> PARTY [ Mangelito ]

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[Lolito]

El despertador resonó por toda la habitación, aturdiendo de paso un poco al pelinaranja que luchaba por encontrarlo y apagarlo de una vez. Eran las 10 de la mañana, tenía suerte de que ese día no le tocase trabajar o estaría frito. Además, la noche anterior se había quedado hasta el amanecer charlando y jugando en el ordenador con su mejor amigo. Probablemente había dormido unas 4 horas como máximo.

A duras penas se levantó de su cama y fue a la cocina para prepararse el desayuno, incluso si en ese momento no tenía muchas ganas de comer.
Miró a su al rededor. Vivía en un gran departamento moderno, podría decirse que era un penthause.
Tenía suerte de tener tantos ingresos debido a su negocio, y eso que nisiquiera era el jefe o algo parecido. De hecho, estaba comenzando su segundo año.

El sonido de la cafetera lo sacó de sus pensamientos, se apresuró a servir el contenido en una gran taza. Tal vez con todo ese café sería suficiente para terminar de despertarse.

Caminó hasta el mesón y se sentó allí, una mala costumbre; no solía usar las sillas cuando estaba solo (lo cual era la mayoría del tiempo).
No encendió el televisor, a esa hora no daban nada bueno allí. Tampoco puso alguna película pues estaba convencido de que ya se había visto todas las películas y series "buenas" de netflix.
Para matar el tiempo sacó su teléfono y comenzó a revisar las conversaciones de la noche anterior, llegando la información como un flash back a su mente. Ya había olvidado lo de la fiesta, incluyendo el hecho de que debía "interrogar" a los otros chicos. Decidió hacerlo en ese momento, pues no quería atrasarse demasiado.

Comenzó por sus amigos, fueron conversaciones cortas pero suficientemente centradas como para poder acordar algo concreto.
Luego procedió a hablarle a Rubén, aunque nisiquiera le contestó. Probablemente estaba ocupado o algo.
Aburrido de esperar fue a su perfil de whatsapp y, solo por curiosidad, revisó su foto y estado.
No vio nada fuera de lo común, el estado era probablemente la letra de alguna canción y en su foto se le veía a él sonriente. Su cabello era blanquísimo, obviamente teñido.

Se quedó otro rato viendo si por casualidad le respondía, pero no fue así. Y para ser sinceros, había algo más que estaba carcomiendo la mente del peli naranja; "Mangel".
Sabía que la noche anterior, sus amigos habían hecho muchísimas bromas en torno a ellos dos. A decir verdad, no estaba seguro del porqué pues nisiquiera le conocía. Solo entendía que tal vez el pobre chico se llevó una mala impresión de él.

Miró la hora; 10:45, definitivamente Rubén no iba a contestarle, o por lo menos no en ese momento. Resignado, supo que era momento de hablarle a Mangel.

Mangel

Buenos días! <3

Envió el mensaje intentando no pensar demasiado en ello.
"Mierda", maldijo al notar que tal vez había sido algo... ¿cariñoso? demasiado para enviárselo a alguien que nisiquiera conoces.
Para cualquier otra persona probablemente era algo normal, pero él no solía expresarse así y le jodía de sobremanera hacerlo en ese momento y sin siquiera darse cuenta.

Pasaron un par de minutos sin recibir respuesta alguna por parte del chico, y tal vez eso le estaba preocupando más de lo que debía.
Para matar el rato decidió también hacer click en su perfil, sólo por curiosidad, para saber cómo lucía físicamente. ¿Que podría salir mal?
Oh, claro. Eso.
El de ojos verdes se quedó paralizado por unos segundos al ver aquella imagen. ¿Ese chico era él? ¿Aquél azabache de ojos grises, rostro perfecto y una mirada angelical que se escondía tras un par de gafas traslúcidas? ¿Ese era Mangel?

- Cómo mierda puede verse tan bien... - Se preguntó a sí mismo, pues la foto nisiquiera parecía que había sido difícil de tomar. De hecho, daba aires de que le habían agarrado desprevenido. De un momento a otro, el chico se veía a sí mismo haciéndole zoom a la imagen, como si estuviese buscando algo. O al menos eso quería hacerse creer, pues en el fondo sabía que solo quería verle más de cerca para confirmar si semejante perfección podía ser real.
Estaba tan maravillado, que lo único que pudo sacarle de sus pensamientos fue el "escribiendo..." que apareció bajo su foto de perfil. - ¡Joder! - El pelirrojo casi soltaba su teléfono de la impresión, pues su plan era borrar el mensaje que había enviado antes que el otro lo viera. Claro, que su plan fue frustrado porque estaba muy ocupado babeando por el rostro ajeno.