Navarrete : Sé lo que te hace temblar de deseo. - ...habló en voz baja. Sé dónde tocar, dónde besar. Sé cómo y dónde chupar. Sé cómo hacerte ronronear, gemir, y finalmente gritó en éxtasis.
Altagracia : Es sólo sexo. - se las arregló para encontrar su voz, pero no sonaba muy convincente.
Sonrió ligeramente y levantó su otra mano para abrazar su cara y acariciando sus mejillas ligeramente con sus pulgares, mojó sus manos en su pelo.
Esto no prueba nada, continuó, aún sin convicción.
La pellizcó ligeramente con los dientes y empezó a frotar el lugar justo debajo de su oreja con su nariz - sabía que la estaba volviendo loca. Y no se decepcionó, la oyó tomar mucho aire y lo abrazó por el cuello, abrazándolo más fuerte. Con su lengua trazó suavemente el camino hacia abajo de su garganta, lamiendo, chupando y mordiendo la delicada piel. Altagracia dio el gemido de excitación pura y chispeante.
Navarrete : Te deseo tanto.
Le levantó la falda sobre las caderas. Rápidamente se ocupó de sus delicadas bragas.
Se deslizó entre sus muslos y levantó sus caderas ligeramente y se hundió en su suave calor con un gemido de satisfacción.
Altagracia perdió el aliento por un momento, como siempre, sorprendida por su increíble dureza. Ella levantó sus piernas y lo abrazó en las caderas.
Después del primer empujón suave, Navarrete dejó de moverse. Apoyó sus manos en a ambos lados del escritorio, inclinó su cabeza y la miró a los ojos.
Altagracia comenzó a respirar un poco, tratando de suprimir la necesidad de moverse por debajo de el. Movió un poco las caderas y ella lo sintió apretarse. Se retiró ligeramente y empujó de nuevo como si no pudiera dejarla.
Eso es todo lo que necesitaba. Ella dobló su cabeza y abrió su boca en un silencioso grito de éxtasis. La velocidad récord con la que la alcanzó sorprendió a José Luis, causando su propio orgasmo. Con un gemido de sorpresa, hizo un movimiento más y se adentró en ella lo más profundamente posible. Se puso violento, doblando la espalda. Esto duró siglos, pero finalmente cayó sobre ella exhausto, escondiendo su cara en su cuello sudoroso.