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Oscuridad, es lo único que podía ver en aquel lugar, rodeándolo por completo impidiendo que pudiera moverse haciendo que sintiera angustia y temor, no sabía dónde estaba, no sabía dónde estaba o como había llegado a ese lugar, haciendo que sintiera una enorme desesperación. De pronto sintió algo acariciaba su pierna, era algo frío, tanto que hizo estremecer su alma.
Cuando sintió que empezó a subir de manera lenta su corazón latió con rapidez, quería moverse pero no podía, parecía que estuviera bajo un hechizo que lo hizo inmóvil, pero todo eso terminó cuando esa cosa llegó a su mejilla y delante de sus ojos se formó una figura que el muy bien reconocía.
—Me perteneces Inochan~.-
Sus ojos se abren incorporándose en la cama con desespero, sus labios agarraban grandes bocados de aire a la vez que su corazón latía a mil.
— Inosuke kun, ¿estás bien ?— una voz hizo que llegara a la realidad que se encontraba, estaba en la finca de las mariposas, estaba con sus amigos, estaba lejos de Douma sama.
Voltea con su amiga, en sus ojos se reflejaban preocupación, su corazón empezó a sentir culpa, no quería que su querida amiga se sintiera así.
—Estoy bien Nezuko, solamente tuve una pesadilla así que no te preocupes..— se quita la sábana y baja sus pies con cuidado, como si debajo de el hubiera un lago com agua fría, que si metía sus pies iba sumergirse y congelarse.— voy a tomar aire.— con la mirada baja se levanta y sin esperar una respuesta de la chica de ojos borgoña sale de la habitación.
Cierra la puerta detrás suyo, sacando el aire que aguardo dentro suyo, levantando su vista contemplando como los rayos de la luna escapaban de las cortinas y iluminaban el pasillo mostrándole una vista tranquila, la cual fue opacado por los rugidos de unos golpes y extrañado sus pies se dirigen donde se encontraba el origen de tal destrozo.
Cuando llega al lugar del ruido mira a su amigo de cabeza de jabalí entrenando aún, viendo que estaba concentrado en el entrenamiento intenta no ser ruido y se sienta con cuidado, pero parece que fallo ya que ve que se detiene y como todo su cuerpo se pone rígido para voltear hacia su dirección de manera lenta.
— ¡Avisa cuando estes aquí!— se acerca a el con grandes pasos como si fuera un niño que estuviera haciendo un berrinche.
— Fue tu culpa por entrenar a estas horas de la noche.— le reprocha también, ve como se acerca mirándolo con esos dos grandes canicas como ojos.—
— ¡No puedo quedarme detrás de Nezuko Chan y de ti !.—ve como cruza sus brazos y se deja caer a lado suyo sentando.
— Entiendo...— fue una respuesta corta, pero parecía que le bastó al chico salvaje, ya que solo empezó a contemplar la luna que estaba encima de ellos. Era tan brillante y hermosa, aunque cuando está su presencia viene cosas malas.— Monitsu...
— Es Zenitsu, cara fina .— le responde, sin mirarlo aún.
— Tu...¿crees que soy bueno?, ya sabes, que soy buena persona.— cuando soltó esas palabras fueron sumergido en un silencio incómodo, haciendo que el menor se arrepintiera por a ver preguntar.— Olvídalo, fue una...
— Inosuke desprende un sonido amable.— mira como se quita la máscara para voltearlo a verlo, sus ojos miraban aquellos ojos color oro lo miraban fijamente, sintiendo como podía ver su alma.— no como el de Nezuko Chan, si no un amable diferente, un sonido como las de los cascabeles, ya que son ruidosas pero te dan alegría.— su corazón latió cuando escucho esas palabras, ve como el chico se da cuenta lo que dice y empieza a murmuras cosas, haciendo soltará una carcajada.—
— Jajaja, es la cosa más sin sentido que me han dicho... pero a la vez muy tierna, muchas gracias Zenitsu.— sonríe, era una sonrisa cálida mientras que sintió como todo su ser se volvió de nuevo cálido mientras que ambos fueron iluminados por la luz de la luna.
