404 52 20
                                    

Estacionó su auto negro en la entrada de la gran mansión la cual era de color pastel, era el comprometido de aquel hombre de cabellera negra, su boda estaba acercandose y sus padres lo obligaron a convivir con el hasta que llegue el día de la boda, él no quería casarse con aquel hombre, pero su palabra nunca contaba.
Vestido de traje y camisa roja fue hacia la entrada, algo curioso es que no tenía ninguna criada, la única presencia era ese hombre esbelto que bajaba los escalones de madera pulida, no iba a negar que era atractivo, sus llamativos ojos azules, su cabellera sedosa y bien cuidada, ni hablar de su cutis y su bien formado cuerpo que se veía bien con aquel traje negro.

—Mucho gusto. ¿Como estas?

Fue lo primero que dijo una vez que estaba cerca del albino, agarró su suave mano dándole un beso en sus nudillos cosa que puso nervioso al menor.

—Mucho gusto Reaper.

El mencionado sonrió y entrelazando sus dedos con los contrarios lo guío hasta la sala, hablarían un poco, deberían conocerse primero para no estar en un ambiente tenso e incómodo.

—¿Deseas algo? Tantas cosas te puedo mostrar.— Dijo viendo hacia otro lado mientras ambos estaban sentados.

—Quisiera ver dónde dormiré, si no es molestia.

El mayor se levantó sacudiendo un poco su traje de las arrugas y agarró la mano del albino.

—Espero que la habitación sea de tu agrado, tu armario esta llenó de ropa, se libre de escoger que usar.—Subieron hasta el segundo piso y al llegar a una habitación soltó la mano del albino para abrir la puerta de color blanco.—Te veré en unos minutos para cenar. Adiós.~

El pelinegro se retiró dejando solo al albino el cual una vez que entro soltó un gran suspiró. Sus padres le comentaron que debía de hacer todo lo que le diga el mayor, lo cual detestaba, fue hacia el armario y encontró pura ropa femenina, se mordió el labio, no sabía si podría soportar todo esto.

Mi próximo error es él.

Para no tener problemas decidió usar un vestido negro para combinar con el mayor, despeino un poco su cabello, había maquillaje en su comoda, no sabía si debía de utilizarlo y solo la ignoró saliendo de la habitación con insoportables tacones.

Reaper vio bajar a Geno con aquel provocativo vestido y solo sonrió ayudando a que se sentara acomodando su silla.

—Que elegante te ves.~— Dijo dando un beso en su frente con total libertad.

El menor solo se ruborizó pero de vergüenza, solo deseaba que ese día acabará, ese día de muchos.

Como un libro te puedo leer.

El pelinegro hablaba y hablaba alegre mientras el menor solo miraba su plato jugando con la comida y el tenedor, no tenía ganas de hablar ni seguir la conversación al mayor, solo asentía y negaba o hacia muecas que no ofendieran.

—Estas muy callado querido. Dime. ¿De mi tu haz oído hablar?—Pregunto de manera inesperada poniendo nervioso al menor.

Claro que escucho rumores de ese hombre, en las fiestas que asistía, los ex amores del pelinegro decían que era un loco, posesivo, impulsivo, no sabía controlar su ira y celos. Pero solo lo veía de cerca y no se veía como lo describían, se veía como un buen hombre amable, caballeroso, detallista, atento y carismático.

—No realmente.

Fue lo único que dijo y bebió la copa de vino como querer dejar hablar de eso.
Cosa que el mayor notó y sonrió.

❝Blank Space❞ ||【Afterdeath】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora