capitulo 4:

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Me quedo sin aliento y siento como mi cara torna un color rojizo ¡Hay dios mío ¡ Miro al suelo o a cualquier lado, en estos momentos cualquier cosa es interesante

-¿me dejaras pasar?

Cada musculo de mi cuerpo se tensa, muerdo mi labio inferior y poco a poco levanto la vista, ¿Qué?, Está a punto de reírse ¿Qué es tan chistoso aquí?, pero cuando capta  mi mirada su expresión cambia, me hago aun lado derrotada y entra.

-¿querías huir?

-Si –afirmo con temor-

Sus ojos turquesas dan con los míos, están tan apagados y oscuros, no muestra ningún sentimiento

-¿Por qué? –Toma asiento-

-porque tengo miedo, no quiero ser objeto sexual

Él empieza a reír y yo me avergüenzo

-no te quiero como objeto sexual

-¿no?

-siéntate –ordena-

Frunzo el ceño ¿Por qué siempre ordena? ¿Por qué siempre hago caso?

-Amber – me mira-  firma y te lo explicare

Me sale una risa nerviosa y el me mira confundido, ¡Ay que la cago!

-me rio cuando estoy nerviosa –confieso-

-firma

¡Patán!

-¿Qué gano yo a cambio?

El me mira y me mira

-quedarte con el departamento, dinero, que esa señora tenga una vida ¿es suficiente?

¡Que me caigo de culo! ¿Qué?

-no...-tartamudeo- no puedes hacer eso

-puedo hacer mucho más si no firmas amber

Y en un acto de adrenalina agarro el maldito papel y firmo, el me mira sorprendido ¿Qué mierda he hecho?

Lo miro por un momento para ver qué me dice pero se ha quedado sin palabras, toca su frente y luego suspira

-bien –finaliza-

¿Bien?¿Solo dirá eso?

-tienes una laptop?

Frunzo el ceño

-si

-¿puedes prestármela?

Me dirijo hacia mi cuarto, vuelvo y se la entrego

-puedes sentarte, buscare algo y luego te cuento

Pongo lo ojos en blanco y voy a la cocina, miro de reojo todos sus movimientos mientras me preparo un café, será una larga noche por un psicópata que me quiere de sumisa y genialmente he firmado abruptamente un maldito contrato que me puede tener de rodillas frente a él en cualquier momento si el me lo ordenase, ¡Maldita sea las reglas¡

Voy casi corriendo a su lado

-¿puedo?

Él gira su cara a un lado mira el folleto y luego a mi

-dale –sonríe-

Lo miro con mala cara y voy de nuevo a la cocina, abro el folleto y leo

1-La sumisa tendrá que estar en el lugar que el dueño requiera mejor

¿Dueño?

2-Ante cualquier accidente hacia la sumisa él dueño procurara con los gastos

La MusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora