1

1.3K 113 14
                                    

Cuando Kihyun recibió el mensaje de Hyunwoo invitándolo a una fiesta esa misma noche, ni siquiera tardó un minuto en contestar. La última vez que había podido acostarse con alguien había sido un mes atrás, con su amigo Jooheon. Algo a lo que ambos habían cedido por necesidad pero que ninguno deseaba volver a repetir. Decidieron que iría a su casa a bañarse y cambiarse luego de clases y que se encontrarían en casa de Minhyuk para ir al bar. Yoo guardó su teléfono y sonrió, tenía la sensación de que sería una buena noche.

Yoo Kihyun tenía veintiséis años, estudiaba en la Universidad de Música de Seúl y se especializaba en canto. Era uno de los mejores de la especialidad y tenía intenciones de firmar con alguna discográfica al terminar su carrera. En realidad había entrado en esa institución por insistencia de sus compañeros de secundaria, y porque realmente no tenía una idea realista de lo que quería para su futuro. Para su sorpresa, su carrera le gustó mucho más de lo que pensaba, e incluso le iba bien en sus estudios. Disfrutaba ir a clase.

Había conocido a Shownu en clases de lenguaje musical en primer año; sus asientos eran contiguos y muchas veces había acabado pidiéndole ayuda al mayor con sus tareas. Se sorprendió al darse cuenta de que alguien con una apariencia tan estoica podía ser tan amable y atento. Lo consideraba su mejor aunque, después de dos años, ya casi no concordaban en ninguna clase. La especialidad de Son era el baile. 

Minhyuk, en cambio, se especializaba en canto como él. Se habían visto en varias ocasiones porque compartían varias clases, pero no fue hasta que les tocó hacer un trabajo en grupo que realmente interactuaron. Eran muy diferentes, tanto sus gustos como sus costumbres, y aún así, una vez terminado su trabajo en grupo, siempre hablaban para coincidir en otras clases. Era un muchacho divertido, aunque un poco hiperactivo, y esa era la razón por la que discutían de tanto en cuanto. 

Finalmente, Jooheon llegó a su vida por pura casualidad. Ambos querían la misma porción de pastel de queso en el buffet de la universidad y casi comenzaron una pelea por él. Extrañamente Jooheon era todo lo contrario a su apariencia, casi como Shownu, y terminaron compartiendo el pastel y siendo buenos amigos. Descubrió que estaba en la especialidad de composición musical y por eso no se habían encontrado antes. Intercambiaron números y a partir de ahí no perdieron el contacto, sumándose el menor a su grupo de amigos. A Kihyun siempre le había parecido atractivo, razón por la cual en la última fiesta a la que fue con sus amigos había terminado pasando la noche con él. Algo que afortunadamente no modificó su amistad, pero sí lo hizo a Yoo darse cuenta que no era bueno dejarse llevar por sus impulsos.

Ese día en la universidad fue tranquilo, los viernes sólo tenía tres clases, por lo que luego de almorzar, cerca de las tres de la tarde, pudo regresar a su casa.

—No olvides que nos encontramos a las nueve, no te quedes dormido —dijo el rubio mientras abultaba sus labios: Lee Minhyuk tenía todavía otras dos clases más.

—Ya, ya, no lo haré —respondió Yoo encogiéndose de hombros. Se había dormido y llegado tarde a una reunión una vez y ahora siempre se lo recordaban—. Nos vemos más tarde. 


Se despidió de Minhyuk y fue a su casa a prepararse para la noche. Primero se duchó, sin prisa. Se lavó el cabello con su mejor champú y al salir se dedicó un buen rato a escoger la ropa que usaría. Lamentablemente, su sentido de la moda no era el mejor, razón por la que le enviaba fotos a sus amigos para que lo ayudaran a elegir —aunque la mayor parte de las veces sólo le hacía caso a los Lee. Era difícil combinar colores considerando que nadie en su grupo de amigos podía verlos. Ninguno de los cuatro había encontrado a su alma gemela todavía, por lo que solamente podía guiarse en tonalidades de gris para elegir su atuendo.

Eran apenas las cinco cuando Kihyun decidió lo que usaría y como se peinaría. Como quedaba tanto tiempo de sobra, aprovechó para adelantar algunas de las tareas que tendría que entregar la semana entrante y practicar un poco de canto. No era el mejor de su clase por nada; Yoo pasaba una gran parte de su tiempo practicando canto, y era por eso que en las clases grupales normalmente conseguía los solos. Estuvo practicando y estudiando hasta las siete, cuando decidió vestirse, peinarse, perfumarse, y ponerse lentes de contacto de color claro para terminar su look. Finalmente salió rumbo a la casa de Minhyuk a las ocho. Se dio un vistazo en el espejo de la entrada de su departamento antes de salir. Estaba guapo, muy guapo. Sonrió a su reflejo, se sacó un par de selfies que luego publicaría, y salió.

Llegó un poco antes de las nueve. Tocó el timbre de la casa de su amigo y Hyunwoo lo recibió.

—Hey, al final usaste el conjunto que eligió Jooheon —comentó el mayor al verlo mientras se hacía a un lado para que pasara—. Dijo que estaba llegando, Min está terminando de arreglarse.

—Sí, me pareció el más sobrio para hoy —sonrió coqueto mientras se dejaba caer en el sofá de la sala—. Entonces... ¿es la fiesta de un amigo?
—¡Lo invitó su novio! —gritó Lee desde otra habitación. El moreno resopló.

—No sé de quién es la fiesta, un amigo me invitó y dijo que podía llevar más gente —explicó Son cruzándose de brazos.

—Un amigo, ajá —concluyó el bajito. Quería molestar más a Shownu pero tampoco quería hacerlo solo. Unos minutos después, Minhyuk salió del baño. Olía a lavanda y como siempre estaba muy bien vestido.

—¿Alguno le escribió a Honey? —preguntó mientras se sentaba al lado del recién llegado y le daba unas palmaditas en el hombro como saludo.

—Dijo que estaba llegando —contestó el mayor mientras tomaba su celular y escribía algunos mensajes. Tenía una enorme sonrisa en el rostro. Minhyuk y Kihyun intercambiaron miradas, sabían que no estaba escribiéndole al menor del grupo. Hacía ya un tiempo que el bailarín estaba viendo a un muchacho y, aunque todavía no sabían su identidad, sí estaban seguros de que a Son le gustaba bastante.

Aquel silencio fue interrumpido por el sonido del timbre. Jooheon había llegado. Fueron a abrir la puerta y el compositor los recibió con su usual sonrisa adorable con hoyuelos. El Lee mayor se le tiró encima dándole un gran abrazo y los demás también lo saludaron.

—¿Entonces? ¿Todo listo para rodar? —preguntó mientras Min cerraba la puerta de su casa.

Rieron al unísono por la elección de palabras del menor, pero asintieron. La noche recién comenzaba, en el bar tendrían algunas bebidas gratis, podrían bailar, y habría un DJ pasando música. Todo hacía parecer que aquella noche sería fantástica y Kihyun tenía la seguridad de que podría saciar un poco la sed carnal que estaba necesitando su cuerpo, y eso le emocionaba demasiado.

Los cuatro subieron al auto del mayor y se dirigieron al centro de la ciudad donde el alcohol y la música los esperaban. Tenían unos veinte minutos de viaje que pasaron hablando de sus clases, cantando canciones de la radio a todo volumen y tratando de sacarle a Shownu un poco de información sobre el joven misterioso —sin éxito. Una vez que llegaron, estacionaron a unas pocas calles de distancia y decidieron jugar piedra papel o tijeras para decidir al conductor designado.

Jooheon gritó cuando perdió. Se tomó el rostro con dos manos y negó con la cabeza varias veces mientras los demás se reían de su desgracia.

—Ki, ¿no puedes cambiar conmigo? —preguntó con su cara de cachorro, abultando los labios. Sabía que Yoo tenía una debilidad con él.

—Lo siento, Joo. Hoy no, quizá otro día —le contestó, y escuchó al chico maldecir por lo bajo.

Había algo de fila para entrar, pero al ser tan temprano no era demasiada. Pagaron la entrada y pudieron ingresar. El lugar era espacioso, había algunas mesas a los costados cerca de las dos barras para pedir tragos, y en el medio una pista de baile que daba a la cabina del DJ. Era un bonito lugar. Los cuatro se dirigieron a la barra más cercana. Minhyuk y Kihyun pidieron mojitos, Shownu una cerveza, mientras que Honey los miraba con recelo. Min le convidó un poco de su trago, ganándose un gran abrazo del compositor.

Pasados varios minutos mientras charlaban, notaron que el lugar empezaba a llenarse de gente, y decidieron repasar lo que habían acordado en el auto: la misma fórmula de siempre.

—Muy bien, ya saben: si alguno no vuelve con nosotros, tiene que enviar mensaje al chat grupal. Nos vemos en la puerta a las tres de la mañana —repasó Son y todos asintieron. Luego de esto miró su celular se excusó para luego desaparecer. Todos sabían que había ido a ver a su "amigo".

—Bueno, nos vemos al rato —se despidió Jooheon mientras iba a la pista para buscar a alguien con quién distraerse. Solo quedaron en la barra los dos cantantes y sus mojitos a medio terminar.

—¿Vas a venir con nosotros hoy? —preguntó el más alto.

—Honestamente, espero que no —Yoo sonrió con sorna y su amigo soltó una pequeña carcajada. Se conocían bien. Finalmente, cuando ambos terminaron sus tragos, se separaron. Así era siempre cuando el grupo salía; se separaban, cada uno por su lado, y se encontraban para irse juntos y compartir lo que habían pasado. Esa noche, sin embargo, Kihyun esperaba quedarse dormido con algún muchacho en un motel o en un departamento desconocido.

Monochrome [Hyungki] [Soulmate!AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora