Su mirada.

El primer suspiro...

La puerta se abrió de un solo golpe, la habitación era oscura y un tanto fría, enfrente estaba ella, Isela, su cabello negro y su piel apiñonada me daban la impresión de que no tenía muy buena higiene pero para hacer el rato más ameno decidí saludar.
-Hola yo soy Anette tú debes ser...
-Isela, pero eso ya lo sabes- dijo en un tono ronco y seco- se que haces aquí, se que viniste aquí con otras niñas, y que serás mi nueva compañera, también se que a todo le temes ...
- amm, como lo sabes? Bueno supongo que la madre les hablo de nosotras.
No, en realidad no, ella no fue quien me habló de tí. Dice en voz baja y comienza a rodear a Anette mirando de arriba a abajo observando detenidamente sus pequeños pechos y  su trasero. Tal vez deberías escucharme y tal vez sobrevivas...
Quien te dijo de mi?. Comienza ha hablar mientras una tenue neblina comienza a acariciar sus tobillos subiendo por sus piernas hasta su rostro.
Isela se acerca lentamente al oído de Anette y le dice en tono bajito pronto lo verás...
Anette sale corriendo sin parar hasta toparse con uno de los sacerdotes que solía visitar el orfanato.
Que paso querida? Está todo bien? Dice el sacerdote Isai mientras la levanta del piso y acaricia sus hombros...
Yo... Yo... Anette comienza a tartamudear.
Ella está bien, se asustó con un ratón. Dice Isela jalando a Anette hacia ella. Ya nos vamos a nuestra habitación.
Está muy bien pequeñas descansen, exclama Isai con una enorme sonrisa en su cara.
Camina compañera hay muchas cosas que debo enseñarte.
Anette tenía tanto miedo que apenas podía respirar solo sentía las manos delgadas de Isela abrazando su cuerpo mientras la llevaba a la que sería su nueva habitación.
Al entrar Isela cierra la puerta de un golpe y arrastra uno de los cajones para arrancar la puerta, se voltea hacia Anette y le dice un tanto enojada
Escucha niña, se que quieres explorar y correr despavorida por todo el lugar, pero si no quieres terminar como una monja, embarazada, violada, quemada o muerta debes quedarte aquí por las noches, y no hacerle confianza a nadie, escuchaste, a nadie!!!
Anette solo se sentó en la orilla de su duro colchón y Asensio con la cabeza.
Bien, puse tus cosas de ese lado mañana podrás acomodarlas como quieras mientras debes dormir, ah... En la esquina hay una bacinica puedes usarla para evitar salir.
Ambas niñas se prepararon para dormir, y se dispusieron a hacerlo, Anette estaba nerviosa y no podía descansar de tantos pensamientos y dudas que le llegaban a su cabeza, ella solo quería estar con una compañera normal que no la hiciera tener pesadillas o ganas de correr cada que la mira.
Unas horas después Anette ya estaba quedándose profundamente dormida cuando comenzó a escuchar que de la esquina donde estaba la bacinica unos leves sollozos y lamentos acompañados de arañazos a la pared, el miedo le Helo la sangre al pensar que tendría que dormir con una loca por el resto de sus días, trato de escusarla pensando que su periodo le había llegado o que solo la quería asustar cuando por querer tener comodidad dió la vuelta y miro en su cama profundamente dormida a Isela el miedo le invadió el cuerpo cuando lentamente comenzó a voltear al lugar donde provenían los ruidos, cuando con la tenue luz que tenía la habitación vio una mujer de no más de 20 años llorando completamente desnuda y con las piernas cubiertas de sangre llorar y arañar la pared con sus manos sin uñas, al momento de tener su mirada completa en la mujer está se detuvo y lentamente comenzó a voltear, Anette rápidamente se cubrió con su sábana restando por qué todo fuera una pesadilla se cobijo por completo y al ponerse boca arriba aún cubierta la vio a ella la mujer dentro de su sábana miandola fijamente a sus ojos con un rostro sin expresión con su piel sucia y golpeada  y un muy mal olor sé aserco a su rostro le dijo mostrando sus dientes podridos, no deben hacerlo, y desapareció sin rastro, Abette seguía inmovilizada cuando de golpe se pudo mover volteó su cara y su compañera la miraba fijamente y le decía, ya no hay marca atrás, Anette dió un largo suspiro y callo completamente dormida.