Cálida mañana de primavera, los coches pasan a mi alrededor.
Una sonrisa se apodera de mi cuando sus pequeños ojos, algo cristalizados se encuentra con los mios.
Rápidamente y con una mochila de spider-Man en su espalda se acerca hacia mi.-Mami, no te encontraba. Pensaba que te podías haber olvidado de mi. - dice, y eso viniendo de un niño de 3 años, simplemente me rompe el corazón.- a papá a veces se le olvida.
Me agacho y le abrazo. -papá tiene que trabajar, recuerda que el tiene su propia vida junto con Rosa.
-No me cae bien, cuando nos quedamos a solas me dice que ojalá no existiera y todo sería mucho mejor.
Cinco años antes.
Tres personas rien mientras cruzan la calle, dos de ellos van de la mano. Hasta que llegan al instituto se separan y van por distintos caminos.
Dos de ellas van a 1er año de bachillerato y comparten clase.
-Si tu no estuvieras con él, juro Clara que me lo tiraba- aunque se que las palabras de mi mejor amiga van en serio y realmente lo haría, hago como que no escucho nada.
-Rosa, vamos ya a clase que al final jamás nos dejaran entrar a tiempo.Actualidad.
Los recuerdos me invaden, solo me levanto y lo cojo de la mano. Antes de irme saludo a algunas madres y cojo el coche rumbo a casa.
La adolescencia fue la peor y mejor época de mi vida. Pero aprendí que posas cosas cambian. Pero las que más lo hacen son las personas, o quizás siempre fueron así.
Cuatro años y cómo había cambiado todo.Llegamos a casa, la noche ya está en el cielo, como pintora nunca llegué a triunfar pero llevo ya dos años echando currículums, el problema es no haber ido a la universidad. Pero nada de eso me impide estar ahora con mi mano intentando recrear lo que mis ojos ven a través de la ventana, siento la paz de pintar y este es mi momento favorito, lo que me sigue teniendo en pie a parte de Dylan.
Este se encuentra intentando contar con sus dedos 3+2, tararea la canción en inglés que resuena desde mi dispositivo. Claramente se lo está inventando todo pero me parece de lo más tierno verlo.
El timbre suena y justo la canción termina. Dejo de pintar y mi pequeño deja de contar , o más bien intentar contar, y me mira con cara curiosa. Se escucha a alguien silbar y aunque sea pequeño sabe quien es, tal manía de la que un día me enamoré. Hoy es horrible de escuchar. El nerviosismo crece en mi.-¿Que tal cari? ¿Me has hecho de menos?
//MAVE