Cada viaje de siempre [Woochan]

◻23◻:Decisión

<<—te amo woojin—>>

Esas palabras resonaban en la mente de Woojin segundo tras segundo invadiendo de dudas us cabeza solto un suspiro mientras observaba la ciudad desde el cristal de su oficina en la que alguna vez  compartió con el menor acaloradas conversaciones, sujeto su cabeza mientras alejaba cualquier tipo de dolor de su mente —no hemos hablado desde que llegaste a la oficina, ¿acaso ya no somos amigos?— se giro observando a Changbin con una mueca de dolor fingida, este se acerco a su lado mientras miraba la ciudad junto a su mayor.

—siempre seremos amigos—murmuró Woojin con una pequeña sonrisa pasando su brazo por el cuello del mas bajo en busca de un gesto tierno— es raro que estes aquí sin tener a Felix a tu lado, ¿hay algo que no sepa?— noto como changbin hacia un pequeña mueca para luego suspirar.

—hoy vengo en una misión en solitario, se que ocurrió con Chan— esta vez fue el moreno quien se tenso, alejo la mano de Changbin fijando su vista en la ciudad

—si lo sabes, ¿a que vienes?— pregunto manteniendo un tono frio y algo molestó, acomodo la corbata de su traje mientras se giraba para quedar cara a cara con el mas bajo.

—¿este es el cambio que dicen que todos tienen despues de quebte hacen tanto daño?—pregunto el pelinegro mientras negaba con la cabeza —deja ese tono narcisista, no te queda—esta vez fue el menor quien se acerco a Woojin dandole un golpe en el hombro— Felix le dijo a Chan que siguiera intentando que lo perdonaras y que ambos seran felices— El mayor el tono de molestia de Changbin y claro que lo entendía ¿quien en su sano juicio lo perdonaria? Bangchan se acerco a el y desde el primer momento planeo usarlo para su mero placer, olvidándose de lo que el sentía.

— tu también crees que sere tan idiota como para perdonarle — gruño intentando safarse del abrazo del menor pero este solo negó haciendo otra mueca  manteniendo la seriedad en su rostro.

—no ¿acaso vez que sea Félix?— se aparto del mayor sonriendole— yo creo que cada persona es libre de hacer lo que se le de la gana, pero siempre estoy a favor de las dulces venganzas —murmuró yendo hacia la puerta y antes de dar un portazo susurró —siempre estare a tu favor, pero por favor no dejes de ser el dulce osito que conozco—.

Puede que esta vez Changbin tuviera razón y por una vez en la vida le haria caso, habia una pequeña cosa que Chan siempre quizo de el, se la daría y le demostraría que ambos podían jugar el mismo juego en el que Woojin saldria victorioso.