Tony estaba lastimado, se sentía débil y el gran lobo frente a él parecía no cansarse, el lobo se abalanzo una vez sobre el y esta vez no tuvo fuerza de detenerlo, cayo al suelo con el lobo encima, protegiéndose con sus brazos y tratándolo de quitárselo. Un lobo gris mas grande se lanzo contra el otro lobo. Tony lo reconoció, era Steve, se puso de pie y observo como los lobos se peleaban entre sí.
Aquello estaba pasando, Steve peleando contra su padre, dos lobos alfa enfrentándose a muerte, no iba a permitir que dañara a Tony, trato de hacerlo entrar en razón, hablándole en su mente pero su padre se sentía traicionado, alegando que esos chupa sangre eran los responsables de la muerte de su madre, así que Steve tuvo que pelear, lastimar a su padre, pero un grito lo distrajo, un grito que lo hizo temblar, lanzo a su padre y volteo a buscar a Tony, se congelo, todo a su alrededor se detuvo.
El mismo hombre que lo siguió, el hombre responsable de que su padre se enterara, era el mismo que había mordido el cuello de Tony, el responsable que la sangre brotara de la gran herida hecha con las garras en su pecho, el responsable de que los ojos de Tony perdieran vida.
Pepper apareció detrás y se lanzo sobre el lobo, partiendo su hocico en dos, matándolo.
Steve se transformo y con su cuerpo desnudo corrió hacia Tony, tomo su cuerpo entre sus brazos y lo llamaba, tratando de parar el sangrado y llamándolo, susurrándole que todo estaría bien.
Su padre solo observo en silencio el dolor de su hijo, era el mismo que el había sentido cuando se esposa lo dejo años atras, y se arrepintió, sintió asco por si mismo, su hijo ahora sufría por él.
El rubio lo sabia, esas dos heridas, la gran mordida en el cuello y la herida hecha por las garras en el pecho del castaño, aun con la gran regeneración con lo que contaban los vampiros, esas heridas esta vez no se cerrarian.
– Tony, por favor amor, no me dejes – el castaño intentaba hablar mientras la sangre salía a brotones de su boca y garganta – Toda esta bien, nos vamos a casar y tendremos muchos hijos, tendremos una mansión y cada noche dormiremos juntos – pronuncia Steve mientras lloraba - Te prometo que te encontrare en todas las vidas que tengamos y ya nadie nos separara – susurro como ultimo mientras besaba los labios del ahora inerte cuerpo de su amado.
A fuera, mas vampiros comenzaron a llegar, de distintos aquelarres, fue la señal para la huida de los lobos, el alfa trato de llevarse al rubio, pero Steve estaba tan enojado que lo miro con odio.
– Lárgate, esto es tu culpa, tu lo mataste, te odio, lárgate, no voy a volver contigo – los otros lobos se llevaron a su alfa, aun en contra de este de dejar a su hijo.
Una semana después, los vampiros realizaban un ritual como despedida de su rey, su líder, el último en la ascendencia al trono del aquelarre. Dos días después se llevaba a cabo el juicio para saber el destino del lobo Steve Rogers.
– El alfa Rogers no es culpable de la muerte de Anthony Stark, el me conto que mantenía una estrecha relación con el lobo y este en ningún momento lo lastimo – intercedió Pepper.
– Lady Potts, disculpe lo que voy a decir, pero usted no tiene ningún derecho... –
– Como su antes mejor amiga, mano derecha y futura esposa de Tony Stark tengo mucho derecho, soy consciente por boca del mismo Tony de lo que ellos tuvieron –
– Es un lobo, un vampiro nunca debe involucrarse con un lobo, son traicioneros, miren como termino el líder –
– Merece la muerte – Y muchos más gritos llenaron la sala.
– Silencio, este es un juicio justo y por... – la voz de Steve lo interrumpió.
– Yo acepto mi castigo, fui responsable de la muerte de Tony y merezco el mismo destino, no pido más –
Aunque Pepper trato de interceder por él, Steve se declaró culpable, su destino era la muerte misma, fuera de la mansión, a Steve se le fue arrancado el corazón y su cuerpo cayo inerte al suelo, frente a la multitud de vampiros que lo rodeaban.
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Había una vez un vampiro y un lobo, enemigos naturales, destinados a odiarse, entrenamos por su clan a matar la especie del otro, y criados con la idea de que un vampiro y un lobo no pueden relacionarse de ninguna manera.
Steve se prepara con su traje de Capitán América, hace poco había despertado del hielo en el futuro, cuando piloteó aquel avión y quedo inconsciente cayendo al mar, para él, solo había dormido horas o tal vez dìas, pero la realidad es que fueron años, su cita con Peggy, su vida, perdió todo, se sentía solo.
Se apresuro y salió rumbo al lugar donde un Dios llamado Loki estaba causando estragos, cuando llego y se interpuso entre el ataque del dios y un anciano, Natasha disparando, la pelea entre el y el dios, luego una música sonando y la llegada de una armadura que golpeo con un rayo de energía al dios.
Lo conocía, Tony Stark, hijo de Howard Stark, nunca lo había visto en persona, pero cuando escucho su voz, fue como si ya lo hubiera hecho, cuando vio su rostro, es como si lo reconociera, era como si lo esperaba, luego pasaron tantas cosas y eran un equipo, viviendo bajo el mismo techo que él, y si, no se llevaron bien al principio, discutiendo y todos notaron la tensión que había entre ellos.
Y después, los sueños, sueños de él, sueños donde lo besaba y le hacia el amor, sueños donde se decían cuanto se amaban, pronto se encontró mirando de forma diferente al castaño. Y luego vino la revelación.
Fue en una misión que tuvieron, peleando contra Hydra, donde la armadura de Tony quedo dañada y tuvo que despojarse de ella, cuando un soldado de Hydra aprovecho lo indefenso que estaba y lo ataco, recibió una herida en el pecho y unos rasguños en el cuello, solo eso basto para que recordara, una vida que vivieron juntos, un vampiro y un lobo, dos especies que debían ser enemigos por naturaleza y que se terminaron enamorando, no eran sueños, eran recuerdos.
Ahora, recostados en una cama, con sus cuerpos desnudos, Steve tomo la mano de Tony, donde reposaba un brillante anillo de matrimonio – Te dije que nos casaríamos – pronuncio Steve con una sonrisa y beso la mano de su esposo.
– Ahora solo faltan los niños lobo tonto – Tony sonrió feliz mientras abrazaba a su rubio.
– Eso se puede solucionar ahora mismo – rio con fuerza mientras Steve se subía sobre el y besaba su cuello – Te amo Tony –
– Yo también me amo Steve –
Steve ataco con cosquillas a su castaño, deleitándose con su risa, por fin era feliz y no había nada que los separara esa vez.
Hubo una vez un vampiro y un lobo, enemigos naturales,y que, sin embargo, terminaron amándose con tanta fuerza que una vida no les alcanzo.
Fin
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Nota:Espero les haya gustado, es una mini historia que me llego de inspiracion
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Enemigos por Naturaleza
FanfictionEnemigos por naturaleza Amantes por eleccion propia Fuimos criados para odiarnos, entrenados para enfretarnos y matarnos, se nos dijo que debiamos odiarnos, enemigos desde nuestra existencia. Pero mi corazón me traiciono desde el primer momento en q...