Aquella platinada contemplaba una vez más esa fotografía entre lágrimas, recorriendo con sus dedos el rostro de su amado en la misma como si fuera él en realidad, se les veía felices, abrazados y sonriendo a la cámara mientras contemplaban el paisaje desde lo más alto, mezclándose con las nubes arriba de un globo aerostático, él siempre con esa sonrisa tan tierna y tan linda que la había cautivado por completo y ella simplemente con la cabeza recargada en su hombro, con una pequeña sonrisita alegre que su novio siempre describía como perfecta, mostrando su mano izquierda donde un hermoso anillo de compromiso decoraba su delgado dedo anular, ¡Recordaba a la perfección esa ocasión!
Era un jueves por la tarde, él acababa de salir del trabajo, ella lo esperaba en la cafetería de al lado como era costumbre, bebiendo una taza de cálido té verde con miel y leyendo revistas de espectáculos, riendo ante cada falsa noticia que salía a la luz de los artistas más reconocidos, justo leía una noticia de una de sus cantantes favoritas cuando sintió que unas suaves y delgadas manos cubrían sus ojos, haciéndola sonreír al instante.
—¿Quién soy?— le preguntó ese lindo chico que había robado su corazón, haciendo una voz un poco más aguda que su voz original para intentar confundir a su amada, sin éxito, lo único que causó fue que la misma riera, divertida.
—No lo sé, ¿el amor de mi vida, tal vez?— preguntó ella de vuelta, sintiendo que su acompañante retiraba las manos de sus ojos para abrazarla por la espalda, dándole varios besos dulces en la cabeza.
—¡Felicidades! Acertaste una vez más, nena, ¡Y te has ganado muchos besitos, muchos, muchos!— de una forma realmente dulce y tierna, él respondió, demostrándole como siempre su enorme amor hacia ella, pasando de besar su cabeza a besar una de sus mejillas, usando una voz tan adorable como si le estuviera hablando a un niño pequeño, a la par que ella reía, enternecida.
—¿Cómo te fue en el trabajo, mi amor?— cuestionó ella, comenzando a leer la revista de nuevo, posando su mirada en ésta para seguir informándose de datos de dudosa procedencia acerca de esa famosa cantante, entonces su amado se separó de ella y se sentó en la silla de enfrente, robándole un sorbo de té a la misma, posteriormente, respondió.
—Como siempre, nada interesante, preciosa, proyectos al por mayor, estrés, regaños… En fin, lo único que quería era salir de ahí para verte… ¿Tienes tiempo libre?
—Para ti, siempre tengo tiempo libre, guapo— la interrogada soltó, cruzando miradas con el joven y guiñándole un ojo, él sonrió ligeramente ruborizado ante tales palabras, ¡Era tan tierno! Cualquier cumplido, piropo o palabra bonita de parte de ella lo hacía sonrojar aunque fuera un poco, esa era una de las cosas que más amaba de él…
—Entonces, espero que tengas ganas de ir a pasear en globo otra vez— los bellos ojos del peliblanco brillaban esperanzados, esperando pacientemente la respuesta de su novia, que asintió al instante, él se levantó de su silla y, ofreciéndole su mano caballerosamente, se dirigieron a aquel lugar donde se habían conocido, no sin antes dejar dinero en la mesa para pagar, de todos modos, ella ya era clienta frecuente de aquella pintoresca cafetería, aunque se fuera sin pagar, lo haría luego.
La platinada se dirigió a su closet, y entonces sacó con mucho cuidado lo que había estado ansiando por usar desde meses atrás, cuando todo eso ocurrió.
—Hoy estaríamos en el altar, uniendo nuestras vidas para siempre en matrimonio, ¿lo recuerdas, amor?— ella le habló a esa bella fotografía, recorriendo su vestido de novia con los dedos, dejando caer sus lágrimas sobre éste—, tantas promesas no cumplidas, tantas experiencias que nos faltaron por vivir…
Dos jóvenes enamorados se encontraban admirando ese bello paisaje, los edificios y las personas que se veían tan pequeños desde ahí los tenían maravillados, como si el mundo entero estuviera a sus pies, estaban perdiéndose entre el azul del cielo y el blanco de las nubes, cruzaban miradas, sonreían y luego rompían la unión de las mismas, pues comenzaban a ponerle atención al escenario de nuevo, sin embargo, el chico comenzó a hablar, tomándola de las manos.
—Mi amor— dijo, cuando su acompañante se giró para verlo, prosiguió—, ¿Recuerdas cómo nos conocimos?
—¡Por supuesto!— ella rio, sin dejar de ver esos ojos de zafiro que adoraba a montones—, fue en un globo aerostático como este, yo venía con Anna y tú con Emma, pero el encargado de esto se equivocó y nos subió a ti y a mí en un globo, mientras Anna y Emma subieron en otro. Comenzamos a entablar una conversación para no hacer el momento más incómodo, y conectamos de inmediato… Hasta el día de hoy le sigo agradeciendo a ese descuidado sujeto, nos hizo coincidir de la forma más creativa y más bella al mismo tiempo.
—Estoy de acuerdo con eso— su acompañante rio con mesura, entonces, comenzó a buscar en sus bolsillos eso que tanto quería mostrarle a su novia, que indicaba su enorme amor hacia ella, cuando lo encontró, lo sostuvo sin sacarlo del bolsillo, notando cómo poco a poco sus nervios se incrementaban—, consideré que traerte aquí era una buena idea para hacer este momento más especial, así como tú, especial a morir. Elsa, tú sabes que nuestra historia comenzó demasiado rápido, fue un cliché tan repentino, el típico "amor a primera vista" que terminó por derretir nuestros corazones en un dos por tres, eres mi primer y único amor, yo soy tu primer amor también y quiero ser el único… Por eso quiero preguntarte esto, no estás obligada a aceptar si no te sientes lista, pero yo te amo tanto que quiero que esto dure para siempre. Elsa Arendelle, hoy quiero tomar la decisión mas importante de mi vida, y quiero tomarla junto a ti…
Cuando la fémina notó lo que había entre las manos del joven, cubrió sus labios con las dos manos, tan impactada como conmovida, y cuando él abrió esa pequeña cajita, pudo corroborar todo: Un hermoso anillo de compromiso se mantenía dentro, brillando tanto como los ojos del amor de su vida, que sonreía, tratando de ocultar su angustia.
—¿Te casarías conmigo?
Ella se encontraba en un trance que no le permitía hablar, inhalaba y exhalaba con dificultad, pues sentía un monumental entusiasmo que se estaba apoderando de su persona, sacó el aire por última vez, antes de interrogar a su acompañante, aún pasmada.
—¿Hablas en serio…?— notó que su chico reía, bajando la mirada, luego él asintió—, oh, vaya… Nunca dejas de sorprenderme, Frost…
Ambos rieron, sintiendo que el viento los llevaba con delicadeza dentro del globo aerostático, ella tuvo que callar otro par de minutos, era una respuesta que ya tenía clara pero le era tan difícil hablar que pareciera que estaba insegura.
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En un globo aerostático ~Jelsa~ [One-Shot]
FanfictionLa pérdida del amor verdadero es uno de los peores sentimientos del mundo, ella anhelaba verlo de nuevo, a ese amor puro que había conocido por casualidad en un globo aerostático. ¿Quién es capaz de juzgar a una muchacha enamorada y con el corazón h...