Silence - Teen Wolf x oc

Uno

Bajé del auto rápidamente, la tormenta que parecía aproximarse estaba cada vez más cerca de consumarse. Tomé el brazo del agente McCall en un intento por ponerme a la par de sus pasos mientras un oficial informaba con palabras apresuradas los detalles del lugar; furiosamente, Rafael abrió la puerta observando la escena a su alrededor para que finalmente sus ojos se posaran en un joven sentado cerca de la entrada. Llevaba puesta una camisa a cuadros e hizo un gesto de exasperación cuando miró en nuestra dirección, reclinando su cabeza sobre la pared.

Rafael me jaló en su dirección para caminar hasta el chico

– Un Stilinski en medio de todo este desastre, que sorpresa. – La molestia en su expresión fue algo que nunca había visto frente a mí y logró sorprenderme por un instante. – ¿Crees que puedas responder a un par de preguntas sin tu nivel usual de sarcasmo?

Me quedé unos pasos detrás de él analizando la escena en la que nos encontrábamos. Uno de los oficiales hizo un ademán de entregarle una carpeta a Rafael y este me señaló, dando a entender que debía leerla primero. Este gesto no pasó desapercibido por el chico sentado y sus ojos no dejaron mi persona en cuanto recibí la carpeta para comenzar a hojear sin preámbulo.

– Si puedes hacerlas sin tu nivel usual de estupidez. – Comenzó a mover nerviosamente su pierna mientras volvía la mirada a un punto fijo.

Cerré la carpeta furiosamente haciendo un ruido extraño y lo miré con atención por primera vez, indignada por el descaro que tenía en contestar así.

– ¿Cómo te atreves a... – mis palabras se quedaron en eso. Rafael me lanzó un "Mera" por lo bajo y una mirada de atención.

– ¿Dónde está tu papá y por qué nadie ha podido encontrarlo? – Dirigió su mirada de nuevo al chico lanzando una sonrisa de molestia.

– No lo sé, no lo he visto en horas.

– ¿Está bebiendo de nuevo?

Por supuesto, Rafael no se iba a quedar sin la oportunidad de responderle con la misma mordacidad. El chico lanzó un suspiro y por un segundo, solo un momento, logró recordarme a mí. En el momento en que fui apartada de mi madre y trataba de mantenerme impasible. ¿Era posible que supiera más de lo que quiere admitir? 

– ¿Cómo que de nuevo? Nunca ha dejado de hacerlo.

– Pero si lo dejó un poco ¿No? Ya no bebe como antes.

Una mirada molesta apareció rápidamente en él.

– ¿Qué te parece esto? La próxima vez que lo vea le haré una prueba de sobriedad. Lo haré caminar en línea recta hasta pegarte en el trasero. – Su tonó de voz se elevó cuando habló y sacó otra sonrisa en mi acompañante.

Era mi turno de preguntar.

– Gracioso, tiene sentido del humor. – Dije con sarcasmo. Me incliné para quedar frente a él con una sonrisa, cara a cara. – Ahora, cariño, dime. ¿Qué pasó aquí?

Lanzó un suspiro que logró aturdirme por un instante, estaba contagiándome su ansiedad de una manera perturbadora.

– No sé qué pasó aquí, me quedé atorado en el ascensor todo el tiempo. – Hizo un gesto de obviedad con su mano y después la pasó por su cabello con desesperación.

– Muy bien, apeguémonos a esto: El informe dice que hay huellas de sangre en el sótano junto a la ambulancia. No hay grabaciones, ya que alguien apagó la electricidad y dañó todo el equipo. Además de los disparos y flechas clavadas en las paredes de la entrada que estúpidamente parecen haber pasado por alto, uno de los conductos de ventilación del ascensor, donde se supone estabas atrapado, está abierto. Sin olvidar el nombre.