos supresores que compró a escondidas, a parte de que muy apenas había completado para pagarlos.
Ella debía usar unos lentes oscuros y maquillaje para ocultar los moretones.
Odié ser Omega, incluso mi lobo lo sentía.
Mi padre me hacía insinuaciones sexuales, desesperado me hice cortes en las piernas con el fin de detener sus manoseos, pero fue en vano, todo empeoraba.
Mi madre se debió de hartar de mi padre como para dejarnos. Tal vez fue egoísta de su parte dejarme solo con un padre abusador, pero fuera como fuera lo hizo, y no había marcha atrás. Nunca más supe de mamá.
Ahora yo tenía que lidiar con ese Alfa.
Me obligó a dejar mis estudios, que de todas formas no podía seguir, pues no tenía dinero para pagar la escuela. Me dediqué a trabajar, todo lo que ganaba me lo quitaba a la fuerza para gastarlo en su vicio. Fueron días tormentosos.
Cuando cumplí 15 años huí de casa, ese día tuve el valor de darle con una botella en la cabeza a ese hombre y salir corriendo mientras pude.
Solo caminaba, no tenía a dónde ir. Empezaba a oscurecer. Me senté recargado a la pared de un callejón. Empecé a llorar, lloraba por mis desgracias. Solo me repetía una y otra vez:

m i • f i n a l • f e l i z || EXO [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora