➹ So Bad ➹

2.7K 205 211
                                    

Era de mañana y aquella estrella gigante que proporcionaba luz y calor al mundo salía a la luz después de una noche larga y oscura.

El jardinero de la gran mansión del magnífico e inigualable Levi Ackerman CEO de una de las mejores empresas. Además de ser elegido como el hombre más bello de Japón por fuentes y redes.

Aunque tenía que admitirlo, Levi Ackerman, era de aquellos hombres que enamoraban tanto mujeres y hombres, perros y gatos. Nadie podía resistirse ante sus encantos.

Ni siquiera Erwin Smith, el jardinero, podía.

Todas las mañanas iba desde las 9:00 am hasta las 12:00 pm a arreglar el jardín de adelante y de atrás, cuidaba las nuevas plantas que plantaba, agregaba alguna más, las regaba, le daba abono para que el jardín de dicho hombre quedase más hermoso y reluciente.

Nada raro, ¿no?

Pero sí había un problema.

Era cuando Levi Ackerman iba a bañarse.

¿Qué había de malo en eso?

Era la gran ventana de punta a punta que había justamente en la ducha, podías ver perfectamente a la persona que se bañase allí.

Ese era el problema que tenía que lidiar Erwin Smith todos los días.

Hubo un momento en el que pensó que siempre a las 10:35 am Levi se iba a bañar por lo que optó por no ir a esa hora a la parte del jardín donde quedaba la ventana del baño.

Pero parecía que la suerte no estaba con él, ya que después de aquella hora, decidió ir a la parte del jardín que le faltaba, y que suerte la suya que justamente a esa hora Levi Ackerman iba entrando al baño.

Al principio creyó que era casualidad, así que decidió intentarlo nuevamente y nada, allí estaba a esa hora bañandose.

Así que decidió ir desde el principio a esa parte y así no toparse con él.

Pero nuevamente la suerte no jugaba con él y allí estaba a las 9:10 am entrando a la vez que él.

Una vez, sólo creyó que lo hacía a propósito al estar al tanto de que le causaba una dolorosa erección en medio de sus pantalones.

Es que cómo no tenerla, al ver como descaradamente lavaba su cuerpo en frente de él, sin pena alguna, juraba que en una de esas lo vió mordiendose el labio cuando paso el jabón por en medio de sus piernas.

Con tan solo imaginar aquello sentía una corriente pasar por su cuerpo.

Pero vamos, era imposible que aquel chico se fijará en un jardinero normal y corriente.

Tomó con fuerza aire por su boca y se acercó a la casa.

Con sus materiales en mano y una postura erguida transmitiendo seguridad de él (cosa que no tenía) dió pequeños toques a la puerta.

Esperó unos segundos y le abrieron, al principio creyó que era una de las mucamas, pero no, justamente enfrente de él, estaba el chico que le causaba un dolor insoportable en medio de sus piernas.

- ¡Erwin! -Saludó animadamente mientras daba un apretón a su hombro.- Pasa. -Sonrió.

Dió una reverencia de agradecimiento y pasó.

Escuchó como la puerta delantera se cerraba por alguna razón le estremeció aquel sonido.

- Solo voy a cambiarme y comienzo. -Le informó mientras le miraba y por allí mismo aprovechó para revisar su vestimenta.

Vestía de un gran buzo de color blanco, dentro de el un suéter de rayas negras y blancas que sobresalían en las mangas y unos pantalones holgados.

Bathroom •‖Eruri‖・Donde viven las historias. Descúbrelo ahora