De mano en mano. (JerseyKyle x Goth Stan) (Style.)

(( O3 ))

Eran las tres de la tarde, un Lunes y cierto pelirrojo, estaba dandole clases particulares a un gótico el cual no parecia estar prestando ni la más minima atención al tema hablado. Por más que este le costara demasiado sin ayuda.

— Escucha, no puedo ayudarte a entender una asquerosa ecuación si no haces anda más que mirar mi rostro. — Estaba un poco harto del comportamiento del azabache, es decir; Si, sabía que era lindo, pero ahora las matemáticas eran mas importantes. Y no debía mirarlo a él, sino que a los malditos números.

Este suspiro, y negó con la cabeza para después desviar la mirada algo molesto. — Solamente, no dormi bien anoche. ¿Sabes? No es porque tu hermosa cabellera me distraiga. — De hecho; Si era por eso.

Eso, y el hecho de que aún tenia la carta que había escrito la vez pasada en el bolsillo, su mente solamente esperaba el momento indicado para poder entregarla. Pero parecía que nunca seria buen momento.

Hacia ya unos meses el pelirrojo ayudaba a su amigo con derechos a hacer la tarea y con sus examenes. Era realmente inteligente, mientras que el azabache no tenía idea de nada que tuviera que ver con números y calculadoras.

El de orbes negras, bufo y soltó el lápiz. — Bien, tú ganas. Hablemos de otra cosa,, es mejor. Prefiero que no hagas nada a que lo hagas sin ganas. — Soltó resignado el de Jersey. Acercándose a su amigo y besando su cabeza por sobre su gorro.

Stan sintió su cara arder. — Carajo, parecemos pareja. — Dijo, haciendo que el pelirrojo soltara una carcajada.

— Bueeno, si besarnos en los vestidores y tener relaciones en tú casa se considera algún tipo de relación, entonces hay algo muy intenso entre nosotros. También si contamos las salidas y esas cosas, sabes? Solo falta que te regale unas flores o algo. — Soltó para después acomodarse mejor en el asiento.

Sacó un horrible sonrojo en la cara de el gótico. El cual solo bufó y se escondió en el pecho del pelirrojo.

Esas eran cosas de pareja, hacían cosas de pareja. Carajo, eran una pareja de idiotas que no se atrevían a decirse las cosas a la cara.

Y el era el idiota más grande, porque estuvo toda la tarde en esa asquerosa biblioteca hablando con el judío y nuevamente, no le entrego la mugrosa carta.