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#ErikAle

~Actualidad~

Estaba en uno de sus tantos paseos por el rio, obviamente en el lado más alejado del pueblo, para no lidiar con las miradas de desprecio de las otras hadas. Sabía que las hadas estaban celebrando la llegada de alguien importante, pero a él no le interesaba ser parte de la celebración, pues probablemente solo sería humillado.

Se dirigió directamente a su paraíso personal, el cual había descubierto años atrás, era una
pequeña laguna formada por rocas de diversos colores, las cuales reflejaban hermosamente los rayos del sol.

Él amaba nadar en esa pequeña laguna y jugar con los peces que ahí vivían, tan distraído estaba con sus juegos que no se percató de la figura que lo había estado observando, y regreso a su hogar sin ser consiente lo que el destino le tenía preparado.

Al día siguiente realizo la misma rutina del día anterior. Así sucesivamente pasaron 5 días, sin que el distraído pequeño fuera consciente de la presencia a su alrededor.

El día anterior había llovido y Jimin se encontraba trepando un árbol, pues tenía hambre y quería obtener de los frutos de este, a pesar de la difícil prueba el pequeño no se rindió, lastimosamente la corteza estaba demasiado liza por la humedad y de un momento a otro Jimin se encontraba
cayendo del árbol sin poder hacer nada pues no tenía alas ni poderes para evitar el golpe,
cerrando fuertemente sus ojos espero en impacto que nunca llego.

Una hermosa flor lo tomo delicadamente en el aire, dejándolo seguro en el suelo. Obviamente fue influenciada por otra entidad para poder hacerlo, por lo que el pequeño Jimin empezó a ver hacia todas direcciones, para agradecer a su salvador, el cual encontró siendo opacado entre las hojas de los arbustos, no podía apreciar su rostro pero era notablemente más alto que él.

Jimin tímidamente fue acercándose al desconocido para agradecerle con una linda sonrisa.

A pesar de haberse acercado aun no podía distinguir el rostro de su salvador.

-Muchas gracias por salvarme- dijo con una tímida sonrisa.

La figura simplemente asintió, y Jimin se sintió triste, pues era obvio que su salvador, simplemente lo hizo por lastima. Con el semblante caído dio media vuelta para no molestar a la figura, pero al hacerlo muchas flores crecieron a su alrededor las cuales bailaban con el viento y desprendían un
exquisito aroma, impidiendo regresar, así que de nuevo volteo hacia su Salvador.

-¿No te estoy molestando?- pregunto esperanzado, recibiendo simplemente una negación por parte de la figura.

-¿Quieres jugar conmigo?- recibiendo un asentimiento.

Jimin estaba eufórico de no ser rechazado, y sus ser brillaba de alegría.

Su interacción simplemente fue Jimin hablando y contando historias o cantando canciones,
mientras jugaba con las bellas flores que eran creadas por el mayor.

A pesar de no obtener respuesta de su acompañante, Jimin realmente estaba feliz de por fin tener compañía.

Al llegar la tarde no pudo evitar sentirse triste, pues no volvería a ver a su nuevo amigo.

-¿Volverás mañana?- dijo con la mirada llena de esperanza, la figura simplemente asintió y Jimin era el ser más feliz del bosque.

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Gracias por leer

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Espero les haya gustado
Att: ErikAle

Pequeño sol de invierno/Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora