1.

4K 191 44
                                    

Samantha.

Escapé de mi trabajo tras ser poseída por un demonio al que cuidaba, desaparecí y descubrí que estaba embarazada, me apegué a ellos. Yo misma me decía que trataban de seducirme, de engañarme para matarme y escapar, las palabras de Looke fueron claras cuando lo conocí por primera vez, estaba desnudo en una camilla, él era el primero en ser preparado, estaba sedado, sus ojos se mantenían rojos, yo abrí la puerta de aquel horrible lugar y él no necesito hacer un gran movimiento para romper la gruesa cadena que envolvía su muñeca, pero no lo hizo, a su lado más camillas le seguían con todos sus hermanos, las malditas luces no encendían y podía ver todos los ojos de ellos rojos brillantes en la oscuridad, mi mano, mi cuerpo tembló mientras volvía a pulsar el interruptor varias veces hasta que se encendió, me volví sin querer volver a posar mis ojos en los de ellos, mi cabeza comenzó a martillear, cogí una bandeja y puse todo el material que necesitaba para una extracción de sangre, me volví, mirando hacia arriba, observando los tubos de extracción de semen cerca de ellos y tragué llegando al primero de ellos, coloqué la mesa de ruedas cerca y sentí el contacto del dorso de su mano contra mi muslo, torcí mis ojos hacia los de él y me quedé paralizada, su mano siguió recorriendo mi piel, tenía el tacto caliente.

- Eres verdaderamente bella.

Mis mejillas se tornaron rojas, ardieron en segundos al escucharlo y sentí que me ardía hasta el pecho. Él me observó, bajando su vista por mi piel, hasta detenerse en mi escote. La vergüenza me inundó más aún, me volví alejándome de su mano hasta la mesa, cogiendo varios tubos de muestras, preparando la jeringa, apreté mis muslos, llevé mis manos hasta mi bata y saqué las gafas de aumento, las odiaba, pero las necesitaba, me volví hacia el tipo, viéndolo intentando llegar con su mano hasta mí, consiguiéndolo al volverme inconscientemente. Me agarró de la mano y me sonrió, su rostro era hermoso, tenía la mandíbula marcada, sus labios eran hermosos, llenos y rosados, tenía una barbilla bonita y su cara era perfecta, su simetría, su piel, cogí la libreta pegada con velcros en el borde de la camilla y la examiné, observando con cada frase que leía su rostro, su esculpido cuerpo, su maldito y abultado miembro.

- No creas nada de lo que lees ahí pequeña humana.

Alcé mis ojos hacia él de nuevo e intenté no ahogarme en mi propia saliva.

- ¿Puedes cambiar a algún animal?

Él me observó detenidamente, no dijo nada, por lo que yo estiré mi mano para coger el algodón, verterle alcohol y sacarle sangre, estaba caliente en el plástico en el que la vertía. Terminé y me volví, guardándola para analizar, cogí mi teléfono y me puse los cascos de música, concentrándome en mi trabajo, sacando sangre, así uno tras otro, todos tenían tatuajes de llamas, trazos cruzados por sus pechos, brazos y piernas. Ese fue mi primer contacto con ellos. Semanas después pasaba con un carro de extracciones por los largos pasillos de aquel lugar, como siempre escuchaba música. No miraba ninguna maldita jaula, bastante horrible era escuchar encima del sonido de la música los sollozos y lamentos muchas veces, siento movimiento cercano y alzo mis ojos al ver a un grupo de doctores pasar a mi lado a toda prisa, incluso golpeándose contra mi cuerpo al pasar varios de ellos, me quito un casco mientras veo a donde van, un grupo de guardias armados apuntan dentro de una jaula, observo al ser en su interior, es uno de ellos, un ser al que le saqué la sangre, está en el suelo, en la posición del indio, el collar de su cuello está a varios metros de él, arrojado en el suelo, destrozado, yo jadeo al ver sus manos hacia arriba, de ellas salen llamas, van aumentando mientras su cuerpo se eleva del suelo y se pone sobre sus pies, mueve sus manos y golpea a varios guardias con las manos, los escucho chillar. Los doctores intentan disparar contra su cuerpo dardos, intentan detenerlo, hacerlo caer, pero él los observa unos instantes, varios caen al suelo y otros se llevan las manos a la cabeza, chillan con dolor, es horrible, yo gimo al ver al ser comenzar a caminar hacia mí, sus pasos van dejando un rastro rojo en el cemento, humo sale de allí, se detiene ante mí cuerpo, mirándome, serio.

- Quiero que vengas con nosotros.

Yo niego, mirándolo a los ojos completamente negros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora