-puedo tenerla a ella?
Tanjiro estaba ajeno a todo lo que estaba escuchando, estaba muy pendiente de quién vino por él, era Rengoku San! Su Rengoku San! Su madre siempre le dijo, que como niño amable podría ser enamoradizo, y dicho y hecho, se enamoró en ese viaje de tren de aquel pilar tan hermoso que pudo conocer, pero con su muerte, parecía que fue solo una especie de romance de verano, pero ahora estaba frente a él, con un parche en el ojo que perdió, haciéndolo sentir muchas cosas en su ser
-Si claro, acompañeme para que me pague
-Con gusto
Se miraban entre ambos, Tanjiro comenzó a sonrojarse por qué ya sabía a lo que iba, y cuando el pago estuvo hecho, caminaron ambos a su habitación
-... Y como has estado?
-Eh? Bien! Creo...
El rubio quedó curioso con esa respuesta, así que simplemente se dirigió a la habitación y al cerrarla se sentaron uno frente al otro
-.... Tanjiro-
-Creimos que estabas muerto
-Tanjiro-
-Acaso tienes idea de lo que sentí cuando te vi sin vida? O al parecer "aparentemente" sin vida? Me destrozaste por dentro, a todos, Kanroji te lloró demasiado, fuiste su maestro, estaba profundamente herida! Pero yo... Ese beso mientras estabas de rodillas... Ese calor... Yéndose... Por qué mentir!?
-... Tanjiro, yo si estoy muerto
-Eh?
El pelirrojo no entendía nada, estaba frente a él, puso sus manos en su mejilla, lo podía tocar, era él, no había duda alguna
-... No entiendo...
-Digamos... Que por mi sacrificio, Dios me debía un favor, y le pedí... Venir a verte.. sabía que quizá no me creerías y me merezco estás palabras, pero-
El pelirrojo le interrumpió con un abrazo fuerte, había comenzado a llorar, decidió guardar silencio y darle el abrazo de vuelta
-Por que yo... Kanroji, Senjuro... Hasta tu padre pudo ser alguien más importante...
-durante el viaje en tren, nuestro corto tiempo de amor... Te volviste lo más importante para mí.. si hubiera sido más fuerte, te habría ayudado con tu hermana, y Aunque el mundo se nos viniera encima... Me hubiera casado contigo
Con llantos se le arrojó a los brazos, ambos lloraban, era una despedida de una vida truncada por el destino cruel en el que estaban metidos, el rubio le seco las lágrimas a su pelirrojo y le beso la frente
-Mi chico~ por eso pedí esta noche~ para mimarte por todo el tiempo que no lo hice ni lo voy a poder hacer
El pelirrojo asintió, sabía que al otro día no habría nadie, y que nunca más sentiría ese aroma en su cuerpo, por lo que lo atrajo más a él, y sobre sus labios comenzó a susurrar
-Marcame... Quiero ser tuyo por esta noche y para siempre~
Kyojuro se hubiera negado, pensando que quizá alguien más le amaría más adelante en su vida, pero vestido así, con el contexto y siendo su última noche en la tierra no lo iba a dejar pasar, iniciaron un beso muy lento, el kimono y la yukata cayeron lento revelando la ropa interior de ambos, Kyojuro se le subió encima al pelirrojo, abrazándolo y recorriendo le con las manos, desde sus piernas hasta su espalda sin detener el beso que se hacía intenso, casi notandose los jadeos con el vapor del calor que llevaban
-Ah~ P-Por favor... E-Es...
Puso una mano en sus labios
-No necesitas decirlo... Un chico tan puro y hermoso como tú mi chico, que se dedica solamente a su familia y la gente que ama... Nunca nadie le ha amado como merece~ y esta noche serás amado mi chico~ amado con todo el amor que mereces~
Una sonrisa mutua fue la antesala para volver a aquel beso húmedo, mientras una mano del rubio le quitaba la última prenda y tomaba su miembro entre sus manos, el chico cerró sus ojos con fuerza, dejándose tocar, pero no era más que una distracción, pues el rubio había mojado sus dedos con su propia saliva, y comenzaba a meter el primero dentro de él, haciéndolo abrir sus ojos con sorpresa y ahogar un gemido
-Hmm~ Mi chico~
-A-Ahh~ R-Rengoku San~
-Llamame por mi nombre Tanjiro~ llámame por mi nombre, y gritalo~
Metió un segundo dedo y los movió para dilatarlo, vuelto loco con lo estrecho que podía ser, su mirada cargaba mucho deseo y la del pelirrojo inocencia, y pasados unos momentos, el pelirrojo,sintiéndose dilatado y moviendo sus caderas de manera impaciente, comenzó a suplicarle que entrara, que no debía esperar más, Kyojuro no pudo contenerse por más tiempo, y volvió a besarlo para entrar lentamente en él, secándole las lágrimas de dolor y placer
-Siempre serás mío... Nos amaremos mejor en otra vida
Luego de ese beso se fundieron juntos por toda la noche, entre gemidos y declaraciones se armaron al máximo por cada minuto en aquel distrito rojo, que fue testigo de la promesa que les llevaría a amarse con diferentes nombres en un futuro lejano, teniendo toda una vida está vez
