¿No puedes recordarlo?.. MDZS -WangXian-

5. Desvergonzado y Patético

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
¿No puedes recordarlo?
By. Heartless Bom
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El Arte es mío, fue una comisión por: trébolQ - @q_trebol
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
5. Desvergonzado y Patético.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

—Han Guan Jun... ¿En serio nos vamos a quedar aquí hasta que Wei WuXian se vaya?— SiZhui solamente veía como el mayor tenía en medio de su siempre impasible mirada un extraño brillo que no sabría describir si era curiosidad o unas inmensas ganas de hacer cumplir alguna sentencia... Para el caso sería lo mismo porque no podía solo dejar al mayor en aquél restaurante. Estuvieron tan cerca de irse cuando el de ojos ambarinos se quedó clavado en su sitio. Su fino oído estaba prendado de la voz del chico que pareciera haber invocado desde la pantalla del móvil. SiZhui lo miraba incrédulo ante su comportamiento, pero cuando vió que se sentaba de nuevo y volvía a tomar la carta supo que estaba perdido. Y así pasaron los minutos, llevándolos de nuevo a aquella situación.

—Simplemente estamos disfrutando de la estadía...— Nadie le creería eso, pero no tenía caso discutir con el menor de los dos jades de Gusu.

—¿Y por eso pediste de nuevo postre?— Lo decía más divertido que otra cosa y con el enojo de antes en el pasado. En casa era imposible verle comiendo postres sin pensar en la hora de meditación pero ahora, había un poco del Lan WangJi que se había perdido con los años.

—Mmn— El de ojos ámbar entonces devoraba de una tarta de zarzamora con chocolate blanco la cual el menor de solo verla le daba diabetes, PERO al menos tenía la decencia de acompañarlo con té... Aunque algo en su interior le hacía pensar en todo y en nada sobre la situación. Como por ejemplo, él mismo estaba emocionado por ver a su apreciado WuXian sano y salvo después de años sin saber nada de él y ahora sabía que su vida estaba feliz y en orden.
Pero también sufría al tener a su amado primo en ese estado, y ambos tenían demasiado por lo cual preocuparse en la casa Lan. Así que no podía solo correr a los brazos de a quien solía llamar "Madre" aún en juego.

. . .

—¿Capitán?— Los dos Lan sabían disimular un poco pero el mayor quedaba prácticamente a espaldas de donde se habían situado los otros dos chicos. Y para este era increíble que se paseara como si en su propia casa estuviera y hablase con todos con una descarada naturalidad y familiaridad.

—Dígame señorito Wei... ¿Desea ordenar algo?— Y parecía que le tenían consideración. Definitivamente no sabían quien era.

—S-Si quisiera pero... Es un pedido especial y sé que no debería pero de verdad quisiera un poco de ello— La voz del chico sonaba lastimera, pero claramente Lan WangJi no se lo iba a creer. Obviamente era un truco para obtener beneficios a base de su popularidad.

—Por favor díganos, la joven ama Jin nos amonestaría si no cumpliésemos sus deseos. Esas fueron órdenes dadas al saber que vendrían a China— Y el que le acompañaba soltaba un bufido cansino. Los otros dos en cambio se miraron con interrogantes; ¿acaso eran conocidos o algo así?

—Si ese es el caso, ¿Podrían prepararme costilla de res con raíz de loto?- El Capitán de meseros se limitó a sonreír mientras asentía y se iba a realizar una reverencia y a preparar dicho platillo. Pero ahora su acompañante lo miraba muy mal —Aish, ¿Ahora que hice para que me veas tan horrible HuaiSang?—

—Acabo de descubrir como es que consigues que la gente haga lo que quieres. Rico bastardo, usando las influencias de tu casa para esto— Se abanicaba mirando desde lo alto al otro quien le había rodado los ojos.