"Si nos ponemos a pensar, la estancia del tiempo que pasamos en este mundo, haciendo lo que más nos gusta, es lo más valioso en nuestras vidas, compartir, soñar y practicar nuestros hobbies. Por eso, quiero disfrutar mi vida al máximo sin que nadie pueda detenerme. Si pienso bien, al no hacer lo que quiero, sentiré el vacío existencial al arrepentirme de no cumplir mi sueño. La libertad es mi ambición y mis ambiciones van primero, ¡no importa como lo mire!"
Un día soleado alrededor de las 8 de la mañana, Koharu, una chica con gran estatura y cabellera negra se levantaba bastante más puntual de lo usual, era sumamente extraño en una Gyaru como ella. Su mirada resplandecía tras abrir y mirar la ventana que a través de la misma se encontraba un cielo azul como el mar y un sol tan radiante como una linterna a máxima potencia por la noche.
–Hoy es el día donde finalmente se anuncian los resultados del concurso del club artístico, ¡por esto ha valido la pena ir a clases! -mencionó Koharu emocionada sin hacer ruido excesivo.
"Creo que están dormidos, no voy a negar que no quiero llegar a cruzarme con ellos por nada del mundo por los pasillos".
Koharu se vistió rápidamente sin hacer casi nada de ruido fijándose mucho en los alrededores dando cierto aire a una ladrona. Finalmente, antes de salir por la puerta Koharu hizo un gesto de decepción mirando hacia una de las habitaciones de la casa.
–Como si me importara..-Dijo la chica de cabellera negra saliendo por la puerta con las manos en los bolsillos.
"Si tengo suerte podré encontrar la tienda del señor Yamada abierta, se me olvidó completamente hacerme el desayuno con la emoción".
Por primera vez Koharu estaba caminando en vez de correr con el típico pan en la boca, esta vez se podía dar el lujo incluso de mirar sus redes sociales a la vez que caminaba entusiasmada. Koharu compró su bocadillo favorito que tanto le encantaba y, al llegar a la escuela, había menos gente de lo habitual para ella, aunque en sus pensamientos solo destacaba el resultado del concurso.
–Vaya...nunca aprendes, con esas pintas de delincuente no vas a empatizar con mucha gente, querida Koharu. -mencionó sarcástica una chica a lo lejos mientras se acercaba a Koharu.
–¡Meicita! ¡Buenos días! ¿Qué tal? ¿emocionada? -gritó Koharu como si se estuviera liberando de un gigantesco peso que tenía sobre sus hombros.
–Jajaja, te veo bastante emocionada, ¡me vas a contagiar con tanto positivismo! -contestó con una sonrisa de oreja a oreja hacia Koharu, quien se encontraba saltando de felicidad.
"Ella siempre tan genial, es gentil en cierta forma, incluso diría que lo es todo para mí. Todos suelen rechazarme por como soy, pero Mei se pone de mi parte para apoyarme, realmente tengo mucha suerte".
–Vamos, ¡no te quedes empanada! -soltó Mei tomando la mano de Koharu mientras empezaban a correr hasta la puerta de la escuela.
El club estaba ya abierto, de hecho, la mayoría de aulas ya estaban abiertas incluso cuando todavía no eran las 9:00, la hora de entrada. Yoru, el presidente del consejo estudiantil, se puso al habla por los altavoces de la escuela para hacer un anuncio importante.
–A todos los miembros de los clubes que participaron en sus respectivos concursos, los resultados se han pospuesto para mañana por motivos del consejo estudiantil, de verdad, sentimos las molestias. -dijo Yoru por el altavoz con un tono firme y recto.
–¡Venga ya! Y yo que me había levantado temprano! -gritó Koharu con rabia haciendo un berrinche moviendo sus brazos de lado a lado.
–Vamos, vamos, supongo que para alguien como tú levantarse por la mañana dos días seguidos es mucho decir. -dijo Mei con tono burlón hacia Koharu. Siempre habrá un mañana, venga ¡ánimo!
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Again (Oneshot)
Short StoryKoharu es una chica de instituto Gyaru que vive su vida libremente junto con su mejor amiga Mei. Koharu se levanta temprano por primera vez para ver los resultados del concurso de arte en el cual se había clasificado, pero es pospuesto al día sigui...